En un país en el que los dos grandes partidos de la oposición están permanentemente enfrentados, merece la pena estar atentos a los acuerdos a los que llegan. Leo indignado el último (aquí). Me parece correcto que las televisiones públicas distribuyan proporcionalmente el espacio publicitario electoral. Ahora bien, ¿el de las televisiones privadas?
Por otra parte, poner la primera piedra y la inauguración de cualquier obra pública está prohibido pero no las visitas intermedias. Menuda forma de retorcer el espíritu de la ley para prolongar el bipartidismo. Menuda forma de velar por la libre competencia democrática en periodo electoral. Menuda cara.
Por cierto, la proporcionalidad de los espacios publicitarios parece un principio nada sospechoso. Pues también podría interpretarse en términos bipartidistas: ¿porqué eligen como criterio el número de escaños y no el de votos? A fin de cuentas, ¿que refleja mejor la voluntad popular? ¿los votos individuales de cada ciudadano o los escaños obtenidos según una determinada regla electoral?