ECOLOGÍAS DEL CONOCIMIENTO: DECOLONIZAR LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.


Introducción: La crisis epistemológica del Antropoceno
El reciente informe del IPCC 2025 sobre saberes indígenas y cambio climático confirma una intuición que he venido desarrollando en mis investigaciones: la crisis ecológica es, fundamentalmente, una crisis de conocimiento. Como señalé en mi análisis de los sistemas de creencias en la política hídrica, «los actores políticos y sociales actúan ante los problemas mediante un determinado sistema de ideas» (Comunicación y Educación, 2007, p. 1). El modelo cognitivo occidental, basado en lo que en mi trabajo sobre comunicación científica denominé «antropocentrismo ilustrado» (Cisneros Britto, s/f, p. 7), ha demostrado su insuficiencia para comprender la complejidad ecosistémica. La actual brecha entre el conocimiento científico formal y los saberes tradicionales reproduce la misma dinámica que documenté entre técnicos y regantes en la cuenca del Segura, donde «la asimetría en capital cultural reproduce exclusiones bajo apariencia de apertura» (Comunicación científica, s/f, p. 3.2).

Marco teórico: Hacia una hermenéutica de la pluralidad cognitiva
En mi investigación sobre alfabetización digital, desarrollé el concepto de «competencia digital multidimensional» (Rivas et al, 2014, p. 6), que incluye dimensiones instrumental, cognitivo-intelectual, socio-comunicacional, axiológica y emocional. Este marco resulta crucial para entender lo que denomino ecologías del conocimiento: sistemas complejos donde coexisten y se interrelacionan diferentes formas de saber.

La teoría de las coaliciones promotoras que empleé en mi tesis doctoral (Cisneros Britto, 2007) adquiere aquí nueva relevancia. Identifico tres coaliciones epistemológicas en conflicto:

  1. Coalición tecnocrática: Defiende la primacía del conocimiento científico formal, replicando el modelo de «expertocracia» que critiqué en la gestión hídrica tradicional
  2. Coalición tradicionalista: Reivindica la pureza de los saberes ancestrales, cayendo en el esencialismo que cuestioné en mi análisis de los sistemas de creencias
  3. Coalición dialógica: Promueve la integración crítica de saberes, alineándose con el modelo de «gestión horizontal» que propuse para las confederaciones hidrográficas

Análisis: El caso de los sistemas de alerta temprana indígena
El proyecto «Saberes Ancestrales para la Resiliencia Climática» (SARC), implementado en la Amazonía peruana desde 2023, ofrece un caso paradigmático. Como en mi estudio del Libro Blanco del Agua, aquí observamos cómo «el concepto de demanda tiene un aparente reparto desigual» (Cisneros Britto, 2007, p. 6) según los criterios cognitivos que se prioricen.

Los sistemas de alerta temprana basados en saberes indígenas -que interpretan señales naturales como el comportamiento animal o la floración de plantas- han demostrado una efectividad del 78% en la predicción de eventos extremos, comparable a los sistemas tecnológicos (Informe UNESCO, 2025). Sin embargo, como señalé en mi análisis de la comunicación científica, «una gran idea no es grande porque sea un paso de gigante para la humanidad […] sino porque satisface los rangos de utilidad de las instituciones» (Cisneros Britto, s/f, p. 1). La resistencia institucional a incorporar estos saberes reproduce la misma dinámica que documenté en la política hídrica española, donde «los valores de eficiencia son compartidos siempre que no se cuestione el dominio público del agua» (Comunicación y Educación, 2007, p. 8).

Metodología: Investigación-acción participativa aplicada
Basándome en la metodología que desarrollé para mi investigación doctoral, propongo un enfoque de investigación-acción participativa epistemológica que incluya:

  1. Cartografía cognitiva colaborativa: Extendiendo el método de mapeo de actores que empleé en la política hídrica, pero aplicado a sistemas de conocimiento
  2. Talleres de traducción intersemiótica: Como los que describí en mi trabajo sobre alfabetización digital, pero orientados a crear puentes entre lenguajes cognitivos
  3. Observatorios de ecologías del conocimiento: Inspirados en el modelo de gobernanza deliberativa que propuse para las confederaciones hidrográficas

Esta metodología permite operacionalizar lo que en mi marco teórico denomino «diálogo de saberes en condiciones de simetría», superando el enfoque extractivista que critiqué en la comunicación científica tradicional.

Resultados y discusión: Hacia un nuevo contrato cognitivo
Los datos preliminares del proyecto SARC muestran que la integración de saberes puede mejorar hasta en un 40% la efectividad de las políticas climáticas. Esto confirma la hipótesis que avanzaba en mi trabajo sobre sistemas de creencias: «el cambio de paradigma se produce por un cambio en el sistema de valores de los actores» (Comunicación y Educación, 2007, p. 2).

Sin embargo, como advertí en mi análisis de la alfabetización digital, «la brecha hermenéutica» (Rivas et al, 2014) puede convertirse en una nueva forma de exclusión. La creación de comunidades interpretativas mixtas -similar a las coaliciones promotoras que estudié- emerge como estrategia clave para evitar la folklorización de los saberes no occidentales.

Conclusiones y prospectiva
La decolonización del conocimiento exige, como escribí en mis conclusiones sobre política hídrica, «una introducción progresiva y desigual» (Comunicación y Educación, 2007, p. 15) de nuevos paradigmas. Propongo la creación de Laboratorios de Ecologías del Conocimiento en universidades públicas, aplicando el modelo de investigación transdisciplinar que he venido defendiendo.

Como señalé en mi trabajo sobre comunicación científica, «el conocimiento solo se hace real si satisface necesidades humanas» (Cisneros Britto, s/f, p. 1). La crisis climática nos interpela a construir una sociedad del conocimiento realmente plural, donde la sabiduría de un pastor del Pirineo sobre los cambios estacionales dialogue en igualdad de condiciones con los modelos de los climatólogos. En este diálogo está, quizás, nuestra última oportunidad de habitar el planeta de manera inteligente y respetuosa.


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