En el fútbol, existen una serie de auténticos valores educativos en torno a los valores humanos en un contexto de autoestima, libertad, responsabilidad y confraternidad.
El fútbol como deporte requiere un trabajo en equipo, promoviendo el desarrollo de diversas habilidades y destrezas personales, estimulando el compañerismo, la responsabilidad y el mutuo respeto a los fines de lograr eficientes resultados.
Mediante un adecuado uso del tiempo libre, los valores inculcados desde la niñez mediante las prácticas de fútbol inciden en la formación personal desde el momento en que es imprescindible admitir los límites entre los sueños y las posibilidades, entre el deseo y las potencialidades.
Entre los valores educativos del fútbol son insoslayables los pertinentes a la higiene y cuidado de la salud. Cada jugador debe estar bien alimentado evitando cualquier tipo de adicción -alcoholismo, tabaquismo, drogadicción- y debe ser consciente de que mientras avanza hacia distintas posiciones en el campo de juego y cuando corre soporta un creciente desgaste de energías que exige prudentes actitudes.
La práctica del fútbol en distintas latitudes origina solidarias integraciones sin absurdas exclusiones.
Miguel Ángel Simal Ávila (2º Ed. Primaria)
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