“A través de la colaboración y la solidaridad, podemos encontrar soluciones innovadoras a los desafíos más urgentes de nuestro tiempo.”

Elinor Ostrom, nacida el 7 de agosto de 1933 en Los Ángeles, California, fue una destacada economista y académica cuyo trabajo revolucionó nuestra comprensión de la gestión de recursos comunes y la gobernanza económica. Su vida estuvo marcada por una determinación inquebrantable, una curiosidad intelectual insaciable y un profundo compromiso con la justicia social y ambiental.

Criada durante la Gran Depresión, Ostrom aprendió desde joven el valor del trabajo arduo y la resiliencia frente a la adversidad. A pesar de las limitaciones económicas, encontró formas creativas de contribuir a su familia y comunidad, cultivando vegetales en el jardín trasero y tejiendo bufandas para los soldados durante la Segunda Guerra Mundial. Estas experiencias tempranas moldearon su perspectiva sobre la interdependencia humana y la importancia de la colaboración en tiempos difíciles.

Su educación en la Beverly Hills High School fue un período formativo en el que desarrolló su pasión por el debate y el análisis crítico. A través de su participación en el equipo de debate, aprendió a examinar los problemas desde múltiples perspectivas y a comunicar sus ideas de manera clara y persuasiva. Este entrenamiento en el pensamiento analítico sería fundamental para su futuro trabajo como economista y académica.

Desafiando las expectativas de género de la época, Ostrom se embarcó en una carrera académica en un momento en que pocas mujeres ingresaban al campo de la economía. Después de obtener su licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), continuó su formación en economía, obteniendo su doctorado en la misma institución. A lo largo de su educación, enfrentó numerosos obstáculos y prejuicios, pero su dedicación y determinación la llevaron a superarlos con éxito.

Su investigación pionera en la gestión de recursos comunes desafió las concepciones convencionales sobre la «tragedia de los bienes comunes» y demostró que, bajo ciertas condiciones, las comunidades pueden gestionar de manera sostenible los recursos compartidos sin agotarlos ni degradarlos. A través de estudios de caso en todo el mundo, Ostrom identificó los factores clave que contribuyen al éxito o fracaso de los sistemas de gobernanza de recursos, destacando la importancia de la cooperación, la confianza y la participación comunitaria.

En reconocimiento a su destacada contribución a la economía y la política pública, Ostrom fue galardonada con el Premio Nobel de Economía en 2009, convirtiéndose en la primera mujer en recibir este honor. Su premio fue un hito histórico que no solo reconoció su excelencia académica, sino también su compromiso con la equidad, la sostenibilidad y el bienestar humano.

Además de su trabajo académico, Ostrom fue una defensora apasionada de la justicia social y ambiental, dedicando su vida a la promoción de políticas y prácticas que beneficiaran a las comunidades más vulnerables y protegieran el medio ambiente. Su legado perdura en su extensa obra escrita, que incluye numerosos libros, artículos y ensayos que continúan inspirando a generaciones de académicos, activistas y líderes políticos en todo el mundo.

A lo largo de su vida, Elinor Ostrom desafió los límites del pensamiento convencional y nos recordó que, a través de la colaboración y la solidaridad, podemos encontrar soluciones innovadoras a los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. Su visión audaz y su compromiso con un futuro más justo y sostenible continúan inspirando a millones de personas en todo el mundo, dejando un legado imborrable en la historia de la economía y la política.


Referencias.


Autora:

Sonia Rosalía Ramírez de Arellano Rayo


Agradecimientos.

Profesorado de coordinación del proyecto: María Jesús Gutiérrez Pedrero y Alberto Muñoz Arenas.

Consulta y guía para la realización del proyecto: Juan José Rubio Guerrero.