Un molino harinero es un artilugio mecánico sencillo desde el punto de vista de su funcionamiento. Sin embargo es necesario conocer bien su técnica y mantenimiento de los diferentes elementos que lo componen.
Ya conocemos la historia del molino Ferrera y ahora vamos a explicar su funcionamiento. Este no difiere en nada de como funciona cualquier molino de rueda horizontal, con la salvedad de que no es realmente un molino de rueda horizontal, sino un molino de rueda vertical adaptado desde un molino hidráulico de rueda horizontal. Esta circunstancia llevó a la necesidad de una serie de ajustes como son los engranajes troncocónicos en angulo recto para poder transformar la rotación de eje horizontal en la rotación de eje vertical.
Pero no solo fue este el único cambio. Otra aportación importante es la formación del engranaje horizontal en base a un soporte de acero donde engarzan un conjunto de cuñas y contracuñas en madera de encina.
Esta forma de construir el engranaje es en realidad un sistema de protección del propio molino. Tanto el mecanismo de ejes como las piedras pueden trabajar bajo unas condiciones determinadas de velocidad de giro y par de arranque. El problema de la época era la inestabilidad de la tensión de la corriente eléctrica y los continuos picos que generaban cambios bruscos en la velocidad de rotación.
Con el fin de proteger a todo el conjunto, se idea el engranaje de cuñas de madera. Estas tienen mucha menor resistencia que el acero pero a una velocidad adecuada y ritmo constante pueden soportar el esfuerzo transmitido por el eje horizontal a través del otro engranaje de acero.
En el momento que la velocidad de rotación aumentase debido a un pico de corriente o se produjese un arranque demasiado brusco, la cuña de madera rompe antes que el resto del conjunto y el movimiento quedaba detenido.