Muchas veces confundimos el significado de educar, no es solo la simple trasmisión de conocimientos, sino uno de los caminos para alcanzar el desarrollo pleno del niño. Es ir creando poco a poco una personalidad, autonomía e independencia.
Es en la familia dónde se crea una comunicación directa y dónde se trasmiten valores, cultura, y educación. Con lo cual no podemos decir que la educación es sólo “aprender”, sino “aprender de otra persona”, viviendo con ellos diariamente y copiando todo lo que hacen.
Con frecuencia nos planteamos la pregunta de quiénes son los educadores de los niños, los profesores o los padres. Si miramos unos años atrás quizás podríamos afirmar que son los padres, pero hoy en día, esta es una cuestión a debatir.
¿Quién educa a mi hijo?, esta pregunta deberían cuestionarse algunos padres. Si realmente me estoy encargando yo como padre de su educación o estoy dejando a los maestros. La mayoría de los padres, quizás, no son conscientes de esto, es decir, no se dan cuenta que ellos son los que tienen que poner los límites en casa, al igual que darles cariño, y que el colegio es un apoyo, un complemento de esa educación. Pero tampoco por ser el colegio un complemento, quiere decir no colaborar y estar al día con lo que se hace en él.
El niño comienza en casa, se va formando una persona más tímida o extrovertida, alegre, simpático… es decir, crea su personalidad, sus gustos (aunque todavía no sepa muy bien cuales son), su cultura, su forma de actuar y otras muchas más cosas. Y cuando llega al colegio lo que hace es afianzar más lo aprendido en casa, relacionarse con niños de su edad, aprender a expresar y controlar sus emociones, a saber hablar y escuchar, a escribir… y así podríamos seguir describiendo todo lo que aprenden. Pero todo esto, necesita de una implicación de los padres en casa y de la maestra en el cole. Del trabajo cooperativo, para que así pueda ser un aprendizaje globalizado.
Por último, hasta qué punto es de gran importancia la educación de los padres en casa, que otros países no llevan a sus hijos a las escuelas infantiles ni primarias, sino que los mismos padres enseñan en su casa.
Esto debería servirnos de reflexión para ver verdaderamente la importancia de los padres como educadores y sobre todo en los primeros años de vida del niño.
Fátima Ortega Torrero
2ºB Educación Intantil