Descripción

• Árbol caduco de hasta 30 m de altura y copa amplia
• Corteza lisa y grisácea que se agrieta con los años
• Hojas de hasta 15 cm de largo, lobuladas y dentadas, con pecíolo largo y rojizo. Envés verde pálido con nerviaciones cubiertas de pelos finos y suaves
• Flores pequeñas unisexuales, amarillas dispuestas en racimos colgantes y largos
• Frutos con alas dispuestas en ángulo recto, de hasta 10 cm de largo

Especies similares

Hábitat

Puede confundirse con Acer opalus y Acer platanoides

• Ambientes ruderales y urbanos
• Jardines o parques
• Terrenos alterados
• Bosques
• Orillas de ríos

Comportamiento

• Especie monoica y heliófila en edad adulta
• Buen crecimiento en ambientes con suficiente humedad relativa, con un nivel mínimo de precipitación entre 800 y 900 mm al año. Nivel óptimo en suelos con buena reserva de agua, sin que sean demasiado húmedos o secos
• Crece en suelos calizos o silíceos, ricos y profundos
• Prefiere vivir en pisos montanos, normalmente entre 600 y 1000 m en España, aunque en otros lugares puede alcanzar los 1800 m
• Tolera fríos intensos, heladas primaverales, periodos de nieve, escarcha y viento, también tolera los veranos calurosos
• Sensible a las heladas precoces, al calor extremo y a la sequía
• Reproducción eficaz por brotes de raíz, también se reproduce por semilla
• Florece de marzo a mayo

Historia de la invasión

• Nativa: centro y sur de Europa (Alemania, Rusia (Crimea y Cáucaso), Francia, Suiza, Italia, Bosnia, el norte de Grecia y las montañas de los Cárpatos en Polonia, Eslovaquia y Rumania y Sudoeste asiático
• Introducción intencionada: como especie de sombra y para fines ornamentales
• Naturalizada: en Península Ibérica e Islas Canarias

Impacto ecológico

Impacto económico

Impacto sanitario

Presencia en CLM

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