Las TIC son un gran recurso de formación continua y tremendamente útiles en la sociedad que tenemos. ¿Podríamos vivir sin ellas? Yo creo que sí, pero… ¿por qué vivir sin ellas? Por qué tienen que ser blanco o negro, pueden ser grises, porque tienen peligros pero bien utilizadas también tienen cosas buenas, por eso lo fundamental de esta pregunta es la palabra educación, ya que lo importante es educar en su uso.
Hace unos días una compañera en clase lanzó una pregunta, ¿realmente tenemos otra opción? La respuesta es no.
Aquí comienza toda mi reflexión, da igual que estemos de acuerdo o en desacuerdo con las nuevas tecnologías, porque vivimos en la sociedad de las TIC, de hecho hace unos años no existía la electricidad y hoy en día nadie se plantea vivir sin ella. Porque no es solo que las tengamos que utilizar sino también enseñar, ya que son parte de sus vidas y de las nuestras, además de una parte importante del currículo.
El objetivo de las maestras es hacer de las TIC una ayuda, una herramienta a la que recurrir que nos complemente en nuestro trabajo, pero por supuesto nunca lo sustituya, porque lo más importante es que no nos nieguen la capacidad de pensar.
Y ahora hablando como futura docente, yo no quiero una futura maestra que fundamente la base de su trabajo en un ordenador, sino que lo complemente con él. Que en una facultad de educación nos enseñen y aprendamos el gran valor y el recurso que pueden ser las TIC en nuestra aula. Por lo tanto, que no se permita que existan «maestras de corta y pega», que fundamenten su trabajo en un mal uso de las TIC, personas que sean tan dependientes de ellas, que no sepan crear, algo fundamental para mí en una maestra. Y que pretendan educar a niños en su uso, sin saber utilizarlo para ellas mismas.
Además otro de los motivos es que las nuevas tecnologías no son perfectas y por lo tanto fallan y a veces demasiado. Una clase llena de alumnos no se puede permitir estar esperando a que funcione un ordenador para poder trabajar porque las TIC tienen que ser una herramienta de trabajo, no una dificultad en nuestro trabajo.
Las TIC bien utilizadas nos pueden servir de gran ayuda, como elemento de refuerzo, de motivación, incluso de vínculo entre padres e hijos, propiciando diversas actividades. Además a nosotras como docentes nos facilita la comunicación tanto con los padres, algo fundamental para que la educación funcione, como la comunicación entre nosotras mismas, para compartir información, recursos, materiales, etc.
Y por último es necesario que los padres estén bien informados, ya que la falta de información de los padres, provoca que algunos priven a sus hijos del derecho a la información, y a otros que les permitan entrar de lleno en un mundo tan peligroso como puede ser internet si no sabemos utilizarlo.
Por todo esto me quedo con una palabra, que para mí responde todo lo anterior, educar.
Ruth Suárez Fernández
Magisterio Infantil
2ºB
¡¡¡Soberbio!!!