Juan Ramón Trapero Arenas

Universidad de Castilla-La Mancha

El efecto látigo, el marqués de Laplace, Sherlock Holmes y otras cavilaciones…

El efecto látigo, el marqués de Laplace, Sherlock Holmes y otras cavilaciones…


El efecto látigo (bullwhip effect) es un fenómeno que atrae la atención de numerosos investigadores dada su repercusión en los costes que sufre una cadena de suministro. En algunos casos puede aumentar los costes de la cadena hasta en un 30 %. En concreto, el efecto látigo se puede resumir como el aumento de la variabilidad de la demanda de un determinado producto cuando se sube aguas arriba en una cadena de suministro.

bulwhipexample

En este gráfico se puede observar el aumento de variabilidad que sufre las ventas del fabricante (“shipments”) en comparación con la variabilidad del mismo producto que tiene el minorista (“sales”). Ese aumento de variabilidad es lo que se conoce como efecto látigo.

 

El número de artículos de investigación dedicados a este tema está en continua expansión, siendo denominado este asunto como el cubo de rubik de la gestión de la cadena de suministros por algunos autores. Dado el crecimiento de artículos de investigación, opinión, etc. creo que es interesante dedicarle unos minutos a las diferentes formas que se está investigando este asunto, desde un punto de vista más divulgativo que científico.

Según mi punto de vista personal hay dos filosofías que se están llevando a cabo. La primera aproximación que siguen muchos investigadores parte de unas hipótesis teóricas que permiten modelizar el comportamiento de una cadena de suministro. Por ejemplo, suponiendo que la demanda sigue una función ARIMA y la gestión de inventarios sigue una política order-up-to, entonces el efecto látigo se puede calcular como… (y se llega a una expresión matemática que cuantifica el valor de dicho efecto látigo). Para aquellos que no estén familiarizados con las palabras ARIMA y order-up-to, al final del post he puesto una referencia donde se incluyen los detalles técnicos.

Para mí este tipo de investigación seguiría las indicaciones del demonio de Laplace (¿Cómo que demonio???). Antes de que alguien se asuste, creo que es conveniente una pequeña nota aclaratoria sobre el demonio de Laplace, porque no tiene nada que ver ni con películas de miedo ni con temas religiosos. En resumen, el demonio de Laplace hace referencia al determinismo científico (1814), donde si hubiera un ser capaz de conocer las posiciones y velocidades de todas las partículas en el universo, entonces se podría calcular el estado del universo en cualquier momento, sea pasado o futuro.  Laplace

Pierre Simon, marquis de Laplace (1749-1827)

Sin embargo, hay otros investigadores que en lugar de partir de hipótesis y modelar mediante ecuaciones matemáticas el comportamiento de las cadenas de suministro, parten de los datos reales e intentan ajustar esos datos mediante técnicas estadísticas. Es decir, primero observan los datos y después desarrollan las teorías. Este forma de investigar el problema me recuerda más a la metodología que llevaría a cabo otro personaje muy conocido como es Sherlock Holmes, concretamente en su aventura: “A scandal in Bohemia, 1891″, tiene una frase que seguramente muchos investigadores estarán de acuerdo con él:

–“… I have no data yet. It is a capital mistake to theorise before one has data. Insensibly one begins to twist facts to suit theories, instead of theories to suit facts

sherlock

¿Cuál de las dos formas de abordar el problema es mejor? He aquí la pregunta del millón, aunque quizás no sea la pregunta correcta… Mi opinión es que las dos formas de abordar el problema son necesarias y complementarias ya que las dos tratan de llegar a la misma solución. Y siguiendo con las analogías, yo lo veo como si se tratara de un cuadro de Escher donde los extremos se entrelazan y no se sabe dónde empieza uno y acaba el otro,

Escher's_Relativity

Relatividad (1953), de M. C. Escher

Hasta aquí he intentado dar una clasificación “diferente” de las investigaciones que se están llevando a cabo en torno al efecto látigo. Para aquellos que estéis interesados en más detalles técnicos y en una revisión bibliográfica acerca de cómo estudiamos el efecto látigo e intentamos reducir la laguna formada por académicos teóricos e investigadores más prácticos, les remito a la siguiente publicación

JR.

 

 


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