Leyla Dunia, curaduría. La Situación 2016
Ángela Bonadies: Estructuras de Excepción
Suwon Lee: El Muerto No Tiene Dolientes y Oasis
Juan José Olavarría y Ángela Bonadies: La Torre de David
Teresa Mulet: Cada-ver-es-Cada-vez-más
Yucef Merhi: Discursos (Chávez)
Marco Montiel-Soto: Reconversión
Erika Ordosgoitti: Me abro la cabeza
Deborah Castillo: Slapping Power
Sabrina Montiel-Soto: Prototipos Didácticos #4
Armando Ruiz: No Matarás
Artistas que participan en la publicación y la convocatoria abierta: Francisco Acuña, Gabriela Airovi, Valentina Alvarado, Ivan Amaya, Carlos Anzola, Samuel Arroyo, María Laura Barrios, Irene Bou, Muu Blanco, Miguel Braceli, Antonio Briceño, Jesús Briceño Reyes, Irena Cabanach Dresden, Dixon Calvetti, Luis Chang, Carlos Cortés, Ivette Díaz, Yolanda Duarte, Maria Emilia Dudamel, Juan García, Nestor García, Jaime Gili, Carlos González, Gabriel Guerrero, Greta Hammond, Jesús Hdez-Güero, Pepe López, Tatiana Mantilla, Daniela Martínez, David Palacios, Linda Philips, Max Provenzano, Andrés Rodríguez Decena, Anna Rodríguez, Luis Romero, Rafael Rosas/ Germán Sandoval, Ricardo Teruel, Margie Valdez, Manuel Vázquez Ortega.
Ángela Bonadies
Estructuras de Excepción, 2011-2012
Video: Duración 10’07’’

¿Qué significan estructuras de excepción o excepcionales? Es un término que inventé o robé de alguna fuente que no recuerdo o surgió, simplemente, de la asociación conceptual y perceptiva de “estado de excepción” con estructuras arquitectónicas. Son excepciones a la regla, lo que se sale de la norma, que despunta o destaca, que no sucede dentro de lo estándar.
A través de la observación y registro constante del paisaje, pienso que la arquitectura venezolana, de alguna manera, está atravesada por la excepción y sus leyes excepcionales. La provisionalidad permanente es una excepción frecuente. La ruina es una excepción extendida. Las grandes obras arquitectónicas o emblemas modernos son una excepción aislada que deviene patrimonio o museo cuando no abandono o ausencia.
En el caso del video expuesto, las estructuras se suceden como en una ruleta, hasta que les toca el turno de hablar. Cada fotografía narra alguna particularidad, que puede ir desde un aspecto histórico a uno económico o simplemente desencadenar una metáfora, siempre a través de textos de catorce líneas (o versos).

Ángela Bonadies (Caracas, 1970) es una artista cuyo trabajo se centra en la memoria, el archivo, el espacio urbano y en pensar la imagen fotográfica desde la fotografía. Entre sus exposiciones recientes están Días explosivos y el afinador de pianos en La Plataforma, Barcelona, España; The white elephant en la galería after the butcher, Berlín, Alemania y Global Activism en ZKM (Zentrum für Kunst und Medientechnologie), Karlsruhe, Alemania. En el verano de 2012 impartió el taller De la autoconstrucción a las comunidades cerradas en la Escuela de Verano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, junto a Antonio Muntadas y Juan José Olavarría. En 2014 participó en la Trienal de Investigación FAU/UCV “Nuevo(s) Mundo(s): La reinvención de la ciudad latinoamericana” con Proyecto Inverso, taller coordinado en colaboración con Backroom Caracas, Viviana Mujica y Fabio Capra. Ha recibido el Premio Latinoamericano de Fotografía Josune Dorronsoro 2004 y la Ayuda a la Creación 2008 otorgada por Matadero de Madrid. El proyecto “La Torre de David” ha recibido los reconocimientos Best Architecture and Landscape Projects 2011, otorgado por la revista Polis y DomusWeb Best of Architecture 2011. Actualmente colabora con la revista TurnOnArt.
Deborah Castillo
Slapping Power, 2015
Video-Performance. Duración 5’03’’

Slapping Power es una acción performática en vivo en la cual abofeteo y desfiguro un busto recién modelado en arcilla fresca. El pedestal representa la narración histórica del poder y el busto un ídolo hibrido, el monumento histórico que a través de los siglos ha sido el mismo, es la mezcla de muchas figuras históricas en una sola pieza. El rostro del héroe se va desfigurando por la acción hasta quedar sin definición, convirtiendo el símbolo de poder en un símbolo carente de identidad. Para mi las bofetadas son un gesto erótico disciplinario, encuentro en este cuerpo de trabajo una relación entre la arcilla y algunas nociones como la fragilidad humana, el poder de la creación y la vulnerabilidad de los sistemas de poder.

Deborah Castillo (Caracas, 1971) es graduada en la Escuela de Educación Superior de Bellas Artes Armando Reverón de Caracas (IUESAPAR). En el 2015 presenta su muestra individual Raw en Mandragora Art Space en Nueva York. Su obra ha sido expuesta en el Museo Rufino Tamayo, Ciudad de México; Centro Cibeles, en Madrid; Espacio Escala, Sevilla, España; Museo de Arte y Diseño, de Nueva York; New Museum, Nueva York; Escuela de Bellas Artes, Bienal SIART, Bolivia; Caja Sol, Sevilla; UCLA, Los Ángeles; ICA, Londres, Reino Unido; Hacienda la Trinidad, Oficina #1 y El Anexo, estos últimos tres en Caracas, Venezuela. Ha sido merecedora de numerosos premios y residencias incluyendo el NYFA Immigrant Artist Mentoring Program, (2015), Centro Banff en Nueva York. Programa de Residencias Artísticas en Artes Visuales (2015) Canadá, Centro Atlántico de Arte (2014), Florida y Londres Print Studio, (2007) Reino Unido, así como “Premio Armando Reverón”; AVAP en la categoría “Artista Jóven” (2013), Primer lugar en el XI Salón Eugenio MendozaSala Mendoza, (2003); Premio en VI Salón CANTV, Jóvenes con FIA , (2003) Caracas, Venezuela.
Suwon Lee
El muerto no tiene dolientes y Oasis representan en un lugar desolado y abandonado dos imágenes simbólicas: en una, un automóvil destruido prendido en llamas, y en la otra un cúmulo inesperado y exuberante de plantas tropicales. Una imagen representa la resiliencia y supervivencia en medio de la adversidad, mientras que la otra representa la indolencia e impunidad hacia los actos delictivos (los autos robados y quemados son un testimonio mas de la impunidad existente en Venezuela debido a un sistema judicial corrupto). Esperanza y desesperanza van de la mano en una alegoría a un país lleno de desigualdades, contrastes y contradicciones.
Oasis, 2010. Video Duración 1’36’’ / El Muerto No Tiene Dolientes, 2010. Vídeo



Suwon Lee (Caracas, 1977) se formó como fotógrafa en París. Una vez en Venezuela estudió bajo la tutela de Nelson Garrido y en España con Axel Hütte, con quien ha realizado diversos foto-viajes por Venezuela, España y Perú. Ha participado recientemente en las exposiciones América Latina 1960-2013 en el Museo Amparo de Puebla (2014) y en la Fondation Cartier pour l’art Contemporain de París (2013), la 9a Bienal de Mercosur, Weather Permitting, en Porto Alegre (2013), Draft Urbanism, Biennial of the Americas, Denver, Colorado (2013), Post-Panamax, Diablo Rosso, Panamá (2013), Voyage Voyage, Maison de l’Amérique Latine, París (2013), entre otras. Fue co-fundadora y co-directora desde el 2005 hasta el 2016 del espacio de arte contemporáneo Oficina #1, ubicado en el Centro de Arte Los Galpones en Caracas, Venezuela.
Yucef-Merhi
Discursos (Chávez), 2016
Vídeo a partir de software. 61’09’’

Discursos (Chávez), es un trabajo producido a partir de un software desarrollado por Merhi. El programa analiza los discursos más populares del fallecido expresidente de Venezuela, Hugo Chávez. Las palabras, teñidas de rojo, hacen su aparición individualmente de izquierda a derecha, organizándose en una veintena de líneas dinámicas. A razón de la frecuencia en la que se repiten estas palabras, algunas aumentan de tamaño hasta alcanzar más notoriedad en el cúmulo verbal. Al pie de la pantalla, una marea roja se mueve constante y simultáneamente con dicho conteo gramatical. De este modo, a la manera de un inagotable poema dadaísta, se van conformando un sinnúmero de tramas textuales que apuntan al contexto histórico-político de Venezuela.

Yucef Merhi (Caracas, 1977). Estudió filosofía en la Universidad Central de Venezuela y la New School University en Nueva York. Es Magíster en Telecomunicaciones Interactivas de la Universidad de Nueva York. Su carrera artística se inició a mediados de 1980, como pionero del Arte digital en Venezuela ha producido un amplio número de trabajos que utilizan circuitos electrónicos, ordenadores, videojuegos, pantallas táctiles y otros dispositivos en la presentación de sus palabras escritas. Las obras resultantes expanden las limitaciones del contexto tradicional de la poesía y el lenguaje, proponiendo un nuevo rol para el poeta en nuestra cultura. Participó en las selecciones oficiales del 7.º Festival Internacional de Nuevos Filmes, Split, Croacia; la Bienal de São Paulo – Valencia, 2007; la 10.ª Bienal de Estambul y la 30ava Bienal de Liubliana. Ha expuesto individual y colectivamente en instituciones de todo el mundo tales como De Appel (Ámsterdam); Museo Michetti (Roma); Borusan Culture & Art Center (Estambul); Paço das Artes (São Paulo); Museo del Chopo (México DF); Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán (Yucatán); Museo de Bellas Artes (Caracas); Museo de Arte Contemporáneo (Caracas); Science World British Columbia (Vancouver); New Museum of Contemporary Art; Bronx Museum of the Arts y El Museo del Barrio, localizados en Nueva York; así como el Orange County Museum of Art (California); Los Angeles County Museum of Art (California); entre muchos otros.
Marco Montiel
Reconversión, 2008
Video 12’47’’

Durante mas de 40 años, el “Bolívar” la moneda utilizada en Venezuela ha sufrido una devaluación constante y ha perdido un 64.169,00 % de su valor en comparación con su valor en el año 1961. Para detener esta acelerada devaluación, el Gobierno Venezolano ha utilizado todo tipo de estrategias, entre ellas crear un control cambiario que prohíbe la libre compra y venta de moneda extranjera como Dólares o Euros. En el año 2008 comenzó a circular una nueva moneda en Venezuela, el “Bolívar FUERTE”, un Bolívar con tres ceros menos. Este vídeo es un referencia visual alusiva a este momento y a la devaluación acelerada de la moneda Venezolana.

Marco Montiel-Soto (1976, Maracaibo, Venezuela) estudió Fotografía en la Escuela de Fotografía Julio Vengoechea (Maracaibo, 2002) y obtuvo una Maestría en Arte Sonoro por la Universität der Künste (Berlín, 2011). A inicios del 2014 participó en la 5ta edición de la Bienal de Marruecos y en el 2012 en el Festival Ars Electrónica de Austria. En el 2013 realizó una residencia de arte en Taller Bloc-Galería D21 en Santiago de Chile y ha sido invitado a conferencias y proyectos para el programa de artistas en Berlin DAAD. En el 2016 expone en la colectiva Viaja y no lo escribas en La Casa Encendida, Madrid. Entre sus exposiciones individuales destacan TOD IN DIE TROPISCHE ERDE: “Por favor no me dejen morir”. Noticias desde un limbo tropical, Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maracaibo, 2015); Salí a comer coco, Galería Carmen Araujo Arte (Caracas 2014); Distanz ohne Guayabo, Kinderhook & Caracas (Berlín, 2013); El neón no me deja dormir y pretendo seguir todavía hasta que me aguanten o el motor (del auto) se funda, Galería D21 (Santiago de Chile, 2013); Ich gehe nie, komme immer zuruck, Hamish Morrison Galerie (Berlín, 2011); La historia del ojo izquierdo, Al Borde (Maracaibo, 2010); El viaje a dedo sin destino urbano, Wohnlabor Gallery Space (Berlín, 2009); Diaposeción 17, Centro Cultural Chacao (Caracas, 2008); Diaposeción 13, Centro de Arte Lía Bermúdez (Maracaibo, 2006), entre otras.
http://www.marcomontielsoto.com
http://www.puentedeburros.com/marco
Sabrina Montiel Soto
Prototipos Didácticos #4, 2015
Video. Duración 6’00’’

Utilizando elementos cotidianos y su experiencia en el campo audiovisual, el trabajo de Sabrina Montiel-Soto sirve como una llamada de atención a la sociedad. La artista ha estudiado a un grupo de niños entre los 6 y 13 años de edad, en diferentes escuelas de Maracaibo, Venezuela. El dinero ha sido parte del proceso para instalar el diálogo. Las respuestas de los niños reflejan la forma en que perciben la realidad del país.

Sabrina Montiel-Soto (1969 Maracaibo,Venezuela) artista y cineasta multidisciplinaria en los diferentes campos de la creación audio-visual-espacio-temporal. Hace estudios de Artes Gráficas en la Escuela Julio Arraga y Comunicación Social en la Universidad del Zulia en Maracaibo, Venezuela, posteriormente cursa Estudios superiores de Cine en la Universidad de París 8 y en el Studio national d’arts contemporains Le Fresnoy en Francia. Ha sido invitada a diferentes festivales de cine y exposiciones de arte contemporáneo en Europa, Asia, USA y América Latina. Su trabajo parte de la observación y el estudio de la dimensión humana, así como sus aspectos sociales y psicológicos para convertir la disyunción y lo absurdo en cotidianidad y realidad. Montiel-Soto juega a ordenar un rompecabezas de mil posibilidades entre el film y el objeto escultórico, entre la insignificancia y su grandeza, entre el espacio y su percepción. Su obra es cómplice de viajes, de experiencias personales y culturales entre Venezuela, Francia y Bélgica, siendo esta última ciudad donde reside. En 2005 con-funda la plataforma nómada de creación y reflexión franco-venezolana Calvacréation.
http://www.sabrinamontielsoto.net
Teresa Mulet

Cada-ver-es-Cada-vez-más, 2012
Video. Duración 42’’
Cada-ver-es. Cada-vez-más, establece un paralelo metafórico entre la reproductibilidad mecánica de la imagen y el incremento de la criminalidad en el el país –Venezuela-. La serie, comienza con una silueta blanca que recrea la forma en que se delinea el levantamiento de un cadáver en las investigaciones policiales; sólo que aquí la imagen pende invertida en vez de mostrarse como un cuerpo yacente. Dicha matriz, se repite en los planos sucesivos hasta que los contornos se borran y la figura se diluye como una tachadura sobre el soporte; acaso una declinación forense del suprematismomalevichiano o quizás la resurrección post-informal de la necrofilia ballenera. Formada como diseñadora, Mulet hace un paréntesis en su investigación tipográfica para abordar lo que considera una urgencia cívica. La imagen corporal, recurso inédito en su trabajo precedente, adquiere un protagonismo rotundo en el cartel de gran formato, aunque la completa resolución de la propuesta trasciende el plano para arraigarse en el espacio. A partir de esta estrategia, la artista sugiere la progresión exponencial de los decesos por homicidio a través del recorrido. En definitiva, la idea es ir del negro al blanco (o a la inversa), como quien transita del purgatorio a la región velada en que habitan los ángeles.
Félix Suazo.

Teresa Mulet (Caracas, 1970) es Comunicadora Visual, realizó estudios en Instituto de Diseño Neuman y en la Escuela Prodiseño en Caracas. Estudios de Filosofía en la Universidad Central de Venezuela. En Milán realizó el Master Total Design en el estudio AG Fronzoni y en la Multiversidad – Edgar Morin, cursó el Diplomado Transformación Educativa, Pensamiento Complejo. Ha dictado conferencias y ha sido profesora invitada en la Escuela de Diseño y Arquitectura del Politécnico de Milán, La Escuela Arte 4 y La Escuela Arte 10 en Madrid, la Universidad Central de Venezuela, Escuela Arte-Diseño Altos de Chavon en República Dominicana, Escuela de Arte y Diseño de Vic, entre otras. Ha realizado exposiciones en Barcelona, Milán, Venecia, Florencia, Hamburgo, Caracas, Londres, Madrid y Puerto Rico. Destacan su participación en la Bienal de Arte Venecia, Estructuras de Sobrevivencia. Palazzo dell’Arte, Triennale di Milano; Bienal Iberoamericana de Diseño, Matadero, Madrid; Feria Pinta, Miami, Estados Unidos; Centro de Arte, Arts Santa Mónica, Barcelona; ACVIC, Centre d’Arts Contemporànies, Vic, El Salón Internacional del Mueble, Salone Satellite de Milán; Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez, Caracas; Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. El Anexo, Arte Contemporáneo, Caracas. ONG, Organización Nelson Garrido, Caracas. Actualmente desarrolla proyectos transdisciplinarios dando atención a la palabra y la tipografía como base conceptual y visual, aplicado en las áreas de la comunicación, el diseño, el arte y la arquitectura. Paralelamente desarrolla sus proyectos personales: Tipo Útil partiendo de un sistema tipográfico se da vida a una familia de objetos utilitarios; y Tipo Inútil constituye la recreación de una imposibilidad, interrogando los límites entre el texto y su contexto. Comprometida y afectada por las circunstancias sociales actuales de Venezuela y el mundo desarrolla propuestas de denuncia a la violencia, preguntándose la causa de tanto deceso inútil.
Juan José Olavarría y Ángela Bonadies
La Torre de David, 2010-2012
Video. Duración 4’24’’

En el año 1990 David Brillembourg, presidente del consorcio financiero venezolano Confinanzas, decidió levantar una torre en Caracas, un rascacielos de más de 40 pisos cuyas fachadas eran de vidrio, coronado por un helipuerto: el tercer edificio más alto de Venezuela -después de las dos torres de Parque Central- y el octavo de Latinoamérica. Brillembourg pertenecía a un grupo de empresarios que, gracias al boom bursátil de los años 80, había amasado una fortuna impresionante, parte de la cual decidió invertir en un proyecto urbanístico, junto a otros banqueros, que convertiría esa zona central de Caracas en un bulevar financiero al estilo de Wall Street. Él fue llamado el “Rey David” de las finanzas venezolanas y por ello su torre fue bautizada, desde el inicio de su construcción, como “La Torre de David”.
En el año 1993 el empresario muere y en 1994 Confinanzas quiebra, junto con un numeroso grupo de entidades bancarias que sufrieron las sanciones ejercidas por el gobierno de Rafael Caldera. Ese mismo año se paraliza la construcción de “la torre”, que queda incompleta.
Los años siguientes “la torre de David” quedó suspendida en un vacío legal, hasta que cayó en manos de una institución del Estado, Fogade, que la puso en subasta internacional a finales de los 90, sin recibir oferta alguna o al menos sin concretarla. A partir del año 2000 la torre abandonada empezó a ser saqueada: le arrancaron buena parte de los vidrios para obtener el marco metálico que podía ser vendido y reciclado. La torre se deterioró ante la mirada, bastante apática, de la población de Caracas, excepto por la de los vecinos de la zona, que sufrían en directo los problemas que generaba la gigante y olvidada construcción. Lo que prometía ser un proyecto modernizador que impulsaría el precio de los terrenos y casas de la zona circundante (el barrio Sarría, por ejemplo, poblado por gente de bajos recursos) se convirtió en un problema más, empinado e inabarcable. La torre devino ruina contemporánea en una década. El ruido de los vidrios de las fachadas al caer se recuerda en la zona como un bombardeo, la evidencia sonora de una guerra económica por la supervivencia que se pretendía silenciar desde las instancias del poder.
En el año 2007 una serie de familias e individuos, instados por la necesidad y por la falta de respuesta de parte del Estado, se organizaron para ocupar la torre y construir dentro sus casas. En la actualidad los “ocupas” son alrededor de dos mil quinientos y se amparan bajo la figura de la cooperativa habitacional “Casiques de Venezuela”. Así, con “s”.
De alguna manera “la torre de David” es un ícono que representa los últimos 30 años de Venezuela: de la promesa modernizadora desde el capital, a la promesa revolucionaria desde el Estado. También, extendiendo el concepto, la torre es la imagen de nuestro proyecto moderno, que estalla en el contraste de situaciones pre y post modernas. Es un relato que vulnera los límites entre ficción y realidad y entre significados tan básicos como amparo-desamparo, seguridad-inseguridad, pared-cortina, ventana-vacío.

Juan José Olavarría (Valencia, Venezuela, 1969) es artista multidisciplinario. Se desenvuelve entre el mundo del arte y el activismo comunitario. Ha participado en exposiciones, salones, bienales nacionales e internacionales de artes visuales, textos, performances, conferencias, charlas, foros, proyectos comunitarios, multimedia y teatros. Fue miembro del Grupo Provisional (1997), colectivo de creadores con el que participó en varias experiencias de creación realizadas en espacios académicos, comunitarios, productivos y artísticos.
http://juanjoseolavarria.blogspot.com.es/
Erika Ordosgoiti
Me abro la cabeza, 2013
Video poema 4’39’’. Cámara y edición Alfirio Mendoza
Escribir se trata de algún modo de asumir el riesgo, sabiendo de antemano que no hay manera de enunciar la realidad. No me interesan las simplificaciones de los fenómenos pero el lenguaje siempre atenúa. El poder de la imagen poética está en su puntualidad, en la posibilidad de que la palabra, que es una ficción, calce casi milimétricamente con lo real. Al utilizar cualquier palabra formo parte de la tradición, de la construcción de la mentira para dominar. La palabra es en sí misma un medio de dominio y una ficción. La uso aún en soledad para comunicarme conmigo misma. Eso, o ella me usa. Caigo en la tentación de necesitar intermediarios que digieran la realidad por mí. Hablo neciamente para dar testimonio de mi existencia, como si no me bastara con existir. Confieso que vivo en la ficción del imperio de las palabras, muy frecuentemente evadiendo la vida misma. La vida es demasiado real y cruda. El sistema de relaciones humanas exige mentiras, eufemismos, diplomacias, complicidades en la estafa, flexibilizaciones de nuestro rigor, de nuestra honestidad, si no comprendemos eso tenemos tres destinos posibles: la cárcel, la hospitalización o la muerte violenta. La represión a la que es sometida nuestra conducta es omnipresente. La rabia natural que esto genera no es total, se mantiene tibia. Hay un instante en el que es posible decir NO ante esa fuerza exterior más poderosa que nosotros; y en una experiencia estética, crear nuestro testimonio de liberación. Dispositivos con los que no solo damos evidencia de nuestras transmutaciones, sino que además esperamos con todo nuestro anhelo poder propiciar algún autodescubrimiento en otras personas. Son imágenes que buscan, sin lograrlo, la realidad, pero son simulacros, en tanto toda sintaxis lo es. Esa es la paradoja interna que genera la tensión que sustenta al poema, al arte; la tensión entre el simulacro y la realidad, un simulacro que señala al simulacro. Toda sintaxis está sujeta a un sistema de poder que la regula. Los sistemas de poder son sistemas de ficciones que se mantienen gracias a la imposición de la que son capaces. Las imágenes artísticas son textos también, son sintaxis. Son composiciones de significados que se dirigen hacia un significado global, aún en su polisemia. Es por esto que las imágenes artísticas no alcanzan nunca lo real, lo real es irrepresentable. En este poema en específico, Me abro la cabeza, hago una especie de arqueo antropológico del imaginario cotidiano caraqueño. Son situaciones que vivo o que he vivido. Las más de las veces se trata de una especie de traducción del paisaje, solo escucho y digo qué está pasando a mi alrededor. En otro tipo de imágenes hablo sobre experiencias que he tenido. Muchos de estos versos son escritos en situaciones al límite: voy caminando por la ciudad y voy escribiendo. Como la ciudad es tan vertiginosa resulta este ritmo, esta cadencia adentro del poema que queda denotada con la declamación. El paisaje del fondo se trata de un sector de la avenida Guzmán Blanco, también conocida como Cota 905, un espacio que forma parte de mi entorno diario, una imagen que veo varias veces todos los días, incluso mientras escribo esto puedo verla de reojo. Los sonidos que escucho desde aquí son los que impregnan el poema. Las imágenes son mi obsesión por dar testimonio de lo insólito de la realidad cotidiana de esta ciudad, asumiendo que lo insólito sólo existe en función de un referente (no sé si es referente o esperanza) que tenemos de una ciudad supuestamente normal, al contrastarnos con esa ficción, nuestra realidad nos parece insólita. Aunque quizás, la realidad en sí misma, en cualquier lugar del mundo sea insólita, ilógica, abrumadora, superior a nosotros por mucho, impredecible, irrepresentable, indecible y la poesía sea lo que más se le acerque a la posibilidad de enunciarla.

Erika Ordosgoitti (Caracas, 1980) vive y trabaja entre Caracas y Bogotá. Es licenciada en Bellas Artes en la Escuela de Educación Superior de Bellas Artes Armando Reverón de Caracas (IUESAPAR). Actualmente desarrolla su tesis “El estatus ontológico del arte” para el grado de Maestría en Artes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Ganadora del Premio Joven Artista, Fundación MISOL de las Artes, Bogotá (2014); Primera Mención de Honor, Salón SuperCable de Jóvenes con FIA, Caracas (2011); mención de honor, 34 Salón Nacional de Arte Aragua, Maracay (2009); Premio Universidad, Primera Exposición Nacional de Arte de la Universidad, Caracas (2009). Su obra ha sido expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, y en muchas galerías privadas. Es co-productora y co-curadora de la Bienal Internacional de Performance de Caracas, directora de P3 Plataforma de Arte de Acción y de El Avispero residencia artística en Venezuela.
Armando Ruiz

Vídeo, 2014.
Duración 3’58’’
La obra de Armando Ruiz se destaca como una de las propuestas de mayor interés en los enlaces posibles del arte venezolano con el problema de los quiebres de la realidad. Se coloca en las fisuras generadas por la violencia y los abusos del poder, siempre desde una perspectiva que atañe a la corporalidad –al objeto desde el cuerpo. Lo considero un excelente ejemplo del paso del Realismo Social al Realismo Conceptual en el país, donde los artistas abordan la representación como discurso y no como tema de figuración, con francas libertades expresivas, nuevos recursos y, sobre todo, con una estimable capacidad de trazar nuevos relatos y escrituras de lo social. Con sangre congelada escribe el mandamiento no matarás que poco a poco se va derritiendo hasta desaparecer, desvaneciendo su significado hasta convertirse en un charco sobre la tela.
María Luz Cárdenas.

Armando Ruiz (Barranquilla, Colombia, 1993) Vive y trabaja en Maracaibo, Venezuela. Licenciado en psicoterapia, actualmente se entrena en Terapia Gestalt. Estudia Bellas Artes en la Facultad Experimental de Artes de la Universidad del Zulia, Venezuela. Ha expuesto su trabajo individualmente en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, Maracaibo, Venezuela; Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, Venezuela; El Centro Cultural CorpBanca, Caracas; el Museo Francisco Narváez en Porlamar, Venezuela y la Galería Carmen Araujo Arte en Caracas. Sus libros de artista han sido presentados en Colombia, Argentina, España, Venezuela y Estados Unidos.
