La segunda parte de la salida realizada, se centró en una ruta ecológica y unas actividades por los montes de Toledo. Tras la visita a El Borril, fuimos en autobús hasta la localidad de San Pablo de los Montes, situada en los Montes de Toledo.
Durante el camino, pudimos observar la vegetación de la zona, lo que más adelante nos serviría para realizar una actividad. Aunque no pudimos observar ningún animal autóctono (seguramente por el gran escándalo que hacíamos durante el recorrido al ser un grupo tan numeroso), si pudimos escuchar algunas aves de la zona, como es el caso del ruiseñor.
A mitad de camino, junto a la sombra de un gran roble, realizamos la siguiente actividad:
Tras realizar la actividad, continuamos andando hacia un claro, próximo a la fuente que marcaba el final de la etapa. En el claro, realizamos diferentes actividades relacionadas con la educación ambiental.
Algunas de las actividades realizadas fueron las siguientes:
Cazadores y presas: Los participantes forman un círculo, y dentro de él se sitúa al cazador (una persona con los ojos tapados) y unas presas (sin tapar los ojos). Las presas deben hacer ruido (por ejemplo, dar palmadas) y el cazador debe intentar coger a las presas.
El guía: Los participantes deben guiarse, con los ojos tapados, por una cuerda que está atada a través de diferentes árboles que cruzan la zona. Unas personas hacen de guía y cuidan que vayan sin que les pase nada. Las personas que hacen el recorrido deben tomar consciencia del lugar que cruzan a través de otros sentidos diferentes a la vista.
Tras realizar estas actividades, ascendimos hasta la fuente. Allí llenamos las cantimploras y tomamos un trago de agua fresca bien merecido (pues lo nuestro nos había costado llegar hasta allí).
Y tras esto, solo nos quedaba volver a Toledo. Eso si, en el autobús volvimos medio adormilados porque, aunque nos lo habíamos pasado genial, el día había sido bastante intenso.