Pesic, ¿mejor que Fisac o Penyarrolla?

Autores: Julio del Corral y Andrés Maroto

Hace unos días, la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto (AEEB) anunciaba su anual Premio al Mejor Entrenador de la fase regular de la ACB, que este año ha recaído en Svetislav Pesic, entrenador del F.C. Barcelona Lassa.

No se trata de menospreciar el trabajo hecho por el serbio durante la última campaña donde el Barça ha vuelto a las posiciones que históricamente le corresponden: ha conseguido la segunda Copa del Rey consecutiva, la segunda plaza en la fase regular de la ACB (tras ocupar la primera plaza durante la mayor parte de la temporada) y, tras varios fracasos europeos seguidos, ha estado a punto de llegar a la Final Four de Vitoria (cayó en cuartos en el quinto y definitivo partido en Estambul ante el Efes turco).

Sin embargo, el debate surgió entre los que siguen la competición a raíz de este premio porque, un año más, la AEEB – a pesar de la presunta objetividad de los indicadores usados para esta clasificación – ha caído en el histórico error de premiar únicamente el número de victorias y no el rendimiento o eficiencia real de los entrenadores. A nadie que conozca la ACB se le puede escapar que el resultado que han obtenido esta temporada entrenadores como Porfirio Fisac (Tecnyconta Zaragoza), Joan Penyarrolla (Baxi Manresa) o Carles Durán (DKV Joventut) ha sido, dado el presupuesto de sus plantillas y el rendimiento esperado, similar al de Pesic.

*Sustituyó en el cargo a Pedro Martínez
** Sustituyó en el cargo a Agustí Julbe
***Sustituyó en el cargo a Natxo Lezcano
****Sustituyó en el cargo a Víctor García, que a su vez había sustituido a Salva Maldonado
*****Sustituyó en el cargo a Javi Juárez

Por esta razón, y como en años anteriores, os presentamos una medida objetiva[1] sobre la eficiencia de los entrenadores ACB durante el curso 2018-2019. Se basa en la distribución de probabilidad de victorias de cada equipo y según este indicador el mejor entrenador habría sido Porfirio Fisac, con una eficiencia del 95%, que ha llevado al Tecnyconta Zaragoza a los play off de la ACB (incluso llegando a semifinales tras vencer en cuartos al Baskonia) sólo una temporada después de estar luchando por el descenso. En segundo lugar, estaría el entrenador del Baxi Manresa, Joan Penyarrolla (con una eficiencia del 91%), que abandonó el Morabanc Andorra tras una gran temporada para volver a su casa, Manresa, y llevar a un recién ascendido a los play off de la ACB (donde perdió en primera ronda frente al Real Madrid) y a un paso de la Copa del Rey (sólo se quedó fuera por la entrada del Estudiantes como organizador, aunque el Baxi había quedado deportivamente por encima del club estudiantil). El premiado por la AEEB, Pesic, “sólo” ocuparía la tercera posición, con una eficiencia del 89%, justo por delante del entrenador del DKV Joventut, Carles Durán que ha devuelto a un histórico como la Penya de Badalona a la fase final de la Copa del Rey y a los play off de la ACB en la misma temporada.

Con todo esto se vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de revisar el tipo de indicadores que se usan para los premios individuales en el deporte. Se trata de usar toda la información disponible y las nuevas metodologías de base científica que se han ido introduciendo, sobre todo en la Economía del Deporte, en los últimos años, para poder lograr clasificaciones y valoraciones más objetivas. Esta es nuestra aportación al respecto.


[1] Este método está validado dentro de la comunidad especializada y los resultados para temporadas anteriores pueden verse en un artículo que se publicó en el Journal of Sport Economics

¡Oh entrenador, mi entrenador! Eficiencias de los entrenadores de La Liga2 2018-2019

Autores: Carlos Gómez-González y Julio del Corral

Acaba de terminar la liga regular en la Segunda División del fútbol español y aunque los 4 equipos clasificados para el play-off de ascenso a La Liga están centrados en lograr la única plaza en juego es hora de evaluar el rendimiento en la liga regular. Para ello los autores seguimos una metodología desarrollada en un artículo publicado en el Journal of Sports Economics que calcula un indicador de eficiencia como el inverso de la probabilidad de obtener más puntos que los realmente obtenidos según las casas de apuestas. Así, si un equipo obtiene muchos más puntos que los previstos su eficiencia estará próxima a 1 mientras que si un equipo obtiene muchos menos puntos que los previstos su eficiencia estará próxima a cero. Como los equipos de una liga disputan el mismo número de encuentros también puede usarse la diferencia entre los puntos y los puntos esperados según las casas de apuestas como medida de rendimiento de un equipo. En este caso cuanto mayor sea la diferencia mejor habrá sido el rendimiento del equipo.

Las tres primeras posiciones las ocupan el Osasuna, el Albacete y el Granada. El Osasuna y el Granada han logrado el ascenso directo y el Alba luchará en los play-off después de una soberbia campaña. Si uno se fija en los puntos esperados verá como el que mayor puntuación esperada tiene es el Deportivo de la Coruña, seguido del Málaga. En la cola destaca el Córdoba.

¡Oh entrenador, mi entrenador! Eficiencias de los entrenadores de La Liga

Autores: Carlos Gómez-González y Julio del Corral

Terminó la liga de fútbol masculina en primera división y llega el momento de que los clubes hagan balance. Estos días los clubes discuten en las oficinas los resultados obtenidos y la consecución de los objetivos. Además, se empiezan a buscar ya alternativas de cara a la próxima temporada, que en muchos casos vendrán en forma de nuevos entrenadores.

Pero, ¿cómo evalúan los clubes a sus técnicos? Esto es una verdadera incógnita. Los artículos científicos en economía del deporte proponen el uso de apuestas para extraer las probabilidades de victoria de los equipos. Las cuotas de apuestas incorporan toda la información disponible sobre los resultados esperados de los encuentros[1], y a partir de ahí, se puede calcular la eficiencia de los entrenadores. Podéis encontrar un ejemplo de este tipo de estudios publicados en revistas internacionales aquí.

Esta forma de calcular la eficiencia se define como la capacidad de los entrenadores para conseguir más puntos de los que se esperan del equipo. La Tabla 1 recoge el análisis de esta temporada, que ha dejado algunos casos muy curiosos. En la parte alta de la clasificación encontramos a Alavés (Abelardo), Getafe (Pepe Bordalás), Atlético de Madrid (Diego Pablo Simeone) y Espanyol (Joan Francesc Ferrer “Rubi”). Algunos de estos entrenadores son ya expertos en competir por encima de sus posibilidades en las últimas temporadas.

Por el contrario, la parte baja de la clasificación la ocupan Rayo Vallecano (Míchel-Paco Jémez), Celta de Vigo (Miguel Cardoso-Fran Escribá), Villarreal (Javier Calleja-Luis García) y un inesperado farolillo rojo, el Real Madrid (Lopetegui-Solari-Zidane). Como puede verse, el bajo rendimiento de los equipos se ha cobrado el puesto de varios entrenadores a lo largo de toda la temporada.

Una de las destituciones más recientes, y con mayor repercusión, ha sido la de Quique Setién en el Betis. Jornada tras jornada, la afición ha reprochado al técnico la mala temporada y el club finalmente ha decido dejarlo caer. Sin embargo, los resultados del técnico no se alejan tanto de las previsiones que hacían las casas de apuestas para el Betis (-2 puntos). Una cuestión relevante es el tipo de datos que utilizan los equipos para tomar estas decisiones, y hasta qué punto favorece a los equipos la poca continuidad de los entrenadores.

Puede verse que entrenadores con muy buena fama como Lopetegui o Machín han resultado muy ineficientes, en cambio, entrenadores como Bordalás o Abelardo, que han tenido hasta dificultades para encontrar banquillo en equipos de primera han resultado los más eficientes. Es decir, que es muy complicado predecir si un entrenador va a realizar una buena temporada o no. Dado que si los equipos no están realizando una buena temporada suelen despedir al entrenador desde el punto de vista económico no tiene mucho sentido firmar contratos largos (3-4 temporadas) a entrenadores. Sería más sensato contratos de un año combinados con primas altas y renovación inmediata en caso de actuación buena (por ejemplo, eficiencia por encima de 0,65). De esta forma, en caso de despedir al entrenador será más barato y en caso de que tenga buena actuación será recompensado en su justa medida.[2]


[1] Este argumento puede verse ampliado en los capítulos de libro titulados “Magicians, scapagoats and firefighters: the peculiar role of head coaches in profesional football” y “Economía del Comportamiento en el Deporte”. El primer está escrito por Bernd Frick, que es uno de los investigadores más reputados en Economía del deporte, formando parte del libro Personnel Economics in Sports, mientras que el segundo está escrito por Julio del Corral y Carlos Varela-Quintana formando parte del libro Sports (and) Economics recientemente editado por FUNCAS.


[2] Las cuotas de apuestas tienen en cuenta tanto el talento del que disponen los entrenadores, e.g., valor monetario del equipo, como factores externos que puedan influir en el resultado, e.g., lesiones de jugadores, malas rachas, o enfrentamientos “malditos”.