Narrugorrik. (Vórtices. Ejercicios de traducción silvestre).

Ixiar Rozas. Taller.

Facultad de Bellas Artes de Cuenca, 25 de abril de 2025.

El taller es una invitación a traducir algunos poemas del libro Narrugorrik, escrito originalmente en euskera. Traducir a partir de la escucha y el temblor, del ritmo de un idioma a otro, a otros. Ahí donde los sonidos y los matices de las palabras solo pueden traducirse desvelando sus tensiones, nudos y costuras. Ahí donde los idiomas se hacen regalos entre sí. Ahí donde se escuchan las transiciones fonéticas y «sonemáticas». Ahí, entre los cuerpos, las bocas y sus salivaciones, en la erótica del valor añadido. Ahí, vórtices de retroalimentación.  

Narrugorrik significa desnudez en euskera. Narru [piel] gorrik [rojo, puro, crudo] es una palabra antigua, tal vez de un tiempo en el que las categorías animal-humano-animal se diluían y se cazaban mutuamente, en metamorfosis que desconocemos y sobre las que solo podemos especular.  

Escrito a partir de la escucha y el ritmo, Narrugorrik se compone de poemas y fragmentos que atraviesan momentos de desnudez. Física, precaria, vulnerable, transcendental. Personal y colectiva.  

He caminado mucho mientras escribía este libro. Ahí donde la escritura sucede cuando no sucede, sintonizando con los sonidos que caen de las bocas, agujeros y grietas, y ahí quedan, entre el canto de los pájaros y el viento, en esa ligera vibración. 

Vórtice: «Traducir de un idioma materno, el euskera, a un idioma paterno, el castellano, supone un esfuerzo añadido al que llamaré, aquí, erótica del valor añadido para referirme y reafirmar el hecho libidinal de la palabra que habla con sus significados y ritmos mientras pasa de la boca a la mano, de la mano al ojo, del ojo a la boca y a la garganta y sus salivaciones a fin de ser “bocalizado” y vocalizado con todo el cuerpo antes de ser leído y escuchado por alguien, la escritora misma, y, tal vez, la lectora misma», en Sonar la voz. 9 ensayos y 9 partituras