Mediante el tarareo, al cual le podemos dar diferente volumen y tono, YouTube Music será capaz de ayudarnos a encontrar ese tema que tenemos en la punta de la lengua. Para ello, simplemente hay que lanzar una búsqueda y pulsar en pestaña “Song” que aparecerá
Todos hemos tenido alguna vez una cancioncilla metida en la cabeza cuyo nombre no recordamos. Sabemos la melodía, sabemos cómo suena, pero no sabemos su título ni el artista. Una forma sencilla de encontrar el nombre del tema es buscar su letra en Internet, pero ¿qué pasa si no sabemos la letra? Porque sea en inglés o en francés, por ejemplo. Pus YouTube Music tiene una solución para echarnos una mano: búsqueda por tarareo.
“M m mm mmm m”. No sé cómo se habrá leído, pero ese tarareo es, en mi cabeza, ‘Gonna Make You Sweat”. Mediante el tarareo, al cual le podemos dar diferente volumen y tono, YouTube Music será capaz de ayudarnos a encontrar ese tema que tenemos en la punta de la lengua. Para ello, simplemente hay que lanzar una búsqueda y pulsar en pestaña “Song” que aparecerá. Una vez dentro, solo es cuestión de empezar a tararear y deja que la IA de YouTube Music se encargue del resto. Punto importante: es posible que no le aparezca a todos los usuarios, ya que parece estar siendo un despliegue progresivo.
Ya en YouTube y Google Search. Esta función también lleva tiempo disponible en YouTube, el servicio matriz de YouTube Music aunque, de nuevo, no parece ser una función que esté disponible en todo el mundo y/o para todos los usuarios. En cualquier caso, donde está sí o sí es en la app de Google. Basta con lanzar la búsqueda por audio o, en su defecto, pulsar el widget dedicado a la búsqueda de canciones. Este funciona como un Shazam y, a diferencia de YouTube Music, muestra varias canciones y el porcentaje de coincidencia para que sepamos qué canción es más probable que sea la que estamos buscando.
Lo de tararear no es nuevo. Aunque siempre es bienvenido que este tipo de funciones lleguen a las aplicaciones de uso masivo (YouTube Music es el tercer servicio de música en streaming en Europa, por debajo de Amazon Music y Spotify), cabe destacar que buscar música mediante tarareo llevaba tiempo disponible en el principal competidor de Shazam: Soundhound. Esta función lleva disponible años y lo cierto es que funciona bastante bien, incluso con silbidos.
Más formas curiosas de buscar música. Youtube y Google son capaces de enlazar búsquedas más… peculiares con información exacta. Por ejemplo, búsquedas como “a rili rili won”, “aaaa cigueña”, “ebribare” o “Aguanchu bi fri” nos llevarán directamente a ‘Wannabe’ de Spice Girls, a ‘El Ciclo de la Vida’ de la película ‘El Rey León’, a ‘Everybody’ de los Back Street Boys y a ‘I Want to be Free’ de Queen. Parece magia, pero realmente es el buscador aprendiendo de los clics de los usuarios. Si miles o millones de personas escriben “a rili rili won” y clican en el videoclip de las Spice Girls, será porque es lo que están buscando. Google / YouTube solo encajan las piezas y posicionan el mejor resultado.
Si no quieres pagar Photoshop existen opciones como Photopea, que destaca como una alternativa gratuita a Photoshop que ofrece una amplia gama de funciones y herramientas
En la era digital, la edición de imágenes se ha vuelto esencial en la vida cotidiana. Ya sea que necesites retocar una foto para compartirla en redes sociales, crear gráficos para tu negocio o simplemente disfrutar manipulando imágenes.
Contar con una herramienta de edición confiable y accesible es fundamental. Si no quieres pagar Photoshop existen opciones como Photopea, que destaca como una alternativa gratuita a Photoshop que ofrece una amplia gama de funciones y herramientas.
En esta guía, te compartimos a detalle todas las características y funcionalidades que ofrece esta interesante aplicación. Se trata de un editor de imágenes en línea que se puede utilizar directamente desde el navegador web, lo que significa que no es necesario descargar ni instalar ningún software adicional.
Esta herramienta ha ganado popularidad en los últimos años debido a su capacidad para ofrecer una experiencia similar a la de Photoshop, pero sin la necesidad de pagar.
Photopea, gratuito y accesible
En primer lugar, Photopea es gratuita y accesible desde cualquier dispositivo con acceso a Internet. Esto significa que no importa si tienes un PC, tablet o smartphone, siempre podrás acceder a Photopea y utilizar todas sus funciones sin restricciones.
En segundo lugar, proporciona una interfaz similar a la de Photoshop, lo que facilita la transición para aquellos que están familiarizados con este software. Si ya tienes experiencia con el programa de Adobe, te resultará muy sencillo adaptarte a Photopea y aprovechar todas sus herramientas.
Además, ofrece una amplia gama de herramientas y funciones para la edición de imágenes. Desde las herramientas básicas de recorte y ajuste de brillo y contraste, hasta las herramientas avanzadas de retoque de color y clonado de patrones, Photopea cubre todas las necesidades básicas y más.
Por último, permite trabajar con múltiples formatos de archivo, incluyendo PSD, XCF o Sketch. Esto significa que podrás abrir y editar archivos de Photoshop y otros formatos populares sin problemas y trabajar con ellos aquí.
Guía para usar Photopea paso a paso
Utilizar Photopea es exactamente igual que usar otras herramientas similares, así que si ya conoces alguno que otro programa de edición será bastante más sencillo. Los mismos menús, las mismas funciones: Herramientas a la izquierda, menús arriba.
A continuación, te presentamos una guía paso a paso sobre cómo utilizar las principales funciones de Photopea. Para comenzar, simplemente abre tu navegador web preferido y escribe www.photopea.com en la barra de direcciones.
Presiona Enter y accederás al sitio web de la app. Una vez allí, podrás importar una imagen haciendo clic en Archivo en la barra de menú superior y seleccionando Abrir en el menú desplegable. Navega y elige la imagen que deseas editar en tu ordenador y haz clic en Abrir para importarla.
Una vez que hayas importado la imagen, podrás realizar ediciones básicas utilizando las herramientas de recorte, ajuste de brillo y contraste, y ajuste de niveles. Puedes experimentar con estas herramientas y jugar con los ajustes hasta obtener el resultado deseado.
Si deseas realizar cambios sin afectar la imagen original, puedes utilizar las capas. Haz clic en «Capa» en la barra de menú superior, selecciona «Nueva capa» en el menú desplegable y realiza las ediciones en la nueva capa. Además, puedes utilizar las máscaras de capa para ocultar o revelar partes específicas de la imagen y obtener resultados más precisos.
Si deseas agregar efectos o texto a tu imagen, haz clic en Capa en la barra de menú superior, selecciona Nueva capa de ajuste en el menú desplegable y elige el efecto deseado. También puedes hacer clic en la herramienta de texto para agregar texto a la imagen. Ajusta el tamaño, el color y la posición del texto según tus preferencias.
Funciones principales de Photopea
Más en detalle, repasemos las funciones principales de Photopea. Las herramientas de edición básicas son fundamentales para cualquier tipo de edición de imágenes. La herramienta de recorte permite ajustar el tamaño y la composición de una imagen de manera precisa.
La herramienta de ajuste de brillo y contraste facilita la corrección de la iluminación y el contraste de una imagen, mejorando su apariencia general. La herramienta de ajuste de niveles es especialmente útil para realizar ajustes precisos en los niveles de sombras, medios tonos y luces de una imagen.
También cuenta con la función de eliminación de ojos rojos, que es ideal para corregir el efecto de los ojos causado por el flash de la cámara. Y la herramienta de clonado permite eliminar elementos no deseados de una imagen clonando partes de la misma.
Además de las herramientas básicas, Photopea ofrece funcionalidades más avanzadas, como las capas y las máscaras. La gestión de capas permite trabajar con capas superpuestas, lo que facilita la realización de ediciones de forma no destructiva.
E incluso ofrece herramientas para trabajar con texto y aplicar efectos a tus imágenes. La herramienta de texto te permite agregar texto a una imagen con una amplia variedad de opciones de fuente y formato.
Podrás personalizar el tamaño, el color y la posición del texto para adaptarlo a tus necesidades. Además, la herramienta de efectos proporciona una amplia gama de efectos predefinidos, como blanco y negro, sepia, viñeta, entre otros. Estos efectos pueden ayudarte a darle un toque especial a tus imágenes y agregarles un estilo único.
Aunque Photopea es una alternativa gratuita a Photoshop, tiene algunas limitaciones en comparación con el software de Adobe. Esto incluye la complejidad de las herramientas, el soporte y las actualizaciones menos frecuentes.
Pero también la falta de capacidades avanzadas de trabajo en red o menor cantidad de extensiones y complementos, las posibles limitaciones en la edición de imágenes en alta resolución y la falta de integración completa con otros productos de Adobe.
¿Cuáles son las mejores herramientas de Photopea?
Para aprovechar al máximo las posibilidades de Photopea, es conveniente repasar las principales opciones que ofrece esta plataforma online. Muchas de ellas son similares a las de Photoshop, y se encuentran en los mismos menús de opciones:
Archivo: Aquí puedes crear un proyecto nuevo o abrir uno existente. También puedes elegir el formato y la calidad para exportar tu trabajo.
Capa: Con esta opción puedes trabajar con diferentes niveles de profundidad en tus proyectos. Puedes crear, duplicar, eliminar, agrupar y ordenar capas según tus necesidades.
Editar: Serás capaz de activar acciones básicas como deshacer, rehacer, cortar, copiar, pegar y transformar. También puedes alinear y fusionar capas para obtener mejores resultados.
Filtro: Te permite aplicar efectos artísticos a tus proyectos, como desenfoque, distorsión, ruido, nitidez y textura. Además, puedes ajustar la intensidad y el alcance de cada filtro.
Imagen: Aquí puedes modificar los parámetros de la imagen, como el brillo, el contraste, el tono, el color y la saturación. También puedes cambiar el tamaño, la resolución y el modo de color de la imagen.
Pero no todo es perfecto con Photopea, ya que todavía tiene algunas limitaciones que para los profesionales suelen ser importantes y que impiden competir frente a otros programas más avanzados en el campo del diseño gráfico.
Es fundamental mencionar que esta app solo puede trabajar con archivos de 8 bits, lo que significa que no puede aprovechar la mayor profundidad de color y detalle que ofrecen los formatos de 16 o 32 bits.
De igual manera, trabaja exclusivamente en el espacio de color sRGB, que es el más común pero también el más limitado. Esto puede afectar a la calidad y fidelidad de los colores al editar imágenes destinadas a otros medios, como la impresión o el cine.
Photopea puede tener dificultades para manejar proyectos con muchas capas, especialmente si son complejas o tienen muchos efectos. Al final, esto puede ralentizar el rendimiento y dificultar la edición.
Lo anterior está relacionado con que si no tienes un buen ordenador, con una tarjeta gráfica decente, especialmente cuando vas a trabajar con proyectos pesados, la herramienta online puede provocar retrasos, bloqueos o pérdida de datos, ya que puede consumir mucha RAM y CPU.
A pesar de estas limitaciones frente a otras apps avanzadas de edición de imágenes profesionales, Photopea sigue siendo una herramienta poderosa para tareas básicas de edición de imágenes sin la necesidad de invertir en una licencia de Photoshop.
En conclusión, esta herramienta online se ha consolidado como una excelente alternativa gratuita para aquellos que necesitan editar imágenes de forma sencilla y sin coste alguno.
Un estudio liderado por el grupo de Nutrición, Eumetabolismo y Salud del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Josep Trueta (IDIBGI) y el CIBEROBN, describe una relación entre microbiota intestinal, los depósitos de hierro en sangre y la cognición. La asociación se ha identificado en una amplia muestra de más de mil personas, datos recogidos en el proyecto Imagenoma del Envejecimiento del IDIBGI. Las conclusiones representan nuevos indicios sobre cómo la dieta y la microbiota intestinal pueden influir en la salud mental. En el estudio también han colaborado investigadores de la Fundación FISABIO – CIBERESP y del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida).
El artículo, publicado en la revista científica Gut Microbes, encuentra que los niveles de ferritina en sangre, una proteína involucrada en el almacenamiento del hierro, se vinculan de forma positiva con la función ejecutiva del cerebro, responsable de habilidades como la planificación, la inhibición, la flexibilidad, fluidez verbal y la memoria, todas ellas con gran impacto en nuestras actividades de la vida diaria. Además, identifica algunas especies bacterianas presentes en la microbiota intestinal que están relacionadas de forma negativa tanto con los niveles de ferritina en sangre como también con la función ejecutiva del cerebro.
A nivel molecular, el equipo investigador también ha encontrado caminos metabólicos específicos que parecen influir en esa relación entre hierro y cognición. “Esta nueva asociación nos lleva a pensar que la microbiota intestinal podría modular los efectos del hierro sobre la cognición. Deberemos investigar si es así”, afirma Jordi Mayneris-Perxachs, investigador del IDIBGI y el CIBEROBN, que ha liderado esta publicación.
“Cada vez encontramos más evidencias del eje microbiota intestinal – cerebro. Si logramos comprender este vínculo, podría abrir la puerta a crear terapias para trastornos cognitivos basadas en la modificación de la microbiota a través de cambios en la dieta”, explica José Manuel Fernández-Real, líder del mismo grupo de investigación y, al mismo tiempo, jefe de la Sección de Endocrinología del Hospital Trueta de Girona. El Dr. Fernández-Real es también autor de correspondencia de este estudio.
Según Carlos Alejaldre, el exdirector general del CIEMAT, la inversión pública en ciencia puede tener un impacto muy importante en nuestro PIB y tiene la capacidad de generar miles de empleos directos e indirectos
Invertir en ciencia de vanguardia realmente merece la pena. El conocimiento por el conocimiento, por el mero hecho de entender mejor las reglas naturales que rigen el universo del que formamos parte, justifica el esfuerzo que hacen los científicos en ámbitos de investigación muy diferentes. No obstante, si nos ceñimos a lo puramente económico también merece la pena invertir en ciencia. Durante la conversación que mantuvimos con él, el físico y divulgador Javier Santaolalla nos aseguró que España recupera el dinero que invierte en el CERN con un retorno del 300%.
Según Carlos Alejaldre, el exdirector general del CIEMAT, la inversión pública en ciencia puede tener un impacto muy importante en nuestro PIB y tiene la capacidad de generar miles de empleos directos e indirectos. Esta afirmación no es una elucubración teórica. De hecho, se ha visto respaldada por la puesta en marcha de un importantísimo proyecto vinculado a ITER que dejará en las arcas de la industria española buena parte de los 100 millones de eurosque costará el diseño y la fabricación del sistema de calentamiento del plasma utilizado por este reactor experimental de fusión nuclear.
Por otro lado, el físico español del CERN Santiago Folgueras me explicó durante la conversación que mantuve con él a principios del pasado mes de diciembre que la investigación en ciencia entrega grandes avances tecnológicos a la sociedad. Si no hay personas haciendo ciencia esto no ocurre. Además, estos desarrollos tecnológicos llegan gratis a la sociedad porque no producen patentes. Precisamente del CERN han salido algunas de las innovaciones que forman parte del día a día de muchas personas, como la world wide web, los sistemas de crioterapia o criogenia que ya están llegando a la sociedad o la tecnología de levitación magnética. Y ahora tiene entre manos algo apasionante.
El CERN tiene un detector «doméstico» muy prometedor en la lucha contra el cáncer
Como acabamos de ver, muchas de las tecnologías desarrolladas por los científicos del CERN u otros centros de investigación punteros para resolver los desafíos que se les presentan tienen un impacto directo en la sociedad. Con un poco de suerte es posible que estemos en las puertas de un nuevo hito en este ámbito. Y es que Timepix3, un pequeño detector de partículas desarrollado en el CERN, está demostrando que puede ser utilizado para mucho más que para llevar a cabo investigación fundamental en el apasionante ámbito de la física de partículas.
Uno de los métodos más avanzados que están siendo utilizados actualmente para combatir los tumores en la cabeza y el cuello consiste en irradiarlos con un haz de iones que previamente ha sido minuciosamente calibrado para que ejerza su máximo efecto justo en la zona afectada por el tumor. El problema es que este haz de partículas también afecta inevitablemente a algunos tejidos sanos alojados en las proximidades del tumor, y cuando el tratamiento se está llevando a cabo en el cerebro estos «daños colaterales» pueden ser muy dañinos para el paciente. Lo ideal es que el haz de iones descargue la máxima energía posible sobre el tumor y afecte lo mínimo posible a los tejidos circundantes, pero la tecnología actual no permite controlar los iones con la precisión necesaria.
Este es el contexto en el que la compañía checa ADVACAM está reclamando el protagonismo. Y es que esta empresa ha desarrollado un dispositivo de imagen muy sofisticado que incorpora el detector de partículas Timepix3 desarrollado por el CERN con el propósito de hacer posible un seguimiento mucho más preciso del haz de iones cuando penetra en la cabeza o el cuello del paciente. De hecho, Timepix3 es incluso capaz de identificar las partículas secundarias que se originan durante el viaje de los iones a través de los tejidos del paciente. Parece ciencia ficción, pero no lo es. Solo es ciencia. Ciencia de vanguardia, eso sí.
Conocer con precisión la trayectoria exacta que sigue cada una de las partículas del haz de iones, y también las partículas secundarias, es fundamental para ajustar con la máxima precisión posible el tratamiento del paciente. Hasta ahora esta información no estaba disponible, por lo que el dispositivo de imagen de ADVACAM, que todavía se encuentra en fase de pruebas, tiene la capacidad de ayudar a los médicos a refinar mucho más su lucha contra algunos tipos de tumores.
Lo más impactante es que la tecnología de este ingenio, la innovación que lo ha hecho posible, es esencialmente la misma utilizada para detectar partículas subatómicas durante las colisiones que tienen lugar en el LHC (Gran Colisionador de Hadrones) del CERN. Una vez más el dinero público que se ha invertido en esta institución de investigación con un poco de suerte nos beneficiará a todos gracias a una aplicación médica que puede mejorar la vida de algunas personas. Crucemos los dedos para que el dispositivo de ADVACAM finalmente cumpla su propósito.
El paso del tiempo y un análisis más sosegado de las repercusiones de la IA en el sistema educativo está cambiando la percepción y ahuyentando los temores iniciales
Al principio fue el susto y el miedo. La popularización de la inteligencia artificial generativa a raíz del lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 dio lugar a algunos temores en el mundo educativo. La disponibilidad de una herramienta potentísima y que, con solo formularle preguntas en un lenguaje coloquial, podía escribir una redacción, buscar información para un trabajo, resolver un problema matemático o plantear la programación de una asignatura, hizo saltar algunas alarmas en parte de la comunidad docente.
Había varias cuestiones sobre la mesa: ¿nos encontrábamos ante un nuevo Rincón del Vago elevado a la enésima potencia? ¿Era ChatGPT un atajo para multiplicar el corta-pega y los plagios? Algunas instituciones temieron que la IA elevara a rango de conocimiento ciertos contenidos con sesgos sexistas y con prejuicios raciales. En marzo del año pasado, el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), unidad del Ministerio de Educación y Formación Profesional, advertía en este sentido:
El uso de ChatGPT también conlleva riesgos asociados como la falta de análisis y reflexión que llevan a conclusiones precipitadas o inexactas; la escasa generación de ideas novedosas; la falta de coherencia discursiva; la paráfrasis y reiteración de algunas ideas; la dudosa o inexacta veracidad de ciertos contenidos; los sesgos de lenguaje sexista y/o con prejuicios raciales en función de las fuentes existentes; la dependencia o exceso de uso que fomenta en el usuario una actitud poco creativa, divergente, reflexiva y crítica.
En Estados Unidos, el Departamento de Educación de Nueva York fue una de las primeras entidades educativas en posicionarse en contra de ChatGPT y a comienzos de 2023 optó por prohibir su uso en las escuelas públicas de la ciudad. Para la portavoz de esa institución, la IA no desarrollaba habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas, «que son esenciales para el éxito académico y de por vida».
Multitud de instituciones educativas estadounidenses siguieron su camino. Colegios y universidades a lo largo y ancho del país prohibieron el uso de ChatGPT entre sus alumnos. En Europa las respuestas fueron más modulares. Dinamarca abrazó desde un primer momento la IA como herramienta educativa; Berlín pautó unas guías para sus colegios; escuelas y universidades de Francia optaron también por el veto. En España algunas universidades también siguieron ese camino. La reacción inmediata en todo el mundo educativo fue la confusión.
Sin embargo, el paso del tiempo y un análisis más sosegado de las repercusiones de la IA en el sistema educativo está cambiando la percepción y ahuyentando los temores iniciales. El mismo Departamento de Educación neoyorquino dio marcha atrás a su prohibición del ChatGPT en las escuelas de la ciudad el pasado mes de mayo. Los responsables admitieron que, en un primer momento, se dejaron llevar por «el miedo y el riesgo instintivos», que les llevó a no valorar el potencial de la IA en la enseñanza. También anunció la búsqueda de acuerdos con empresas tecnológicas para sacar más partido a esta tecnología.
Y el pasado febrero, aquí en España el INTEF publicaba un análisis en su página web donde abordaba el impacto de la IA en educación de una forma más conciliadora. Asumía que esta ola tecnológica obligará a «cambios en el currículo, la enseñanza y las evaluaciones, adaptando los sistemas educativos». Antes, en octubre pasado, solo unas semanas antes de asumir definitivamente la cartera de Educación en el Gobierno de Pedro Sánchez, la ministra Pilar Alegría decía en Congreso EnlightED 2023 que la IA es una realidad «innegable» e instaba a «trabajar para que se convierta en una herramienta que provoque una mejor educación para todos».
Es decir, hubo un cambio de tono.
Hablan los profesores volcados en la IA
Los expertos Desirée Gómez Cardosa y Guillem García Brustenga, del eLearning Innovation Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), identifican hasta medias docenas de tendencias que muestran a la IA como una herramienta transformadora en las aulas en el corto plazo. Desde la preparación de las asignaturas para el profesorado, a la creación de materiales personalizados para cada alumno, pasando por la producción de infografías, presentaciones y glosarios para completar el proceso de aprendizaje.
Es algo que ya empiezan a aplicar muchos profesores en España.
En la pasada edición del SIMO Educación, celebrado en el Ifema de Madrid con la participación de 125 empresas y la asistencia de casi 10.000 personas, la inteligencia artificial ocupó un lugar destacado en las sesiones formativas y en los debates. A ese foro acudió Domingo Chica, profesor malagueño de secundaria en Vélez-Málaga, que lleva casi dos décadas ejerciendo la profesión y que ahora da clases de lengua española y de inglés. Chica es uno de los profesores que no ha dudado en valerse de la IA para preparar sus clases y hacer un seguimiento del alumnado. Además de ChatGPT, se vale de programas de IA más específicos del mundo educativo.
En concreto, recurre a la herramienta Matthew, de la empresa española Adaptical, para generar actividades para los alumnos, respetando los contenidos que por ley tienen que abordar en las clases. «Con Adaptical genero retos, como, por ejemplo, hacer una campaña de concienciación sobre un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), como el medio ambiente, la educación o la igualdad de género».
También trabaja con Twee, para preparar ejercicios y prácticas en inglés, y generar textos de diferentes niveles adaptados a las necesidades de cada alumno, así como las preguntas a las que se tendrá que enfrentar para poner a prueba su capacidad de comprensión. «De esta manera, podemos dar respuesta a los distintos ritmos de aprendizaje del alumnado», subraya. Al mejorar la productividad del profesor, recortando las horas que tiene que dedicar a preparar una clase o corregir exámenes, la IA puede ser una vía para aliviar la escasez de plantilla en los centros educativos, y sobre todo de profesores de apoyo, que históricamente se ha señalado como una de las razones que explican las altas tasas de abandono escolar temprano.
Domingo Chica.
La IA también le permite generar preguntas «de calentamiento» al principio de la clase, motivando un debate que anticipará los contenidos que luego se desarrollarán en la sesión. Chica está convencido de que la tecnología, «coherentemente integrada y justificada, puede suponer una transformación en los procesos de aprendizaje». También relativiza el punto de vista de los apocalípticos: «Siempre hemos tenido una especie de ChatGPT en la web, en la familia o en un profesor de apoyo. El reto ahora es adaptar este tipo de herramientas para transformar el modelo docente».
Para Chica, los resultados de la IA generativa en clase van a depender de los «los inputs, los promtps o las instrucciones que el profesor aporte», y eso dependerá de una mezcla de capacidades pedagógicas y digitales. No obstante, reconoce que el día a día en un colegio o un instituto se lleva casi todas las energías del profesorado, y la IA está lejos de ser una prioridad. «El problema es que los profesores están más en otros frentes. Están más pendientes de la legislación, del diseño de situaciones de aprendizaje, de cómo abordar una evaluación adecuada o de cómo dar respuesta a las necesidades diarias de un centro».
La IA como desatascador
Otro ejemplo de profesor entusiasta con la innovación en el aula es el de María del Carmen Giraldo, directora del IES Los Valles, en el municipio zamorano de Camarzana de Tera, donde también da clases de matemáticas. Ella se decidió a introducir la IA para favorecer el aprendizaje de sus alumnos de matemáticas de Bachillerato, de la rama de ciencias sociales.
Sin conocimientos informáticos, pero con mucha curiosidad y mirando tutoriales en internet, se aventuró y logró configurar un chatbot con la herramienta Botpress, que luego integró en la plataforma de aprendizaje de código abierto Moodle, a la que recurren muchos centros educativos para organizar sus materiales. «Cuando los alumnos repasan contenidos, pueden preguntar al chatbot sobre esos contenidos. También pueden pedir ahí materiales adicionales o vídeos, o saltar a páginas web específicas de matemáticas», explica.
Giraldo no teme que sus alumnos de matemáticas acaben, gracias a su chatbot, resolviendo sin esfuerzo esos problemas de programación lineal que se plantean a diario en la asignatura. «En matemáticas es difícil copiar porque, aunque los alumnos pregunten por la solución, una inteligencia artificial avanzada, como ChatGPT, no te da la respuesta correcta si tú no haces de guía. Se requiere mucho diálogo para llegar a resolver los problemas», razona.
María del Carmen Giraldo.
En su lugar, el chatbot configurado por Giraldo permite a los alumnos avanzar en la resolución de un problema cuando están en casa o en la biblioteca, y no tienen la ayuda del docente. “Si un alumno se atasca en un paso concreto del problema, la herramienta le ayuda a salir adelante justo en ese punto. Es una buena herramienta de refuerzo, cuando yo no estoy con los alumnos».
Esta profesora reconoce que adentrarse en las posibilidades de la IA le ha llevado mucho tiempo y preparación, pero también dice que si al final se mejora el aprendizaje del alumno siempre no habrá sido en balde y será «gratificante». Además, celebra que el chatbot haya sido bien acogido por sus alumnos, por su novedad, aunque admite que todavía le falta perspectiva para evaluar todos sus beneficios.
Para este reportaje también pedimos una valoración a Mariano Fernández Enguita, catedrático de la Universidad Complutense y uno de los investigadores sobre educación más importantes que hay en España. Fernández Enguita huye del tono catastrofista y dice que las herramientas de IA como ChatGPT o Bard pueden actuar como «tutores o compañeros de aprendizaje» del alumno. Lo que supone romper con el esquema rígido que ha predominado históricamente en la escuela, con un profesor que habla y unos alumnos que inevitablemente se limitan a escuchar: «Esto es un gran salto en comparación con apenas oír o leer una lección y poco más, es decir, con el libro de texto, la lección frontal y la esporádica atención individual del profesor».
Además, Fernández Enguita opina que los modelos de IA se pueden «afinar» para que no «soplen» al alumno la solución a un problema, sino que le den indicaciones o, si acaso, alguna pista para avanzar en los pasos de su resolución.»Es lo que ya hace, por ejemplo, el chatbot Khanmigo, de la Academia Khan, que también puede explicar cuál es la utilidad de tal o cual tipo de operaciones». En este caso, la IA es la materialización del «tutor digital permanentemente disponible».
Este experto aboga por empezar a mostrar y explicar los buenos usos de la IA en los centros de enseñanza. Y en utilizarla «de una manera acotada y ajustada al ámbito y al nivel del alumno». También cree que todavía falta desarrollo para que esa actividad sea «lo suficientemente sencilla, eficiente, confiable y replicable» para alumnos y profesores.
Mariano Fernández Enguita.
Sobre las competencias digitales del profesorado, Fernández Enguita cree que en España hay muchos docentes, de todos los ámbitos, que «son digitalmente muy competentes y verdaderos innovadores», y que están este curso tomando la iniciativa para introducir la IA en el proceso de aprendizaje. Aunque también advierte de que hay otros muchos profesores que se lo han tomado en términos negativos: «No pocos verán el fin del mundo, como ya lo han hecho antes, pero otros verán posibilidades hasta hoy inigualadas de movilizar, interesar y acompañar el aprendizaje del alumno, además de una potente herramienta para el profesor».
En resumen, el último año y medio de IA generativa ha modulado la respuesta de la comunidad educativa a herramientas como ChatGPT. De los estupores y los recelos iniciales se ha pasado a una visión más optimista. El cambio de percepción de las autoridades docentes en este último año, unido a la voluntad y el trabajo de pedagogos innovadores y curiosos, dibujan un escenario más calmado con la esperanza de resolver algunos de los grandes problemas históricos del sector educativo: la falta de recursos y la poca personalización de la enseñanza.
NVIDIA es conocida por sus tarjetas gráficas, pero la compañía no se centra únicamente en este sector. El crecimiento de la IA ha permitido a NVIDIA mejorar su posición dentro de la industria, consiguiendo ser la tercera empresa más valiosa a nivel global
Jensen Huang, CEO de NVIDIA, ha hecho unas declaraciones que han generado una enorme polémica en el sector de la Inteligencia Artificial. La situación ha estado enmarcada en la Keynote de NVIDIA que se ha desarrollado en Stanford dentro del SIEPR Economic Summit 2024 donde NVIDIA ha dejado claro que se encuentra por delante de sus competidores.
«Ni regalando sus chips pueden competir con nosotros» ha indicado Jensen Huang. La declaración no ha sido bien recibida por los competidores de NVIDIA, tomándola como una provocación. ¿Qué hay detrás de esta declaración? ¿Es solo un alarde de confianza o hay fundamentos sólidos que respalden sus palabras?
La ventaja tecnológica de NVIDIA en el sector de la Inteligencia Artificial
NVIDIA es conocida por sus tarjetas gráficas, pero la compañía no se centra únicamente en este sector. El crecimiento de la IA ha permitido a NVIDIA mejorar su posición dentro de la industria, consiguiendo ser la tercera empresa más valiosa a nivel global.
La industria de las tarjetas gráficas ha sido testigo de una competencia feroz en los últimos años. Empresas como AMD, Intel y otros actores emergentes han estado luchando por ganar terreno frente a la dominancia de NVIDIA. La demanda de GPU para aplicaciones de inteligencia artificial, gaming y minería de criptomonedas ha impulsado aún más esta rivalidad.
Sin embargo, la competencia no se queda de brazos cruzados. Empresas como AMD, Intel y otras están constantemente desarrollando nuevas soluciones para intentar arrebatarle el trono a Nvidia. La lucha por la supremacía en el mercado de las tarjetas gráficas es encarnizada y cada avance tecnológico cuenta.
Cuando el CEO de Nvidia dice que ni regalando sus chips la competencia puede superarlos, está haciendo referencia a la calidad y el rendimiento de sus productos. Nvidia ha invertido años en investigación y desarrollo, y sus GPU están optimizadas para tareas específicas, como el procesamiento de gráficos en tiempo real y la aceleración de cálculos complejos.
La tecnología avanza a pasos agigantados, y las empresas deben estar a la vanguardia para mantenerse relevantes. La afirmación de Jensen Huang es un recordatorio de que la innovación es clave para mantener la supremacía en un mercado tan competitivo como el de las tarjetas gráficas.
La declaración del CEO de Nvidia es un llamado de atención para la competencia. No basta con regalar chips; se necesita una combinación de calidad, rendimiento y visión estratégica para liderar en este campo. La batalla por la superioridad tecnológica continúa, y solo el tiempo dirá quién se alza como el verdadero campeón.
En la ciudad de Heidelberg, en Alemania, hay una nueva estructura que llama la atención de los residentes por su peculiar diseño y, sobre todo, porque su parte más importante se erigió en menos de una semana.
Es alucinante ver la evolución de las técnicas de construcción. Vivimos en un mundo donde hay ciudades enteras que se levantan en tiempo récord gracias a las bondades de la impresión 3D. Y todo parece indicar que esto es solo el comienzo. En la ciudad de Heidelberg, en Alemania, hay una nueva estructura que llama la atención de los residentes por su peculiar diseño y, sobre todo, porque su parte más importante se erigió en menos de una semana.
Se trata de The Wave House, el edificio impreso en 3D más grande de Europa. Como podemos ver en las imágenes, la obra destaca por sus paredes onduladas inspiradas en las olas del mar (y por las que recibe su nombre). COBOD International explica que tal característica no podría haberse realizado utilizando sistemas de edificación convencionales. En cambio, se ha utilizado una impresora que ellos fabrican, BOD2, que es más idónea para este tipo de proyectos.
Construyendo un edificio en tiempo récord
El edificio, de casi 600 metros cuadrados, tiene 54 metros de largo, 11 metros de ancho y 9 metros de alto. Sorprendentemente, sus paredes se levantaron en tan solo 140 horas, con una tasa de eficiencia de impresión de 4 metros cuadrados por hora. KRAUSGRUPPE, otra de las firmas involucradas en el proyecto, señala que la iniciativa se llevó a cabo utilizando hormigón impreso en 3D, “que es 100% reciclable como material de construcción mineral”.
The Wave House en proceso de construcción
Si en algún momento se decide “desmontar” el edificio, las técnicas empleadas facilitarán la separación de los materiales en arena, grava y ladrillo de cemento para favorecer la “economía circular”. Entre las ventajas de este tipo de construcción, la mencionada firma destaca los reducidos costes de construcción. Si bien no brindan cifras (no sabemos cuánto ha costado), dicen que la impresión 3D han hecho que el proyecto sea económicamente viable.
The Wave House
La esencia de The Wave House también responde a la necesidad de instalar centros de datos en áreas urbanas para mayor cercanía a los usuarios. Estas instalaciones informáticas, por lo general, suelen carecer de elementos de diseño acorde a las ciudades. Este edificio impreso en 3D tiene como objetivo albergar parte de la infraestructura del proveedor en la nube local IT Heidelberg, que tendrá alrededor de 100 racks, en un edificio visualmente agradable.
The Wave House se presenta como otro ejemplo de la evolución de la impresión 3D. Las impresoras 3D ya son capaces de imprimir paredes y levantar grandes estructuras en cuestión de días. Además, brinda nuevas posibilidades a nivel de diseño. Sin embargo, como esta alternativa está dando sus primeros pasos, su acceso todavía no está generalizado, por lo que imprimir grandes estructuras en 3D todavía no está al alcance de todos.
Las sociedades analizadas tienen en común el interés por la ciencia, sobre la que se busca información en los medios de comunicación y redes sociales, y han alcanzado un nivel medio de conocimiento científico básico
En un periodo en el que se debate de manera recurrente sobre la amenaza de la llamada “posverdad” y el cuestionamiento de la racionalidad por parte de algunas élites globales, resulta especialmente pertinente analizar hasta qué punto la ciencia –asociada a la veracidad, la objetividad y el debate racional– forma parte de la envolvente general de las creencias, conocimientos, valores y actitudes predominantes en la sociedad, evitando dar por sentado el supuesto de que la cultura y conducta de las élites sea idéntica o incluso reflejo de la del conjunto o la mayoría de la población. La cultura científica de un país incluye los conocimientos que tengan los ciudadanos, tanto sobre conceptos básicos como sobre los métodos de operación y validación de la investigación. Abarca también los valores, las actitudes y expectativas hacia la ciencia, así como la confianza que depositan en los resultados de la ciencia y en los científicos como grupo profesional.
11 marzo, 2024
Desde esta óptica, la Fundación BBVA ha llevado a cabo un amplio estudio empírico de la cultura científica en 15 países europeos, incluyendo Alemania, Dinamarca, España, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido, así como varios países del antiguo bloque del Este –Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Polonia, República Checa y Rumania–, y también otras tres sociedades con perfiles diferenciales: Estados Unidos, Israel y Turquía. La principal conclusión del estudio es que la cultura científica ha permeado en todos los países incluidos en el estudio.
Interés, información, conversación y cercanía
Las sociedades analizadas tienen en común el interés por la ciencia, sobre la que se busca información en los medios de comunicación y redes sociales, y han alcanzado un nivel medio de conocimiento científico básico, estimado a través de una muestra de conceptos esenciales. Los niveles más altos de interés y de información declarada se registran en Estados Unidos (6,1 y 5,6, respectivamente, en una escala de 0 a 10) y los más bajos en términos relativos, aunque por encima de punto medio de la escala, en Turquía (5,6 y 5,4) e Israel (5,1 y 4,7).
La ciencia se ha incorporado, aunque en menor medida, a la conversación cotidiana de la población adulta: más del 40% de los europeos y estadounidenses afirma que la ciencia forma parte con bastante o mucha frecuencia de sus conversaciones.
Interés, información y conversación son los pilares en los que se asienta la cercanía de los ciudadanos a la ciencia, que en los 18 países analizados alcanza un nivel medio.
Nivel de conocimiento
El nivel de conocimiento científico se estimó preguntando por 12 conceptos o nociones básicas. Los resultados reflejan diferencias significativas entre países, siendo mayor el nivel de conocimiento en el conjunto de Europa (media de 7,9 respuestas correctas en una escala de 0 a 12) y EE. UU. (7,8), mientras que el nivel es más bajo en Israel (6,4) y Turquía (5,2). Los españoles (7,6) se colocan ligeramente por debajo de la media europea. Mientras que el segmento de “bajo nivel de conocimiento” es muy reducido en Europa y Estados Unidos (entre un 4 y un 5%), en Israel se multiplica por seis (un 24%) y en Turquía por alrededor de diez (con un 43%). El otro extremo –“nivel de conocimiento alto”– incluye a cerca de cuatro de cada diez europeos y estadounidenses, mientras que en Israel es la mitad (un 21%) y solo un 11% en Turquía, evidenciando una marcada estratificación social del conocimiento de la población.
[Información ampliada sobre nivel de conocimiento por países y por segmentos sociodemográficos. Diapositivas 1 y 2 del Anexo]
La cultura científica, además de la comprensión de conceptos básicos, incluye también entender la forma de operar de la ciencia y la forma de validación de resultados y modelos. En esta faceta de la metódica de la ciencia, amplias mayorías en todos los países analizados entienden el proceso de validación del conocimiento científico, otorgando la mayor importancia a la comprobación de las teorías mediante experimentos y a que esos experimentos sean reproducibles por otros investigadores (por encima del 85% tanto en lo que hace a la experimentación como a la reproducibilidad de resultados). Cerca de un 70% en todas las sociedades entiende que el modo de transformar los nuevos conocimientos de un determinado grupo de investigadores en conocimiento público del conjunto de la comunidad investigadora tiene lugar a través de la publicación de los avances en revistas especializadas. La mayoría de la población cree también que la veracidad de las teorías científicas no es algo fijo, sino abierta a contraste y superación por avances posteriores (80% en Europa, 79% en Estados Unidos, 66% en Israel y 55% en Turquía).
[Información ampliada sobre la validación del conocimiento científico por países. Diapositiva 3 del Anexo]
Valores, actitudes y expectativas
Además del interés, información y nivel de conocimiento, la cultura científica comprende un conjunto de valoraciones, actitudes y expectativas respecto a la ciencia y la comunidad científica. La mayoría de los ciudadanos cree que la ciencia ofrece “el conocimiento más fiable, objetivo y veraz”, con un asentimiento medio en Turquía de 7 en una escala de 0 a 10, un 6,9 en Israel, un 6,7 en España, un 6,6 en Europa y un 6,2 en Estados Unidos. Se valora también que la ciencia revela aspectos fascinantes de la naturaleza (6,3 en Estados Unidos, 6,8 en Turquía, 7,4 en Europa y 7,8 en Israel) y que permite separar lo que es cierto de lo que es falso en un determinado momento (5,6 en Estados Unidos, 6,1 en Europa, 6,2 en Israel y 7 en Turquía).
Los ciudadanos creen ampliamente que la ciencia es el motor del progreso material (media de acuerdo de 6,6 en una escala de 0 a 10 entre los ciudadanos europeos, 6,5 entre los españoles, 6,2 entre los estadounidenses, 7,6 entre los israelíes y 7,1 entre los turcos); para resolver grandes problemas del siglo XXI, en concreto los problemas de salud tanto en general (7,2 en Europa, 7,7 en España, 6,1 en EEUU, 7,9 en Israel y 6,8 en Turquía), como en el área específica de logro de vacunas seguras y eficaces frente al COVID (6,8 en Europa, 7,4 en España, 6,2 en EEUU, 7,6 en Israel y 6,1 en Turquía).
Las expectativas son positivas, pero menores, sobre que la ciencia pueda resolver el cambio climático, la crisis de biodiversidad y la escasez de alimentos, y son bajas frente a desafíos sociales como las guerras, la pobreza y la desigualdad.
[Información ampliada sobre el potencial de la ciencia y la tecnología en la resolución de problemas por países y por segmentos sociodemográficos. Diapositivas 4 y 5 del Anexo]
Al mismo tiempo, la imagen sobre los vínculos entre ciencia y naturaleza es ambivalente. Las valoraciones se dividen entre países y en el seno de cada uno de ellos respecto a si “los cambios en la naturaleza llevados a cabo mediante la ciencia y la tecnología por lo general empeoran las cosas” (media de 5,2 en Europa en una escala de acuerdo de 0 a 10; 5,8 en España, 4,8 en EEUU, 5,2 en Israel y 5,0 en Turquía) y acerca de si es preferible que los seres humanos no interfieran en los procesos naturales a través de la ciencia y la tecnología (4,8 en Europa, 4,3 en España, 4,7 en EEUU, 5,0 en Israel y 6,8 en Turquía).
También predomina el acuerdo en torno a que la tecnología ”hace cambiar nuestro modo de vida con excesiva rapidez”, visión que sobresale en Turquía (7,5), se reduce en Europa (6,5) e Israel (6,4) y se modera en Estados Unidos (5,5). Existe división de opiniones, aunque con predominio del acuerdo, respecto a la deshumanización que provoca la tecnología (5,7 en Turquía, y 5,1 en Europa e Israel), con la excepción de EEUU (4,6), donde la mayoría se muestra en desacuerdo con esta afirmación.
Quisiera que me dijera su grado de acuerdo o de desacuerdo con cada una de estas frases. Media en una escala de 0 a 10, en la que 0 indica que está “completamente en desacuerdo” y 10 que está “completamente de acuerdo. Base: total de casos (27.068)
Quisiera que me dijera su grado de acuerdo o de desacuerdo con cada una de estas frases. Media en una escala de 0 a 10, en la que 0 indica que está “completamente en desacuerdo” y 10 que está “completamente de acuerdo. Base: total de casos (27.068)
En cuanto a las expectativas que generan distintas tecnologías, mientras que una mayoría considera que la energía solar, internet y la biotecnología mejorarán sus vidas, son más bajas respecto a la inteligencia artificial y la exploración espacial, y hay división en las percepciones del público en los casos de la energía nuclear y el Big Data.
[Información ampliada sobre expectativas hacia aplicaciones y tecnologías. Diapositivas 6-10 del Anexo]
Hay claro acuerdo en que la ciencia es un elemento fundamental de la historia e identidad nacional, en el mismo plano que el arte y la literatura: en el conjunto de Europa se obtiene un valor medio de 7,3 en una escala de 0 a 10 y un 7,7 a propósito del papel del arte y la literatura como elemento de identidad. En España el papel de la ciencia alcanza un 7,1 y el del arte y la literatura un 7,8.
Hay divisiones en la valoración del nivel científico y tecnológico de cada país y su contribución al progreso del conocimiento a escala global. Destacan las altas valoraciones de los ciudadanos estadounidenses e israelíes sobre el nivel de desarrollo científico y tecnológico de su país, así como sobre su contribución al progreso científico a escala global. En ambos países, amplias mayorías (por encima del 75%) consideran que su nivel y aportación es alto o muy alto. En España hay una buena consideración del desarrollo científico (67%) y tecnológico (74%), pero no tanto de la propia contribución (52%).
[Información ampliada sobre valoración de la contribución y nivel científico y tecnológico por países. Diapositiva 11 del Anexo]
Ciencia, ética y religión
Un aspecto relevante de la cultura científica de la sociedad es conocer las percepciones de los ciudadanos sobre la interacción de la ciencia con la ética y la religión.
En cuanto al papel de esas dos áreas en poner límites al avance científico, en todos los países, salvo en Turquía, se considera que es la ética quién debe poner esos límites, al tiempo que amplias mayorías rechazan que esos límites puedan provenir de la religión.
Existe también consenso, sin excepción, en cuanto a que ciencia y religión coexisten sin problemas y que la ciencia no destruye las creencias religiosas.
[Información ampliada sobre el vínculo entre ciencia y religión por países. Diapositiva 12 del Anexo]
Sin perjuicio de esas valoraciones generales compartidas sobre la interacción entre ciencia, ética y religión, aparecen diferencias entre países y dentro de cada uno de ellos a propósito del origen de los seres humanos. Minorías significativas de los países de la Europa del Este y de Estados Unidos, y mayorías en el caso de Israel y Turquía creen que los seres humanos fueron creados por Dios más o menos con su forma actual, frente a amplias mayorías en Europa occidental, que han hecho suya la idea científica según la cual los seres humanos evolucionaron a partir de especies animales anteriores.
[Información ampliada sobre el origen y evolución de los seres humanos desagregada por países y segmentos sociodemográficos. Diapositiva 13 del Anexo]
Confianza en la ciencia y en los científicos
El nivel de confianza en la actividad de la ciencia, así como en los científicos como grupo profesional, es otra dimensión fundamental de la cultura científica de un país. En el conjunto de los países analizados, la ciencia se sitúa en la parte más alta del mapa de confianza de entre un grupo de áreas e instituciones centrales de una sociedad avanzada. En España, destaca la confianza de la población en la ciencia por encima de la media europea (7,6 frente al 7,1).
Otros pilares de las sociedades modernas y avanzadas como la democracia, el estado de derecho y el mercado, si bien por debajo de la confianza en la ciencia, también resultan claramente confiables, mientras que la religión como institución sólo llega al umbral medio de confianza en los países de Europa del Este (5,0), en Israel (5,6) y en Turquía (6,3). La media europea de confianza se sitúa por debajo del 5 y en España se obtiene el valor medio más bajo (3,9).
Si de la confianza en la ciencia como construcción cultural e institución se pasa a la de la comunidad científica, se observa claramente que los médicos, los científicos y tecnólogos están en el grupo de profesionales que más confianza inspiran, si bien existen algunas reservas sobre su independencia de los poderes empresariales y políticos. El acuerdo es mayoritario respecto a que los científicos no se dejan influir por la religión, excepto en Turquía, donde la población está más dividida sobre esta cuestión. En España, la división de valoraciones es la nota dominante al referirse a la influencia que tienen las empresas y los políticos en las conclusiones de los científicos, y es donde menos se cree que la religión influya de facto en el hacer de la comunidad científica.
[Información ampliada sobre ciencia e independencia desagregada por países. Diapositiva 14 del Anexo]
En cuanto a la regulación de la ciencia, en EEUU, Europa del Este y Turquía la mayoría cree que debe estar controlada por los propios científicos, mientras que en el resto de países europeos las valoraciones están más divididas: un 46% cree que debe ser controlada por los científicos, un 36% por la sociedad y un 17% por el Estado.
[Información ampliada sobre regulación de la ciencia desagregada por países. Diapositiva 15 del Anexo]
La cultura científica, un ‘GPS mental’ ampliamente compartido en los países analizados
Los resultados del estudio indican que, en el conjunto de las sociedades analizadas, la cultura científica ha permeado y actúa como un GPS mental ampliamente compartido. En un contexto en el que algunas élites cuestionan la veracidad de la evidencia científica y los medios dedican atención a una supuesta crisis de la racionalidad en el presente, la mayoría de los ciudadanos percibe claramente el papel central de la ciencia como la fuente más fiable de conocimiento y como herramienta eficaz para afrontar muchos de los grandes retos del presente. En particular, se confía de manera generalizada en el potencial de la ciencia para abordar los retos en los ámbitos de la salud, de la energía y el medio ambiente, aunque existen fuertes reservas sobre su capacidad para resolver por sí misma problemas sociales como la pobreza, la desigualdad y los conflictos bélicos.
Incluso en sociedades en las que el nivel de conocimiento científico es relativamente bajo, la mayoría de los ciudadanos muestra una disposición favorable a la ciencia, confiando en ella como uno de los pilares centrales de una sociedad moderna, así como en los científicos como grupo profesional. Aunque existen algunas reservas sobre el impacto de la ciencia en la naturaleza, así como sobre la velocidad a la que los avances tecnológicos transforman el modo de vida, las actitudes de los ciudadanos en el conjunto de los países analizados son predominantemente positivas. En definitiva, no se percibe un irracionalismo o relativismo rampante en las sociedades analizadas, pese a la desorbitada atención en el espacio informativo a la “posverdad”, confinada a determinadas élites a ambos lados del Atlántico.
Diferencias en función de variables sociodemográficas, cognitivas e ideológicas
El cuadro general acabado de dar presenta algunas diferencias significativas en función de variables sociodemográficas (sexo y edad), cognitivas (educación formal y nivel de conocimiento científico) e ideológicas (autoubicación política).
Sexo
El sexo no introduce diferencias sustantivas en cuanto a la cercanía, conocimiento, expectativas y confianza hacia la ciencia en Europa y en Estados Unidos. Sólo en Israel y Turquía, el nivel de cercanía, conocimiento y expectativas es algo mayor entre los hombres que entre las mujeres.
Edad
El nivel de cercanía, expectativas y confianza hacia la ciencia tienden a ser más favorables entre los jóvenes que entre los mayores. En Europa y en España en particular, dichas diferencias son más marcadas que en el resto de países considerados.
El nivel de conocimiento sigue una pauta similar –siendo más alto entre los jóvenes– en los países de Europa occidental, Estados Unidos y Turquía, si bien los países de Europa del Este e Israel se apartan de esta pauta.
La edad también introduce diferencias importantes en la visión sobre el origen y evolución de los seres humanos, especialmente en Europa y, más aún, en Estados Unidos, donde la explicación científica del origen de los seres humanos tiende a aumentar en edades más jóvenes. En Turquía e Israel, en cambio, no se observa tan claramente este patrón.
Nivel de estudios
El nivel de cultura científica se incrementa con el nivel de estudios cursados por la población: tanto la cercanía como el conocimiento y las expectativas son mayores entre quienes tienen mayor nivel de estudios. Las diferencias según la educación son aún más fuertes en Israel que en el resto de sociedades.
El segmento que continúa estudiando también es el que expresa un mayor nivel de conocimiento, cercanía y, especialmente, expectativas favorables hacia las diferentes aplicaciones y tecnologías.
La explicación científica del origen y evolución de los seres humanos también aumenta en relación directa con el nivel de estudios y entre quienes continúan estudiando.
Conocimiento científico
El nivel de conocimiento científico influye positivamente en las expectativas hacia la ciencia. Así, el segmento con expectativas más favorables es mayor entre quienes tienen un conocimiento más elevado: en el promedio europeo alcanza el 43% de los que tienen un conocimiento alto frente al 25% de quienes tienen un conocimiento bajo; en Estados Unidos el 47% frente a 38%; en Turquía el 48% frente al 31%; y en Israel, con la diferencia más notable, el 74% frente al 30%.
Asimismo, el nivel de confianza en la ciencia y los científicos aumenta entre quienes tienen un mayor nivel de conocimiento, al tiempo que la confianza en la religión y los religiosos se incrementa entre quienes tienen un nivel de conocimiento científico menor. Esta dimensión cognitiva también influye en la visión sobre el origen del ser humano: acentuándose la explicación científica entre quienes tienen un mayor nivel de conocimiento, y la explicación creacionista entre quienes tienen un nivel de conocimiento científico bajo. Resultados que confirman, frente a una extendida tesis que afirma que no hay relación entre conocimientos y actitudes, que el nivel de cercanía y familiaridad con la ciencia está asociada a creencias y actitudes favorables ante la ciencia y de confianza en la comunidad científica.
Autoubicación ideológica
La ideología presenta una pauta diferente según sociedades. En algunas, como en España e Israel, se observa un nivel ligeramente mayor de cercanía, conocimiento y expectativas hacia la ciencia entre quienes se declaran de izquierdas que de derechas. En el promedio europeo, Estados Unidos y Turquía, en cambio, la ideología no tiene un impacto claro.
Respecto a la visión sobre el origen y evolución de los seres humanos, la ideología sí introduce diferencias muy marcadas en Israel, en donde la mayoría de quienes se declaran de izquierdas aceptan la explicación científica frente a la mayoría de quienes se ubican en la derecha, tendiendo a inclinarse por la visión creacionista.
Ficha técnica
Ámbito geográfico del estudio: Alemania, Bulgaria, Dinamarca, Eslovaquia, España, Estonia, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Estados Unidos, Israel y Turquía.
Universo: en cada país, población general de 18 años y más.
Método: encuesta telefónica administrada por ordenador y en Turquía e Israel, encuesta personal.
Tamaño y distribución de la muestra:500 casos por país. Distribución muestral polietápica estratificada por la intersección de región (clasificación NUTS o equivalente) /tamaño de hábitat, con sorteo de unidades primarias a nivel de municipio y selección del individuo según cuotas de sexo y edad.
Error de muestreo: El error muestral estimado con un nivel de confianza del 95% y en el caso más desfavorable (p=q=0,5) es de +/- 2,6% para cada país.
Fecha de realización del trabajo de campo: abril a julio de 2023.
Ponderación: para los resultados del conjunto de países europeos incluidos se han ponderado los datos de cada país, según el peso poblacional de cada uno de ellos en el universo de los países europeos incluidos.
El trabajo de campo ha sido coordinado y ejecutado por KANTAR PUBLIC (actual Verian) con domicilio en Madrid, calle Poeta Maragall, 23. 28020.
El diseño del cuestionario y el análisis de los datos se han llevado a cabo por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.
El joven de London, Ontario, ganó dos medallas de oro y un premio de la Biblioteca Pública de London por su minúscula versión del artilugio, una supuesta arma de guerra compuesta por una serie de espejos diseñados para enfocar y dirigir la luz solar hacia un objetivo
Arquímedes, a menudo llamado el padre de las matemáticas, fue uno de los inventores más famosos de la antigua Grecia, y algunas de sus ideas y principios siguen utilizándose hoy en día. Pero hay un invento que dejó a los científicos especulando sobre su existencia durante cientos de años: el rayo de la muerte. Ahora, puede que un estudiante de secundaria tenga algunas respuestas.
Brenden Sener, de 13 años, de London, Ontario, ganó dos medallas de oro y un premio de la Biblioteca Pública de London por su minúscula versión del artilugio, una supuesta arma de guerra compuesta por una gran serie de espejos diseñados para enfocar y dirigir la luz solar hacia un objetivo, como un barco, y provocar su combustión, según un artículo publicado en el número de enero de la revista Canadian Science Fair Journal.
El polímata griego fascinó a Sener desde que conoció a la figura durante unas vacaciones familiares en Grecia. Para su proyecto de ciencias de 2022, Sener recreó el tornillo de Arquímedes, un dispositivo para elevar y mover el agua. Pero no se detuvo ahí.
Sener descubrió que uno de los dispositivos más intrigantes era el rayo de la muerte, a veces denominado rayo de calor. Escritos históricos sugieren que Arquímedes utilizó «espejos ardientes» para prender fuego a los barcos anclados durante el asedio de Siracusa del 214 al 212 a.C.
«Arquímedes se adelantó mucho a su tiempo con sus inventos. Y realmente revolucionó la tecnología de la época, porque Arquímedes pensaba en cosas que nadie había hecho antes», explica Sener. «(El rayo de la muerte) es una idea tan ingeniosa que a nadie de la época se le habría ocurrido».
No hay pruebas arqueológicas de que el artilugio existiera, como señala Sener en su artículo, pero muchos han intentado recrear el mecanismo para ver si el antiguo invento podría ser factible.
Un rayo de la muerte en miniatura
En su intento de hacer el rayo, Sener colocó una lámpara de calor frente a cuatro pequeños espejos cóncavos, cada uno inclinado para dirigir la luz hacia un trozo de cartón con una X marcada en el punto focal. En este proyecto que diseñó para la Feria Anual de Ciencias Matthews Hall 2023, Sener planteó la hipótesis de que, a medida que los espejos enfocaban la energía luminosa hacia la cartulina, la temperatura del objetivo aumentaría con cada espejo añadido.
En su experimento, Sener realizó tres pruebas con dos potencias de bombilla diferentes, 50 vatios y 100 vatios. Descubrió que cada espejo adicional aumentaba notablemente la temperatura.
«No estaba muy seguro de cómo saldrían los resultados, ya que hay muchos resultados diferentes sobre este tema, pero esperaba que se produjera un aumento del calor, aunque no tan drástico como el que descubrí cuando realicé el experimento», explica Sener.
La temperatura del cartón durante el experimento solo con la lámpara y la bombilla de 100 vatios y sin espejos era de unos 27,2 grados Celsius. Después de esperar a que el cartón se enfriara, Sener añadió un espejo y volvió a hacer la prueba. La temperatura del punto focal aumentó hasta casi 34,9 grados Celsius.
El mayor aumento se produjo al añadir un cuarto espejo. La temperatura con tres espejos apuntando al objetivo era de casi 43,4 °C, pero la adición de un cuarto espejo la aumentó en unos 10 °C hasta 53,5 °C.
En el artículo, Sener afirma que estos resultados le parecen «bastante notables, ya que sugieren que la luz va en todas direcciones y que la forma del espejo cóncavo enfoca las ondas luminosas hacia un único punto».
Cliff Ho, científico jefe de Sandia National Laboratories, dijo que el proyecto es «una excelente evaluación de los procesos fundamentales». Estas instalaciones son un laboratorio científico y de ingeniería de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear del Departamento de Energía de EE.UU. en Albuquerque, Nuevo México.
Aunque el experimento no ofrece «nada significativamente nuevo a la literatura científica (…), sus hallazgos fueron una agradable confirmación de la primera ley de la termodinámica», que establece que la energía o el calor pueden transferirse, dijo Ho. El científico había propuesto una conferencia en 2014 sobre el rayo de la muerte, concluyendo que la idea era posible pero que habría sido difícil para Arquímedes llevarla a cabo.
Sener no pretendía prender fuego a nada, ya que «una lámpara de calor no genera ni de lejos el calor que generaría el sol», dijo. Pero cree que con el uso de los rayos solares y un espejo más grande, «la temperatura aumentaría aún más drásticamente y a un ritmo más rápido» y «provocaría fácilmente la combustión».
Más teorías sobre el rayo de la muerte
Cada dos años, la antorcha olímpica se enciende utilizando un espejo parabólico curvo que concentra la luz solar en un punto. Una vez colocada la antorcha en ese punto focal, los rayos del sol la encienden. No se cree que Arquímedes utilizara un único espejo parabólico, ya que no puede apuntarse de la misma forma que un espejo plano.
Se especula más comúnmente con que el rayo de la muerte de Arquímedes era un conjunto de varios espejos o escudos pulidos. Sin embargo, esta teoría suele desacreditarse debido a la idea de que las naves estarían en movimiento durante la batalla. Según Thomas Chondros, profesor asociado jubilado del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeronáutica de la Universidad de Patras (Grecia), para que las naves se incendiaran por el calor generado por los espejos tendrían que haber estado estacionarias y ancladas cerca de la costa. Chondros ha estudiado a Arquímedes y sus inventos.
La serie de Discovery Channel «Cazadores de mitos» emitió episodios en 2004, 2006 y 2010 en los que se probaban escenarios para el supuesto rayo de la muerte, pero finalmente declaró que la leyenda era un mito cuando en cada prueba no se consiguió prender fuego a un barco de madera. En 2005, un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts, inspirados por el primer episodio de la serie, lograron incendiar un barco de madera con una técnica similar a la de Sener a mayor escala, pero fracasaron en un segundo intento.
A pesar de las limitaciones para la viabilidad del rayo de la muerte, Chondros consideró que el proyecto de Sener era «interesante y estaba bien documentado», y el montaje experimental del adolescente podría «constituir la base de un debate para jóvenes estudiantes, incluso universitarios», dijo en un correo electrónico.
A la madre de Sener, Melanie, no le sorprendió que su hijo eligiera un proyecto científico. «Siempre le han fascinado la historia, la ciencia y la naturaleza. (…) Siempre ha tenido sed de cualquier forma de educación y conocimiento», dijo.
Sener se ve a sí mismo algún día siendo científico, ya sea en ingeniería, bioingeniería o medicina, dijo.
El equipo de investigadores del instituto de inteligencia computacional en Alibaba han llamado a su IA ‘EMO’, un acrónimo de ‘Emote Portrait Alive’. La herramienta es capaz de animar la fotografía de un retrato y generar vídeos de la persona mientras habla o canta.
En los dos últimos años hemos visto cómo la inteligencia artificial ha ido conquistando Internet a través de múltiples herramientas y aplicaciones. Además de los chatbots existentes, hoy día podemos encontrar herramientas muy realistas para generación de imágenes, de audio, de vídeo e incluso para pasar de audio a vídeo. Para lo último mencionado, Alibaba tiene preparada una sorprendente herramienta que nos permitirá hacer que cualquier imagen cobre vida mediante una canción o con tan solo hablar.
El gigante chino ha desarrollado una aplicación que nos permite tomar una imagen como referencia y una pista de audio y combinarlas para generar un vídeo de la persona que aparece en la foto cantando o hablando. Si bien esta técnica no es nueva, sí es la primera vez que vemos resultados tan realistas.
A través de la página oficial del proyecto se han mostrado múltiples ejemplos del funcionamiento de esta tecnología. Desde Alibaba han creado además un ejemplo tomado del vídeo que mostró OpenAI con Sora, su IA para generar vídeos realistas. Según el documento del estudio, la IA es capaz de crear movimientos faciales fluidos y expresivos, así como poses de cabeza que encajan casi a la perfección con la canción o audio que suena de fondo.
«Las técnicas tradicionales no suelen captar todo el espectro de expresiones humanas ni la singularidad de los estilos faciales individuales», afirma Linrui Tian, autor principal del artículo. «Para resolver estos problemas, proponemos EMO, un novedoso marco que utiliza un enfoque de síntesis directa de audio a vídeo, sin necesidad de modelos 3D intermedios ni puntos de referencia faciales».
Su modelo de difusión es capaz de convertir el audio a vídeo de forma sencilla. Los investigadores han entrenado al modelo con un dataset de más de 250 horas de vídeos de tertulia extraídos de discursos, películas, programas de televisión, y actuaciones de artistas de música.
En vez de hacer uso del 3D para estirar la fotografía y hacer como si cobrase vida, EMO convierte directamente las ondas del audio en fotogramas de vídeo. Esto le permite captar movimientos sutiles y peculiaridades específicas de la identidad asociadas al habla natural.
Según los experimentos descritos en el documento del estudio, EMO sobrepasa de forma significativa los métodos más punteros en calidad de vídeo, preservación de la identidad del retrato y expresión. Y a decir verdad, no hay más que ver los ejemplos para saber que esta inteligencia artificial está a leguas de los modelos existentes para modificar una fotografía y hacer que la persona que aparece en ella pueda hablar o cantar.
No cabe duda que una vez lanzada la herramienta, aparecerán en Internet miles de memes de celebridades cantando o diciendo algo completamente disparatado. Sin embargo, también puede ser una gran herramienta para creadores de contenido o para avivar el rostro de una persona fallecida de la familia, por poner algunos ejemplos.
Como es lógico, la herramienta también puede suponer un enorme riesgo en cuanto a cuestiones éticas y un uso indebido de la misma para suplantar la identidad de otra persona o difundir desinformación.
Por lo pronto, la herramienta aún no está disponible para su uso, por lo que tendremos que esperar hasta conocer más información al respecto. Lo único que podemos hacer por ahora es bucear por la lista de vídeos publicados en la web y sorprendernos con la calidad y realismo de esta inteligencia artificial.