Leyendo sobre… Los mitos del capitalismo

Decía en una entrada anterior (aquí) que “conviene rebajar la”pureza” de la economía de mercado, pues en altas dosis puede ser letal”. Daniel Rodrik (desconozco si de forma original) expresa la misma idea con la metáfora de la limonada: “Los mercados son la esencia de una economía de mercado, de la misma manera que los limones son la esencia de la limonada. El zumo de limón puro no se puede beber. Para hacer buena limonada, necesitas mezclarlo con azúcar y agua. Por supuesto, si pones demasiada agua en la mezcla, arruinas la limonada, al igual que la excesiva intromisión del gobierno puede hacer disfuncionales los mercados. El truco está en no descartar el agua y el azúcar, sino en mezclarlas en la proporción adecuada” (aquí). Ha-Joon Chang, profesor en Cambridge y un reputado economísta neokeynesiano, ha publicado (y vendido por cientos de miles) varios libros para defender, con multitud de ejemplos y de datos, la anterior tesis. En el último de ellos “23 things they don’t tell you about capitalism” disecciona 23 ideas comunes sobre el libre mercado incluidas en el canon de lo que Galbraith denominó “sabiduría convencional”. Su lectura resulta instructiva sobre la distancia existente entre el funcionamiento del mercado y cómo se nos cuenta desde la ortodoxia como funciona el mercado. Por ejemplo, Chang muestra claramente como el espectacular éxito del sudeste asiático no es ajeno al fuerte intervencionismo de los gobiernos en aquellos países. Idea que enlaza con la tesis central de un anterior libro “Kicking Away the Ladder” (Retirar la escalera”) donde ponía de manifiesto el cinismo de los países desarrollados del mundo occidental al querer negar a los países en desarrollo la “misma escalera” (entiéndase intervención pública) que ellos utilizaron para despegar económicamente en el siglo XIX.
Resumo algunas de las provocativas propuestas con las que Chang finaliza el libro:
1.- El capitalismo es el menos malo de los sistemas económicos. La crítica es hacia el capitalismo de libre mercado, no a todos los tipos de capitalismo.
2.- Deberíamos construir nuestro sistema económico reconociendo que los seres humanos son agentes de racionalidad limitada.

3.- Aún reconociendo que no somos precisamente ángeles, deberíamos construir un sistema que tome lo mejor, no lo peor, de los seres humanos.
4.- Hay que dejar de creer en que la gente siempre cobran lo que merece.
5.- Es necesario conseguir un equilibrio entre la economía real y la financiera.
7.- Necesitamos gobiernos mayores y más activos.
8- El sistema económico mundial necesita ayudar “injustamente” a los países en desarrollo.
Pues