Esta mañana me han pegado el desayuno. Parece que se estanca la producción de la 5º temporada de Mad Men (aquí). Es lo que tiene la industria cultural, que cuando el producto se vuelve exitoso pesa más lo de industria que lo de cultural. Nada criticable, por cierto, y bastante racional según el principio microeconómico de maximización de beneficios.
Ahora bien a los miles de seguidores, nos deja huérfanos del mejor cine y TV (todo en uno). Mad Men es un producto sorprendente pues atrapa al espectador sin grandes giros argumentales, ni tensiones forzadas… pura narrativa de un estilo de vida. Salvando las distancias, como una novela de Murakami: adictiva sin estridencias.
Por cierto, aunque tengo otras series preferidas (ya las iremos comentando), Mad Med tiene, para mí, la mejor secuencia de la TV. (Aquí)
Una escena maravillosamente ambigua; donde es tan difícil creer en la sinceridad de Draper al desnudar su alma como en la pura charlatanería del vendedor.