¿A qué estamos jugando?

Organizan: Óscar Cornago y Carolina Boluda.

La comunidad imposible

El objetivo de este ENCUENTRO es una ficción, más o menos creíble, un juego o una excusa (que esperamos que sirva). Pero el sentido de hacer este encuentro no está en función de ese objetivo, ni de ningún otro tipo de resultado que se pueda alcanzar. El sentido está en función de una forma de hacer, que es lo que nos preocupa y lo que queremos discutir, la forma que va a dar sentido a este encuentro, una forma de estar con, de hacer y de deshacer, de hacernos y de deshacernos.

Y con esto ya estamos en el juego. Estas son las reglas, aceptar el juego de los juegos, un juego que se juega a sí mismo, en el que caben otros juegos y otras reglas, un juego que se está haciendo, es decir, que lo estamos haciendo mientras lo estamos jugando. La pregunta sería, entonces, ¿a qué estamos jugando?

Si lo jugamos bien, si respetamos las no reglas de este ponernos en juego, que sería lo mismo que respetarnos en tanto que nosotros, aceptaremos que no hay reglas previas y que nada está en función de lo que quede después del juego, porque después del juego ya no queda nada que nos podamos llevar fuera de ese nosotros mismos, al menos en un sentido material, como mucho la documentación de lo que ha pasado, grabaciones, imágenes y palabras, y eso ya es otra historia, o mejor dicho, esa es la historia, las historias.

Si el final es lo que da sentido a la historia, el juego es un modo de organizar un presente que no cobra sentido por el final de esa historia, sino por el camino, por el cómo se fue jugando, por lo que fue pasando durante la partida. Un espacio de rupturas, de experiencias. Al final pueden ganar unos y perder otros, o perder todos, o ganar todos, pero eso es solo el resultado, una excusa para alimentar el juego, la ficción que lo sostiene, que nos sostiene. Preguntar a qué estamos jugando, equivaldría entonces a preguntarnos por la ficción, la ficción que nos sostiene.

El JUEGO, como la propia ficción democrática, tiene que estar continuamente reinventándose, porque carece de un fundamento previo, de un dios o una esencia que lo garantice más allá de ese presente compartido, plural y siempre distinto, sostenido por una serie de relaciones, conflictos, diferencias, vínculos, lazos, desencuentros…, sostenido por las propias reglas del juego, o dicho de otro modo, su esencia serían esas mismas reglas, que no están en función de ningún fundamento previo o principio trascendental, más allá del hecho de que nos permitan seguir siendo… abiertos, en relación con, expuestos, públicos… lo que en política “democrática” llamaríamos libres. Igual que la democracia, el juego tampoco está ya en función de un fin o de una meta, dejando al descubierto esa humanidad de la que habla Nancy “que se halla expuesta a la ausencia de todo fin dado –de todo cielo, de todo futuro, pero no de todo infinito. – Expuesta, existente”. Ese modo de exposición, que funda una ontología sobre el aquí y el ahora, sobre lo más exterior desplegado en superficie, es el principio inestable y abierto sobre el que se reinventa el rito de la democracia.

Vamos a jugar a que nuestra ficción es esa idea de comunidad, de grupo, de colectivo, de unidad, de encuentro, de intercambio, de nosotros…en el contexto de la “cultura-democracia”, eso es lo que podemos ganar, o posiblemente perder. ¿De qué tipo de comunidad o comunidades se trata? ¿Formamos parte de alguna comunidad? ¿Artistas, pensadores, intelectuales, ciudadanos, activistas, catalanes, vascos, españoles, europeos, parados, funcionarios, autónomos, ciudadanos del mundo, gente normal, frikis? ¿Cuáles son las reglas que nos articulan como grupo? ¿Cuál es su historia? ¿Cuál es nuestra ficción?

ESTA HISTORIA no va a empezar en Valencia, ni va a acabar allí, sino que ya empezó y continuará. El juego no dejará de jugarse. Una partida, otra partida. Un encuentro, un taller, un festival, una cena, unos vinos, un seminario… Aunque cada vez sea distinta, haya otros jugadores, tenga lugar en otro sitio y las reglas hayan cambiado. En este sentido, el encuentro de Valencia, sin nombre y sin objetivos, es un estadio más, un punto más dentro de una red que se va tejiendo y destejiendo. Queremos entenderlo así, como un espacio de transición entre lo que (nos) ha ido pasando antes y lo que (nos) irá pasando después. Un aquí y un ahora más dentro de un continuo que no deja de romperse para volver a soldarse, formando una nueva historia que trate de salvar las rupturas, de dar sentido a lo que no tiene otro sentido más que el ser jugado, el estar ahí a disposición, inclinado, a punto de caer, el estar jugándotela, jugándosela. El ahora ahora, y luego mil momentos para seguir discutiendo en qué historia, dentro de qué comunidad queremos meter lo que pasó… para clasificarlo, entenderlo, identificarlo, manejarlo… en función de otros momentos, de otras rupturas.

A este marco de trabajo —¿de juego?— hemos dedicado una gran parte del encuentro, organizado en torno a un espacio común donde, en principio sin presencia de público (aunque no descartamos que dependiendo de lo que vaya pasando, se pueda abrir en algún momento, ya hacia el final), estaremos todos juntos. Ese espacio es el eje del encuentro y ahí pasaremos la mayor parte del tiempo. En principio, esto se desarrollará a lo largo de la tarde del martes, el miércoles completo, y el jueves y viernes por la mañana.

Para este espacio os pedimos que penséis en propuestas concretas para realizar con un grupo de unas 30-40 personas. Pueden ser temas de reflexión, juegos, experiencias físicas, o todo lo contrario. Es un espacio que iremos haciendo a partir de lo que vayamos proponiendo. Es suficiente con que cada uno consiga compartir a lo largo de estos días el sitio donde está, desde el que trabaja, observa y trata de relacionarse con el mundo, en definitiva, el sitio desde el que vive y se trabaja, siente y piensa.

En qué estás pensando ahora, qué te pasa por la cabeza… y por el cuerpo? Qué es lo último que aprendiste a pensar, y a hacer? Qué cosas te inquietan, y qué cosas te dejan indiferente? Qué movimiento le propondrías hacer a los otros? De qué tipo de movimiento se trata? Hay que juntarse más, separarse? Nos tenemos que dar la espalda, mirarnos sin vernos… pasear con indiferencia. Claro que también se puede compartir un no movimiento, una no práctica, una no acción o una no idea, y es parte del juego. No es extraño que estemos aquí y ahora haciendo no se sabe qué?

Compartir “eso” quiere decir ser capaces de ponerlo en juego, de convertirlo en un espacio de inter-acción y relación con. El objetivo (la ficción) no es que al final seamos más amigos, sino menos nosotros mismos, es decir, menos iguales a nosotros mismos. En otras palabras, el objetivo es el movimiento. Luego podemos discutir el sentido de ese movimiento.

El resto del tiempo, es decir, la tarde del jueves y el viernes, más el sábado completos, estarán dedicadas a presentaciones de proyectos, desarrollo de temas teóricos, propuestas de análisis, discusiones y encuentro con el público. En realidad este espacio no deja de ser una continuación de lo que vaya ocurriendo por las mañanas, pero en otro formato, formato – representación. Ahí las reglas del juego, al menos inicialmente, están más delimitadas por unas formas de comunicación consensuadas: conferencia, charla, mesa redonda, exposición, debate.

Jugadores:

Robert March, M.Ángel Martínez, PKMN, Idoia Zabaleta, Txalo Toloza, Sergio Cabrerizo, Esther Belvis, Esther Arribas, Saioa Olmo, Vicente Arlandis, Ricardo Antón, Rosa Casado, Silvia Zayas, David Herráiz, Ricardo Amasté, Pepe Patricio, Olga Martínez Yuste, Luigi Gómez, Sandra Cendal, Paulina Chamorro, Zara Rodríguez Prieto, Paz Rojo, Fernando Quesada, Carolina Boluda, Óscar Cornago, Antonia Gomis, Amador Fdez. Savater, Alberto Conderana, Sandra Gómez, Miguel Angel Altet, Martina Botella, Pablo Caruana, Juan Loriente, Joseph Particio, Esther Arribas, David Pérez, Juan Navarro, Quim Pujol, Isaak Torres, Rafa Tormo i Cuenca, Eva Caro, Gabriel Ochoa, Eva Zapico, Victor Silva, Sonia Martínez, Martina Botella, Marisol López Rubio, Diana Delgado, Itxaso Corral

Vídeos

Programa

“Acto público sin público”: Grupo de I+C (investigación + Creación)                    11-14 diciembre

Jornadas abiertas. La Calderería. 13-15 diciembre

Desayuno en el Solar Corona. 16 diciembre.

Grupo de trabajo I+C ” Acto público sin público” (11-14 diciembre): este III Encuentro se inicia con un grupo de trabajo interdisciplinar, en el que investigadores teóricos, artistas, gestores, agentes procedentes de diferentes áreas  del “perimundo” de la creación escénica y otras personas más o menos normales también;  abordarán preguntas a partir de las tensiones entre diferentes conceptos y prácticas del juego, economías de la creatividad y comunidad. El grupo de trabajo se abre a toda la comunidad el 14 de diciembre.

JORNADAS ABIERTAS (13-15 diciembre)

En: La calderería, fábrica de alternativas C/ Jerónimo de Monsoriu 88-92.Valencia. Metro Marítim-Serrería. Bus 1

JUEVES  13 DICIEMBRE

16.00 h.   A VER SI PODEMOS EMPEZAR (Llegadas, Inscripciones etc.)

16.15 h.   Bienvenida y presentación. Carolina Boluda y Óscar Cornago.

16.30h.   Charla: “Las dos caras del juego: entre la alienación capitalística y la liberación de la comunidad” Víctor Silva.

17.30h.   Charla: “Comunidad, acontecimiento y herida” Miguel Ángel Martínez

(Preguntas-debate)

Pausa 18 h-18.15h.

18.15h. Presentación: “Ciudadanía anónima  protagonista/clon/descargable/fake” PKMN (Enrique Espinosa)

(Preguntas-debate)

19.30 h. Salida

20:30 h. En Sala Inestable/ Ciclo Circundances: Pieza “Posthumos” Idoia Zabaleta. (Calle Aparisi y Guijarro, 7; junto a Plaza Nápoles y Sicilia)

VIERNES 14 DICIEMBRE

10.30 h. JORNADA ABIERTA DEL GRUPO DE TRABAJO 

14.00h. Salida

16.00 h. Charla: “El juego y la apropiación de los cuerpos”  Esther Belvis.

(Preguntas-debate)

17:15h. Charla: “Lógicas de identidad y materialidad: condiciones de posibilidad para pensar la comunidad” Sergio Cabrerizo.

Pausa  18.15h 18.30

18.30h.    Presentación línea de trabajo. Rosa Casado.

19.30 h.   “Implosió impugnada”. Rafa Tormo

20h.           Salida

SÁBADO 15 DICIEMBRE

10.30h. Charla: “Actores colectivos y campos de acción”. Alberto Conderana

(Preguntas-debate)

11. 30h. Charla: “Comunidades bárbaras  y depredadoras” Fernando Quesada.

(Preguntas-debate)

Pausa 12.30-12.45 h.

12.45 h. Presentación publicaciones:

Efímera: Zara Rodríguez Prieto

Continta Metienes: Sandra Cendal

13.15 h. Visionado “Pero Escobar vs Elvis Presley”. Silvia Zayas.

14.00 h. Intervención proyecto “Es cenas” Pepe Patricio  en la comida.

16.00 h. Presentación  línea de trabajo Losquequedan .Vicente Arlandis y Sandra Gómez

(Preguntas debate)

 16.45h. Presentación Imaginario (Festival) de las Artes .Una reflexión sobre lo inacabado.  Óscar Cornago-Luigi Gómez.

17.30h. Presentación proyecto “Not from Here” Pepe Patricio

Pausa 18.00h-18.15h.18.15h. Mesa de cierre que no cierra nada: “Por qué nadie se siente cómodo hablando de sus festivales, o qué sentido tiene hoy (dejar de) hacer un festival? ” Carolina Boluda, Óscar Cornago y el que se apunte.

Salida.19.30h.

20:30 h. Sala Inestable/ Ciclo Circundances: Pieza “Astra Tour” Ion Munduate; con Amaia Urra y colaboración de Blanca Calvo (Calle Aparisi y Guijarro, 7; junto a Plaza Nápoles y Sicilia)

DOMINGO 16 DICIEMBRE : DESAYUNO , MUSIQUETA Y ESPACIO ABIERTO “Acto en Público”

EN SOLAR CORONA  C/ Corona 12-16 (Barrio de Carmen), junto a Centro Cultural La Beneficencia

12:30 h. Desayuno Musiquita, cervezas y Espacio abierto a toda la ¿comunidad?

Propuestas recibidas: 12.30 h. Intervención Virginia Paniagua: presentación del proyecto  HELLO I AM ART; creación del autoretrato en las redes sociales(15 minutos).13h. Eirini Delaki: micro-taller vivencial “Juego y creación colectiva en el teatro social” 30 minutos+ reflexión .13.45h. Aris Spentsas: acción interactiva  “Mesa redonda” sobre el tema :lo que un artista puede ofrecer a la ciudad y lo que la ciudad puede ofrecer a un artista.

Grupo de trabajo:

Robert March, M. Ángel. Martínez, PKMN, Idoia Zabaleta, Sergio Cabrerizo, Esther Bellvis, Esther Arribas, Saioa Olmo, Vicente Arlandis, Ricardo Antón (Amasté), Rosa Casado, Silvia Zayas, David Herráiz, Pepe Patricio, Olga Martínez Yuste, Luigi Gómez, Sandra Cendal, Paulina Chamorro, Zara Rodríguez Prieto, Paz Rojo, Fernando Quesada, Carolina Boluda, Óscar Cornago, Antonia Gomis, Alberto Conderana, Sandra Gómez, Martina Botella, Juan Loriente-Ferdy Esparza, Joseph Particio, Esther Arribas, David Pérez, Juan Navarro, Isaak Torres, Rafa Tormo i Cuenca, Eva Caro, Gabriel Ochoa, Eva Zapico, Víctor Silva, Sonia Martínez, Marisol López Rubio, Diana Delgado, Itxaso Corral, Bea Fernandez.

Organiza: Óscar Cornago (CSIC) y Carolina Boluda (Cetae VLC)

Equipo colaboradorxs: Paola Marugán (TEATRON/Cetae), Robert March y M. Ángel Martínez (Cetae), Laura Romero, Zara Rodríguez Prieto (ARTEA/Efímera) TEATRON team, Rafa Casañ, Juan Calatayud, Esther Mayo, Cora Mateu.

En el marco del proyecto de investigación “Imaginarios sociales II: la idea de acción en la sociedad posindustrial. Documentación, análisis y teoría de la creación escénica” del Ministerio de Economía y Competitividad, desarrollado desde el CSIC.I+D+I Plan Nacional (HAR 2011-28767)

Colaboran: Proyecto “La cultura como recurso de desarrollo. Prácticas, discursos y representaciones en procesos modernizadores contemporáneos”, del Ministerio de Ciencia e Innovación, (Referencia: FFI2011-28005)  desarrollado por la Universitat de València;  Ciclo Circundances/ Espacio Inestable. Apoya: Departamento de Escultura de la Universidad Politécnica de Valencia, la Calderería, la CIV, Assemblea Solar Corona.

ORGANIZA: CSIC, Cetae VLC.

COLABORAN: artea, La Calderería, Coordinadora d’Iniciatives Veïnals (LaCiv), Circundances.

Paciencia Robert March ¿Tienes algo que aportar? Miguel Ángel Dinero público Martínez PKMN Idoia Que empiece el juego Zabaleta Sergio Más juego Cabrerizo Esther Subversión Bellvis Ricardo Antón Trabajo Rosa Casado NOSOTROS Silvia Diversión Vamos a ver Zayas David Herráiz Try again, fail again, FAIL BETTER Ricardo Pensar juntos Amasté Pepe Distancias, por favor, un poco de distancia Patricio Olga Percepción Martínez ¿Cómo se te ocurrió venir? Yuste Yo soy yo Luigi Sé que puedo ser insoportable (estamos en ello) Gómez Sandra Mi nombre está mal escrito Saioa ¿QUIÉNES? Olmo Not from here Esther Arribas Redes y comunidades Cariño aleatorio Cendal Paulina Desarrollo Prototipos anarquitectónicos Que haga mucho sol para poder salir a la calle, lo deseo de todo corazón Vicente Arlandis ¿Quién te invitó a esto? Todo esto es mentira Entre otros aspectos Chamorro Aprender a aprender Zara Diferencia Rodríguez STOP Prieto  Paz   A mí también me gustaría estar  Rojo  Des-artista Fernando Quesada  Es-cena   Carolina Boluda   Sé creativo sé creativo sé creativo sé creativo… Óscar  Cornago   Antonia   ¿Tú quién eres?   Gomis   Alberto  ME ASFIXIO   Conderana  Sandra Gómez Encontronazo Martina Vuelva a la casilla de salida Botella Economía Juan Loriente Joseph Materialismo afectivo Patricio, Esther El que falta en la lista Desencuentro Arribas David Pérez No me encuentro Quim Pujol Isaak Torres Rafa Te dejo mi puesto Tormo i Cuenca HACER HACER HACER Eva Caro Gabriel Yo aquí no estoy Ochoa Eva Zapico Será un placer asistir Victor STOP Silva Sonia Encuentro Martínez Marisol López Rubio Diana Os habéis olvidado de mí Delgado,Itxaso ¿Que investigue? Corral Un encuentro en el que analizar el papel del juego en la creación escénica y el juego como herramienta de análisis transportable a otros ámbitos de lo social; juego, economías de la creatividad y comunidad.      

Comunidad y juego

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Objetivo: Analizar el papel del juego en la creación escénica y el juego como herramienta de análisis transportable a otros ámbitos de lo social; juego, economías de la creatividad y comunidad

Organiza: Óscar Cornago (CSIC) y Carolina Boluda (Cetae VLC)

Economías de la creatividad de la precariedad: juego, comunidad y experiencia

Reflexionar sobre el espacio y el interés del juego en la sociedad (que fue el punto de partida de este proyecto) nos ha llevado a pensar cómo la dimensión creativa se ha convertido en un elemento central en el ámbito del trabajo denominado inmaterial. La creatividad como modo de operar ha pasado a ser una herramienta fundamental de la que se espera un efecto y algún tipo de rentabilidad, ya sea artística o científica, política o empresarial. Como cualquier otra práctica, el juego establece un puente entre lo natural y lo cultural, la diferencia con otras prácticas culturales reside en el principio de placer y al mismo tiempo el carácter no interesado que define el juego, principios de actuación que el medio laboral ha situado igualmente como fuerza de producción. Parece lógico pensar que, especialmente en el campo del trabajo inmaterial, quien trabaja por placer y de forma desinteresada va a obtener mejores resultados, contribuyendo al mismo tiempo a su desarrollo como persona, otro de los elementos que se han colocado como principios de la economía posindustrial: la autorrealización a través del trabajo. No sin cierto cinismo, podemos decir que el viejo sueño de las vanguardias artísticas, de llevar el arte a la vida, se ha realizado, pero únicamente considerando la vida como trabajo. No en vano, por otro lado, el arte mismo ha pasado a tratarse cada vez más como una forma de trabajo cultural.

El desarrollo desde los años noventa de un amplio paisaje referido a la economía de la creatividad y las industrias culturales, dentro de las que se incluyen la amplia oferta de prácticas de autoayuda y desarrollo personal (que Sloterdijk en su estudio Has de cambiar tu vida denomina antropotécnicas, entre las que se incluyen las formas artísticas y de enseñanza) ha modificado el espacio de lo lúdico, lo que afecta directamente al lugar del artista. Por un lado, se ha extendido asombrosamente el juego como herramienta al servicio de algún tipo de utilidad; por otro, como expresión tradicional de una comunidad, se ha reducido hasta convertirse casi en un objeto de museo, algo de lo que ya se hacía eco Huizinga. Este desplazamiento de los lugares del juego afecta no solo a la dimensión lúdica que va asociada a la creatividad, sino también a la posibilidad de reinventar nuestra relación con el mundo, que es lo que en definitiva se pone en escena cuando jugamos, tal y como lo entedió Caillois, es decir, de reinventarnos nosotros mismos como seres sociales más allá de nuestra condición laboral. La dificultad para pensarnos como parte de una sociedad ha convertido el lugar de “lo personal” en una especie de salvavidas que parece no aguantar más naufragios, una tesis que desarrolla Esposito en su filosofía de lo impersonal.

Por otro lado, el trabajo en equipo y la necesidad de colaborar, que ocupa actualmente un lugar central en el ámbito de la creación como de la economía, es un aprendizaje ligado a muchos juegos. El desbordamiento del espacio de trabajo por fuera de sus fronteras clásicas ha modificado el modo de pensarnos como grupo y de experimentar los vínculos sociales.

La profesionalización de la creatividad tiene que ver también con la reducción de la experiencia al ámbito de lo subjetivo —lo que Benjamin califica como empobrecimiento de la experiencia y Agamben como expropiación— y su desvinculación de la cultura como construcción socio-histórica. La experiencia queda, por un lado, del lado de lo personal, de lo interior, de lo que se alimenta también la capacidad creativa, mientras que, por otro lado, se sitúan las construcciones culturales adscritas a una sociedad con la que nadie se identifica. Los nadie, el personaje anónimo, los comunes, los Bloom de los que habla Tiqqun, son los protagonistas de esta historia en torno a la creatividad, la experiencia, el juego y el sentido de lo común.

En el campo del trabajo como de lo personal, que se cruzan a través del sintagma “economías de la creatividad”, se ha extendido la idea de lo precario, que el diccionario define como aquello que tiene poca estabilidad o duración, lo que no posee los medios o recursos suficientes, una idea también recurrente en el medio artístico, al que le llega por ambos lados, las condiciones económicas inestables a las que se tiene que enfrentar, pero también la propia fragilidad con la que se vive el mundo de lo personal en un contexto social con el que no se identifica. Como afirma Rowan, la introducción de la creatividad en el campo del trabajo, a la que en un principio se apeló como un modo de desarrollar un modelo alternativo de trabajo más flexible y más a medida de las necesidades personales de cada uno, ha venido de la mano de la pérdida de las antiguas seguridades laborales y su consecuente precarización.

COMUNIDAD

La idea de comunidad parece venir al rescate de un imaginario social entendido como un sistema de identificar, clasificar y representar a sus ciudadanos dentro de grupos más grandes. Invitaciones para identificarnos, registrarnos y formar parte de, nos asaltan a cada minuto, lo que nos falta no es la posibilidad de formar parte de una sociedad, colectivo, asociación o grupo, lo que nos falta es la motivación para implicarnos, no ya incluso en lo que estos grupos puedan representar, lo que Barthes llamaba “las buenas causas”, sino en su funcionamiento como grupo, en una forma de interactuar y ser en colectivo que no admite el movimiento contrario: dejar de ser igual a uno mismo, la desidentificación, el desocultamiento y la singularidad, la afirmación de una presencia que no por frágil se deja representar, la dispersión, lo errático y la impotencia como un modo de estar también en grupo, participando de algo que nos hace pertenecer a un nosotros.

En última  instancia —como dice Agamben— el Estado puede reconocer cualsea reivindicación de identidad –incluso (la historia elocuente confirmación) aquella de una identidad estatal en su propio interior-; pero que las singularidades hagan comunidad sin reivindicar una identidad, que los hombres se co-pertenezcan sin una condición representable de pertenencia (ni siquiera en la forma de un simple presupuesto), eso es lo que el Estado no puede tolerar en ningún caso. Pues el Estado, como ha demostrado Badiou, no se funda sobre el ligamen social, del que sería expresión, sino sobre su disolución, que prohíbe.

Entendida así, como un nosotros que no se hace como representación de una identidad, el interés de proponer la idea de comunidad como tema de reflexión no tiene que ver con la posibilidad de crear otro sistema de identificación más auténtico u originario, una forma más orgánica de representación, sino en sacar a luz la naturaleza interna de ese “nosotros”, cuya única certeza es su afirmación numérica: aquí estamos más de uno. No se trata, sin embargo, de una condición cuantitativa, tantas veces invocada para hablar de política, sociedad y arte, sino en primer lugar cualitativa; se trata de la cualidad de un lugar entre medias formado por el hecho de estar más de uno.

La recuperación de conceptos como multitud, colectividad o comunidad a partir de los años setenta en el pensamiento de filósofos como Deleuze, Negri, Virno, Nancy o Esposito tiene que ver con la posibilidad de pensar lo social sin pasar por este ejercicio de identificaciones. En todos estos casos, aunque dentro de contextos y perspectivas distintas, se apunta a la dimensión operativa en un sentido escénico, es decir, sensible e interactiva que está en la base de una agrupación humana; esta dimensión escénica tiene más que ver con lo que en ese espacio está ocurriendo cuando esas personas están presentes, que con sus resultados en tanto que representación de ellos mismos hacia fuera.

La propuesta que aquí hacemos de acercarnos a la idea de comunidad desde el juego está relacionada con esta  posibilidad de explorar el hecho social desde su dimensión sensorial, entendida esta no como un hecho de representación, sino de acción, percepción, intercambio, elementos todos ellos presentes en la estructura del juego.

JUEGO

Si durante la modernidad artística el juego ha servido como instrumento para reflexionar sobre la dimensión formal del arte, el arte como mecanismo construido sobre unas reglas previamente establecidas; en las últimas décadas se ha acentuado la recurrencia al juego como un modo de interrogarse sobre la condición del nosotros y la producción de lo común. Junto a este interés formal que ha guiado buena parte de la modernidad artística en su necesidad de encontrar nuevos lenguajes, el juego se plantea hoy como una manera de preguntarse acerca de lo que aquí está ocurriendo en términos de grupo, qué tipo de fenómeno social o de encuentro está teniendo lugar, cuáles son los lazos que unen o distancian a las personas que están ahí presentes, cuál es la actitud o los intereses desde los que acercarse a eso que está pasando, en una palabra, qué significa ese hacer entre varios.

El juego abre una zona intermedia, lo que Winnicott llama un espacio transicional. Da lugar a una realidad que no es la realidad exterior objetiva, pero tampoco es una proyección de la subjetividad; da lugar a una representación, pero tampoco está hecho para una mirada exterior. Durante el tiempo del juego, las condiciones de las realidad exterior quedan suspendidas y se abre la posibilidad de reinventarlas de otro modo y, por tanto, de reinventarnos nosotros mismos frente a esas nuevas reglas del juego.

Si para los niños el juego es su primera escuela social, su primera experiencia del no yo, de la posibilidad de ser a partir de la diferencia, a partir del conflicto de uno mismo con lo otro, con los otros; para los adultos, dice Winnicott, la necesidad de esta zona intermedia viene expresada por la religión, el arte o la investigación creativa.

Al mismo tiempo, esta necesidad, que no acaba cuando dejamos de ser niños, tiene que ver con la posibilidad de seguir relacionándonos con la realidad exterior mediante un “impulso creativo”; una concepción de la creatividad que no está limitada al campo artístico, sino que se realiza a través de espacios y prácticas sociales muy diversas. Esta zona intermedia de creatividad es la que hace posible la experiencia cultural, así lo proponen Huizinga o Winnicott, relacionando ese espacio inestable y abierto al que da lugar el juego con la posibilidad de la experiencia.

Referencias

Agamben, Giorgio (2001), Infancia e historia. La destrucción de la experiencia y el origen de la historia, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2004.

Agamben, Giorgio, La comunidad que viene, Madrid, Pre-Textos, 2006.

Boltanski, Luc y Eve Chiapello (1999), El nuevo espíritu del capitalismo, Madrid, Akal, 2002.

Caillois, Roger (1958), Los juegos y los hombres: la máscara y el vértigo.

De Nicola, Alberto, Carlo Vercellone y Giggi Roggeiro, “Contra la clase creativa”, en eipcp. instituto europeo para políticas culturales progresivas (http://eipcp.net/transversal/0207/denicolaetal/es).

Deleuze, Gille y Félix Guattari (1980), Mil mesetas: capitalismo y esquizofrenia, Valencia, Pre-Textos, 2002.

Esposito, Roberto Comunidad, inmunidad y biopolítica, Barcelona, Herder, 2009.

Esposito, Roberto, Communitas. Origen y destino de la comunidad, Buenos Aires, 2003.

Esposito, Roberto, El dispositivo de la persona, Buenos Aires, Amorrortu, 2011.

González del Campo, Julio, Juan Luis Moraza y Aitziber Urtasun, Homo ludens. El artista frente al juego, Bilbao, Fundación Museo Oteiza, 2010.

Huizinga, Johan (1938), Homo ludens, Madrid, Alianza, 1972.

Jay, Martín, La crítica de la experiencia en la era possubjetiva, Santiago de Chile, Universidad Diego Portales, 2003.

Nancy,  Jean-Luc, La comunidad desobrada, Madrid, Arena Libros, 2001.

Negri, Antonio y Cesare Casarino (2009), Elogio de lo común, Barcelona, Paidós, 2012.

Ptqk, Maria, “Be creative under-class. Mitos, paradojas y estrategias de la economía del talento”, en Biblioteca YP http://ypsite.net/recursos/biblioteca/documentos/be_creative_underclass_maria_ptqk.pdf)

Rowan, Jaron, Emprendizajes en cultura. Discursos, instituciones y contradicciones de la empresarialidad cultural, Madrid, Traficantes de Sueños, 2010.

Sloterdijk, Peter (2009), Has de cambiar tu vida. Sobre antropotécnica, Madrid, Pre-Textos, 2012.

Tiqqun, Teoría del bloom, Madrid, Melusina, 2010.

Virno, Paolo (1999), Gramática de la multitud. Para un análisis de las formas de vida contemporáneas, Madrid, Traficantes de Sueños, 2003.

Winnicott, D.N. (1971), Realidad y juego, Barcelona, Edisa, 2008.