Este molino se encuentra situado en una terraza fluvial de mediana extensión, donde se une el rio Valdeazogues con el arroyo Candelera, rodeado de ligeras elevaciones del terreno, prácticamente por todos sus puntos cardinales, muy próximo a la carretera que une la localidad de Almadén con Almadenejos.
La cubierta vegetal que tiene dicha terraza es muy rica a efectos de cultivos agrícolas en general y todo ello ayudado con el aporte de agua para su riego que podía tomarse del río que discurre por la misma.
En esta terraza se tiene un verano e invierno con claro predominio de tiempo anticiclónico, cambiando dicho tiempo en las estaciones de primavera y otoño a un tiempo claramente ciclónico, con una diferencia de temperaturas bastante elevadas entre invierno y verano, caracterizándose esta zona por unas precipitaciones más bien escasas.
Dichos terrenos fueron destinados a lo largo de los siglos como tierras de cultivo y en parte a dedicación ganadera para el servicio del molino, pudiendo describir los mismos como fértiles, existiendo diversas encinas que se encuentran perfectamente adaptadas a los rigores invernales del lugar, y con fuertes raíces para aprovechar al máximo la humedad existente en el terreno, encontrándose al día de hoy dicha parcela sin cultivar y con abundancia de matorrales y distintas especies herbáceas de escasa altura destacando principalmente tomillo y romero.
Se trata de un bonito lugar que inspiraría un deseo de permanencia en el molino y su entorno al poder este facilitar y cubrir en gran medida las necesidades de las personas que allí vivían, haciendo que el tiempo transcurriera agradablemente dentro de las difíciles situaciones que a lo largo de los siglos han azotado esta comarca.