Buscando siempre el máximo rendimiento en el trabajo de molienda del grano, el hombre ha ido desarrollando diferentes artilugios y máquinas que van desde un simple par de piedras para machacar hasta las tecnologías actualmente empleadas.
Una clasificación elemental de los molinos harineros en función de la fuente de energía empleada para su funcionamiento, permite separarlos en:
Molino de Sangre.
Molinos de Viento.
Molino de Agua.
Los molinos de sangre son aquellos que para su funcionamiento hacen uso de la fuerza animal o la fuerza del hombre. En este grupo encontramos desde el simple mortero de piedra de forma cóncava donde se realizaba la trituración del grano mediante repetidos golpes con un palo o maza, con su evolución al molino de piedra de vaivén mediante el que se conseguía una molienda más eficaz.
Una evolución de este sistema fueron los molinos de piedra rotativos, en donde una piedra fija, que servía a la vez de recipiente de contención, y una piedra móvil superior que giraba sobre la primera, triturando de esta manera el grano.
Sin embargo, estos rudimentarios artilugios no tenían la capacidad de producción suficiente para su utilización industrial. Con este objeto se construyeron molinos de mayor tamaño en lo que se utilizan piedras de forma troncocónica. Una de las dos piedras es fija y la otra móvil, colocada sobre la anterior, que estaba atravesada de arriba hacia abajo por un orificio central por donde se introducía el cereal que iba a ser molido. La piedra móvil se hacía girar mediante una o dos palancas encastradas en uno o dos agujeros laterales.
La introducción de la fuerza animal y el incremento del tamaño de las piedras, permitió lograr un incremento en la producción. Se sustituyen las dos piedras
Los molinos de viento se basan en el aprovechamiento de la energía eólica para mover los mecanismos del molino harinero.
Se pueden clasificar en dos tipos:
- Molinos de viento de eje vertical: formado por un número de aspas unidas a un eje vertical, el cual está a su vez conectado con las piedras, bien directamente o bien a través de mecanismos intermedios.
- Molinos de viento de eje horizontal: Su eje no está realmente paralelo al suelo. En el eje están engarzadas unas aspas o velas que recogen la energía generada por el impulso del viento y lo transmite a las muelas a través de una serie de mecanismos de transmisión.
Los primeros molinos de viento destinados a la molienda de cereales de los que se tiene conocimiento, son “los molinos persas de eje vertical”.
El molino de viento llega a España con la invasión árabe, con los “molinos de vela“.
En nuestra región, la zona por excelencia para visitar los molinos de viento está en Campo de Criptana.
El último grupo son los molinos de agua. Dedicamos a estos un apartado propio.