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La llamada desesperada de un investigador al ministro Duque

Diario Sanitario (también Redacción Médica) se hizo eco de un tuit mío de hace unos días que ha tenido bastante difusión…

La red social Twitter está movilizando a la comunidad universitaria en torno a una reflexión. El hilo del profesor Alberto Nájera, de la Facultad de Medicina de Albacete, ha puesto sobre la mesa, una vez más, que la investigación rema contracorriente, enfrentándose a “recortes brutales”, a la “burrocracia” y a políticos que no están a la altura. Conocido por enfrentarse a la homeopatía sin eufemismos, por sus investigaciones y su afán incansable a la hora de divulgar, el físico Alberto Nájera (@najera2000 ) se dirige al nuevo ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque (@astro_duque), para explicarle los obstáculos que tiene para desarrollar su actividad docente e investigadora “con dignidad”.

Nájera-Duque-Mensaje

Su llamada desesperada ha llegado a más de 300.000 personas. Nájera recuerda que los recortes de 2008 dejaron a la universidad española herida de muerte. Y el peor golpe llegó en el peor de los momentos, cuando se implantaba el Espacio Europeo de Educación Superior.

La “burrocracia” desbordó a los profesores universitarios al tiempo que veían cómo desaparecía la investigación. En este contexto, llegó un sistema de acreditación del profesorado, la Aneca, donde primaba la investigación por encima de la calidad e innovación docentes. Investigar era imposible y, sin embargo, cobraba peso. “Es como si le pides al Madrid que juegue en la Champions, pero que no tendrá presupuesto para nada”, explica el profesor la ministro.

“Han intentado dejarnos sin dignidad. Desprecian nuestras capacidades haciéndonos perder el tiempo con papeles absurdos. Nos insultan al evaluarnos con criterios que muchos de los que evalúan no cumplirían”.

Nájera recuerda al ministro, del que espera una respuesta, cómo roba horas a sus hijos o cómo invierte el presupuesto familiar en un congreso que, “por burrocracia”, nadie le pagará. Pero también insiste en que “la indignación y su desprecio no podrán con nuestro tesón”. “Necesitamos gestores que nos ayuden, no que nos pongan pegas”.

Y este profesor lanza este mensaje en un momento en el que la Universidad de Castilla-La Mancha está enfrentada al Gobierno regional por una financiación que no llega, a pesar de que numerosos contratos y el futuro investigador están pendientes de ella.

Tomado de: https://diariosanitario.com/la-llamada-desesperada-de-un-investigador-al-ministro-duque/

El último grito: pastillas para la radiación

Sí, has leído bien, pero te lo pongo otra vez porque es alucinante: “Pastillas bio-reguladoras de la respuesta a la radiación electromagnética”. Pero ¿esto qué es? que se preguntarían mis amigos “granaínos”, Tío Miguel y Juande. Pues es la descripción de este producto que puede adquirirse a través de Amazon. Si la “tontá” de las pegatinas no fue suficiente.radiacion_holoram

Natursanix vende éste y otros productos de Equisalud, empresa radicada en Huarte, Pamplona (Navarra) en Amazon. En la descripción de Equisalud, en su web, dicen ser un “laboratorio de referencia en fitoterapia, complementos alimenticios y cosmética natural”. Su fundador, Antonio Vega, farmaceútico y biólogo, lleva desde 1989, elaborando “complementos alimenticios” según ellos recomendados por profesionales de la salud como, entre otros, “naturópatas, homeópatas, sintergéticos, kinesiólogos, osteópatas, quiroprácticos, acupuntores y profesionales de la medicina tradicional china, medicina ayurvédica, medicina antroposófica y medicina integrativa“. Nada más que añadir, señoría. Si esas son “profesiones”de la salud, apaga y vámonos. Lo que más me sorprende es que en su web no se indica para qué son esos productos. Ahora volveré al HoloRAM Radi.

La otra empresa, Natursanix, nos dará un poco más de juego. Aunque Amazon indica que Natursanix está también en Huarte (¿casualidad?), la dirección empresarial que aparece es Principe de Vergara 36, 6º en Madrid (está desactualizada porque ya se han mudado). Alguno ya está pensando cosas porque ha leído estos dos post: uno de Luis Alfonso Gámez en su blog Magonia (“¿El origen del pánico electromagnético? sigan al dinero”) y otro de Mauricio-José Schwarz en su blog El retorno de los Charlatanes (“El negocio del miedo electromagnético”). Es la misma dirección en la que estaban registradas la Fundación para la Salud GeoambientalVivo SanoEscuelas sin WiFiVive sin Radón y un larguísimo etcétera en torno a SilverSalud.

La familia de productos HoloRAM, dicen los de Natursanix, permiten regular los desequilibrios energéticos, actuar frente a procesos degenerativos, adaptación al estrés y, lo mejor: “la activación de los sistemas naturales de protección de la radiación”. Alucinante. Bien, el bote de HoloRAM Radi cuesta en Amazon unos escalofriantes 74,88€ (formato ahorro de 180 cápsulas), y no se dan muchos datos sobre composición, indicaciones, etc.: “Bio-regulador de la respuesta a la radiación electromagnética. HoloRam Radi protege de los efectos energéticos nocivos de una amplia gama de radiaciones. Sus componentes energéticamente activados han sido balanceados para favorecer la activación de los sistemas de protección natural de los efectos nocivos de radiaciones de diferentes frecuencias”. En la web de Equisalud se da algo más de información, pero nada de indicaciones o composición exacta.

Llegados a este punto me surgen tres cuestiones: ¿Servirá para algo el HoloRAM Radi?, ¿por qué no hay un control sobre estas empresas radicadas en España y los productos que distribuyen? y ¿cómo es posible que Amazon no tenga un mínimo control?

La primera tiene una simple y rápida respuesta: No. No tenemos ningún sistema de protección natural que nos proteja de las radiaciones y, por tanto, no podemos “bio-regularlo”. Si existiera, ¿para qué gastarnos ingentes cantidades de dinero en cremas solares o en sistemas de protección radiológica y dosimetría en las unidades de imagen o de radioterapia en los hospitales?

La segunda y la tercera, se contestan, también, rápidamente: por un lado la inacción y por otro la permisividad del Ministerio de Sanidad y de colegios oficiales de Médicos y Farmaceúticos, han llevado a nuestro país a una situación de extrema impunidad donde los vendedores de humo, campan a sus anchas y hacen negocio con el dolor y el miedo de la gente. Ya me extenderé un poco más sobre SilverSalud… Termino con el corto de animación ganador del Goya en 2013, “El vendedor de humo” (Jaime Maestro, 2012) de la escuela de animación www.PrimerFrame.com, que es fantástico y permite entender de qué estamos hablando exactamente: http://www.primerframe.com/el-vendedor-de-humo/

Portazo a las pseudociencias en la Biblioteca Pública

Tomado de Diario Sanitario: https://diariosanitario.com/portazo-a-las-pseudociencias-en-la-biblioteca-publica/

Ha suspendido la charla sobre bioneuroemoción programada para el día 2 de febrero. Tras recibir la advertencia del profesor Alberto Nájera, físico doctor en Neurociencias de la Facultad de Medicina, la Biblioteca Pública del Estado ha cerrado sus puertas en Albacete a un movimiento tachado de secta en países como Francia y a un ponente que pretendía hablar de salud sin tener titulación sanitaria.

Nájera se ha convertido en uno de los portavoces de asociaciones que advierten del auge de movimientos que se aprovechan de la desesperación de los enfermos y del desconocimiento para infiltrarse en lugares de prestigio, como una biblioteca, ayuntamientos e, incluso, alguna universidad. Si bien, la Biblioteca Pública del Estado ha respondido en cuestión de horas a su advertencia, en otros espacios, como la Universidad Popular de Albacete, han hecho caso omiso de sus consejos.

Como hiciera con la Universidad Popular y su apertura a las Flores de Bach o al Instituto Monroe, Nájera ha advertido a la Biblioteca que la bioneuroemoción es una de las pseudoterapias más peligrosas, la cual bebe de la “biodescodificación”, un movimiento que dice que toda enfermedad es resultado de un conflicto emocional no resuelto del que se ha de “tomar conciencia” para “sanarse”.

Este movimiento está clasificado oficialmente de secta peligrosa por las autoridades de países con organismos de control de sectas (como Miviludes en Francia, donde este movimiento se conoce también como “descodificación biológica original”). Su co-creador, Claude Sabbah, fue condenado recientemente a dos años de prisión y una multa por la muerte de un enfermo de cáncer de próstata que rechazó el tratamiento por confiar en los preceptos del movimiento.

En España, Enric Corbera, un licenciado en psicología de Barcelona, ha recogido el testigo de esta secta (que a su vez derivaba de la “Nueva Medicina Germánica”, otro grupo sectario que defiende erróneamente que los tumores son resultado de un shock emocional). La bioneuroemoción incorpora aún más elementos sectarios mediante el libro denominado “Un Curso de Milagros”, que termina defendiendo que todo lo malo que nos pasa en la vida (incluyendo literalmente una agresión, una violación o una enfermedad) nos lo causamos nosotros porque se lo “pedimos al universo” para que nos llame la atención sobre un conflicto emocional no resuelto.

En cualquiera de los casos, la Biblioteca Pública ha suspendido la charla de José Cuenca Cambronero, quien se definía en el cartel que anunciaba su intervención como “coach y acompañante en bioneuroemoción”.

Alberto Nájera es articulista de www.diariosanitario.com, donde ha denunciado el sinfín de falsas terapias que atentan contra la salud y proliferan sin control.

Una vez más, pseudociencia en la UP

Pues sí, la Universidad Popular de Albacete (UP) la ha vuelto a liar demostrando un profundo desprecio hacia los profesionales de la Salud, hacia los profesores de nuestra Facultad de Medicina y, sobre todo, hacia nuestros alumnos de Medicina que tanto tendrán que sacrificarse y esforzarse para poder llegar a ser médicos.

Hace poco más de un año, en diciembre de 2016, varios profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC), el Círculo Escéptico o la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), dimos la voz de alarma ante una charla sobre una pseudoterapia sin base científica, las Flores de Bach. Entonces enviamos un escrito a la dirección de la Institución, sin recibir respuesta, en el que nos sorprendíamos de que la UP diera cobertura, dedicando tiempo y dinero público, a la promoción de pseudoterapias. En particular las Flores de Bach, como otras muchas pseudoterapias, no son una alternativa, son un riesgo o, incluso, una estafa. Un centro público, financiado con fondos públicos, no debería dar cabida a este tipo de charlas anticientíficas que ponen en riesgo la salud de la gente. No se trata de dar cabida a diferentes visiones u opiniones, sobre todo cuando se habla de cuestiones serias como la Salud sino, entendíamos, deberían centrarse en promover la Salud, lo que no se consigue permitiendo el acceso a charlatanes y sí, exigiendo un mínimo de calidad y rigor científico.

Pues bien, el jueves 11 de enero de 2018, bajo el amparo de la UP, en la Casa de la Cultura José Saramago, tendrá lugar la charla “Los estados de la consciencia y la neurotecnología Hemi-Sync” impartida por el “Facilitador Outreach del Instituto Monroe® (EEUU)”, D. Enrique Ramos Corbacho. Son numerosas las páginas web y vídeos en YouTube donde se explica qué es esto de Hemi-Sync®. Incluso en este vídeo, el propio Enrique Ramos explica las bondades y efectos de esta “tecnología”. En esta otra larga charla en el canal Mindalia TV, famoso canal de YouTube que da cobertura a toda clase de charlatanería pseudocientífica, dice cosas como que estimular un oído con un tono de 100 Hz y el otro con otro tono de 104 Hz, genera una onda ”resta” interna en el cerebro de 4 Hz que nos dejaría dormidos, también que los niños ven amigos invisibles porque su sistema de consciencia está bien y que en los adultos está oxidado, o que estas estimulaciones permiten conectar con otras energías (esto siempre es muy recurrido), entre otras curiosidades sin base científica…

En la página de perfil del propio Instituto Monroe, Enrique Ramos es presentado como Ingeniero de Telecomunicaciones. En su perfil de LinkedIn indica que realizó la especialidad de Electrónica y Equipos en la Politécnica de Madrid en el año 2000 y que, después, trabajó para Xerox, Gas Natural Fenosa, Unfinet Telecom y, desde 2008, es “facilitador outreach” (si alguien sabe qué es eso que me lo explique) del Instituto, donde también dicen que “se ha graduado en muchos de los talleres residenciales del Instituto” (imagino que con el consiguiente reconocimiento del Ministerio de Educación). El Instituto Monroe, cuyo lema es “soy más que mi cuerpo físico”, fue fundado en 1978 por Robert Allan Monroe, un ejecutivo publicitario, quien en 1971 publicó el libro “los viajes fuera del cuerpo”basado en sus experiencias personales. En 1975 registró diversas patentes sobre técnicas y audios con los que “inducir estados de consciencia alterados”, así nace Hemi-Sync® explotado actualmente por el Instituto, sin ánimo de lucro.

Así, el ponente, que no tendría formación en Neurociencias o Audiología, parece ser el representante de la marca en España, Sinc Spain, en cuya web se pueden leer cosas como que los sonidos generados por Hemi-Sync “han mostrado efectividad para acceder a estados alterados de consciencia, informes de experiencias cumbres, un posible efecto antinociceptivo durante la anestesia y el tratamiento de la ansiedad. Hemi-Sync® también ha resultado efectivo en el enriquecimiento del aprendizaje, mejora de la memoria, incremento de la intuición, mejora en la fiabilidad de la visión remota, telepatía y experiencia fuera del cuerpo”. Todo ello aderezado con coletillas bien conocidas en la pseudociencia como “bien estudiadas”, “creciente evidencia”, “evidencia científica”, “más y más científicos”, etc. También se destaca que Enrique Ramos, desde hace 20 años, experimenta viajes astrales y que ha aprendido, mediante prueba y error, a controlar esos viajes extracorpóreos.

Se da la casualidad de que realicé el doctorado en la Universidad de Salamanca, en el programa de Neurociencias, en particular, desarrollé mi tesis doctoral en el campo de la Audiología, por lo que a medida que leía toda clase de barbaridades pseudocientíficas, no podía más que enfadarme e indignarme. Si bien los sonidos y la música pueden inducir ciertas sensaciones, relajación, sugestión, etc., hablar de viajes astrales, viajes fuera del cuerpo, telepatía o intuición es, cuanto menos, ridículo. Y la evidencia científica disponible no avala en ningún caso sus afirmaciones. En la base de referencia Web of Science (JCR) sólo he encontrado 3 artículos que evalúan el Hemi-Sync: En 2 de ellos (de 1999 y 2004) se realizan pruebas sobre el efecto de la anestesia y la exposición a cintas con sonidos binaurales. El primero recibió un comment en 2000 cuestionando la metodología y los resultados, sin recibir respuesta. El de 2004 planteaba una metodología muy cuestionable llegando a conclusiones que no se recogían en el diseño del estudio. El tercer trabajo, muy anterior, de 1994, con una muestra extremadamente pequeña, pretende describir estados de consciencia alterados inducidos por el Hemi-Sync sin que la evidencia aportada permita concluir nada serio. Estudios posteriores que evalúan posibles efectos de sonidos y música en los procesos de sedación, no exclusivamente producidos con Hemi-Sync, no son concluyentes, por lo que hablar de “sólida evidencia científica” no es adecuado. Uno de esos estudios (Kang et al. 2009) concluía que reducir el ruido en la sala de operaciones era más efectivo que poner música… En cualquier caso, los resultados descritos en esos 3 trabajos, no han sido reproducidos y, por si alguien no se ha dado cuenta, estamos en 2018.

Por tanto, una vez más, estamos ante una charla sin base científica sólida, más bien lo contrario, que organiza o acoge la Universidad Popular en la que, con una alta probabilidad, se recurrirá a argumentos pseudocientíficos para intentar demostrar las bondades de un dispositivo, en este caso CDs de música, que no han demostrado su eficacia de forma objetiva y controlada. No se deberían facilitar espacios públicos para publicitar pseudoterapias de este tipo pues constituye un insulto a los verdaderos profesionales de la Salud y un riesgo por las falsas creencias que puede inducir. La Universidad Popular realiza una labor encomiable fomentando la Cultura y  la Educación en Albacete, pero debería contar con un mínimo consejo asesor que filtrase este tipo de propuestas pseudocientíficas, que, como indica Fernando Frías en este tuit, no haría falta que fueran científicos, bastaría con que fueran sensatos.

Publicado en Diario Sanitario: https://diariosanitario.com/una-vez-mas-pseudociencia-en-la-up/

Avalando chorradas que no curan

El 11 de enero de 2013, Alberto Brandolini, un informático italiano tuiteó el siguiente mensaje, que a mí me gusta denominar, directamente, el Principio de Brandolini: “The bullshit asimmetry: the amount of energy needed to refute bullshit is an order of magnitude bigger than to produce it” que podemos traducir como “La asimetría de la chorrada: la cantidad de energía necesaria para refutar una chorrada es un orden de magnitud mayor que para producirla”. Puede aplicarse a las pseudoterapias o a la discusión con el cuñado en la cena de Navidad…

¿Qué quiere decir? Inventarme una chorrada me costará poco y a ti demostrar que es falsa, mucho. Puedo ir adornando mi chorrada inventada con más y más chorradas que harán que mi chorrada inicial tenga mejor aspecto y llegue incluso a no parecer una chorrada. La energía que necesito para producirla será pequeña, bastará con un poco de imaginación. Tiremos pues de imaginación e imaginemos una terapia alternativa maravillosa, capaz de curarlo todo, que se ha utilizado durante milenios, preferiblemente de origen oriental. ¿En qué consiste? No hace falta aportar ninguna evidencia, pues si la adornamos con un aura mágico, místico, mejor oculto, increíblemente será más fácil de creer. Sigamos imaginando. Imaginemos que, en una zona de nuestro cuerpo, ya sea la planta del pie o las palmas de las manos, la oreja o, por qué no, la lengua o el iris del ojo, podemos encontrar representados todos los órganos de nuestro cuerpo y que, estimulando esas representaciones, puedo devolver a su estado normal de salud, cualquier desequilibro o enfermedad por compleja que sea: catarro, dolor, hemorroides, adicciones, depresión o, por qué no, gota, diabetes o cáncer. ¿Qué me ha costado generar esta chorrada? Poco, ¿verdad? Incluso puedo ponerle un nombreYa expliqué hasta dónde llegaron los creadores de la fecomagnetoterapia. Ahora te pido que científicamente demuestres que mi invención es falsa, que es una chorrada. Si además esta chorrada viene avalada por un científico, a poder ser mejor licenciado en medicina y, por tanto, doctor y, además, sale en la tele, la energía necesaria para demostrar la falsedad no será un orden de magnitud mayor, esto es, diez veces más, que la que me costó generarla, sino que, en muchos casos, será dos o tres órdenes de magnitud superiores (100 o 1000 veces más), pudiendo a llegar a un gugol (un 1 con 100 ceros detrás) si la chorrada la dice Cárdenas en TVE y en prime time.

Dicho esto, hoy quisiera llamar la atención sobre la irresponsabilidad de la televisión pública castellanomanchega (Castilla-La Mancha Media), en particular del programa “Estando Contigo” con la difusión de pseudoterapias. Hace meses me puse en contacto con ellos para llamarles la atención sobre la difusión de pseudociencia en el programa. Tras una conversación, me invitaron para que hablara de antenas de telefonía móvil y después, invitaron a Emilio Molina de Redune, pero se ve que no convencimos, por lo mismo de Brandolini, probablemente. Ambos les alertamos de los peligros de difundir pseudoterapias, en particular de forma periódica con la presencia del “doctor acupuntor”, otro oxímoron, Juan José Sanchez. Pero, como decía, siguen igual.

El pasado 27 de diciembre, este señor a lo largo de 10 minutos y con una entregada a la causa pseudocientífica, Julia Rubio, se presentó la acupuntura como terapia válida para curar la gota sin indicar, en ningún momento, que debe ser un médico de verdad quien trate esta enfermedad. Además, se dieron consejos para reducir el dolor cervical y los mareos mediante la presión con una uña entre dos nudillos y otras chorradas sin base científica alguna.

Convencer a la abuelita, o al cuñado de turno, que vio el programa de que la acupuntura no es una terapia válida contra la gota, que no servirá de nada para paliar la sintomatología o que no conseguiremos nada, más allá de un posible efecto placebo, presionando con la uña entre los nudillos o haciendo masajes con los pulgares, en sentido contrario de las agujas del reloj, muy importante esto, no será fácil, será imposible, pues lo ha visto en la tele y se lo ha dicho un doctor muy simpático y sonriente. Para muestra, gracias a un tuit de Vicente Baos, pude acceder a esta reciente revisión Cochrane sobre dolor neuropático y acupuntura: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/14651858.CD012057.pub2/full/. ¿Qué es más fácil inventarme una chorrada o explicar el contenido de esta revisión sistemática?

El reportaje acaba con una Julia emocionada y entregada diciendo “sepan que la acupuntura tiene soluciones para todo. Acudan de verdad a un buen maestro, a un buen acupuntor que se van a encontrar mucho mejor. No quiero terminar la sesión sin decirles que la gota se trata con acupuntura”. El protagonista añade fugazmente que “es un tratamiento sintomático, hay que hacer una historia y ver por qué esa persona tiene gota”, cubriéndose las espaldas. Julia termina añadiendo como colofón “creo que la acupuntura, hoy por hoy, puede trabajar todo, me atrevería a decir”. A lo que el maestro acupuntor apuntilla “casi todo, sí”, mientras se publicitaba en pantalla el teléfono y la web del centro del “maestro”.

Creo que se trata de un acto de total irresponsabilidad, un insulto hacia los verdaderos profesionales de la Salud que día a día tratan a miles de pacientes en los Centros del Sescam, mediante terapias que han demostrado científicamente su validez. Un insulto a los profesionales que en las dos Facultades de la Región formamos a futuros médicos desde la Ciencia, desde la Evidencia, desde la responsabilidad y el respecto al paciente. Una vergüenza que desde la televisión pública no se vele por la Salud de la población y se dé pábulo a ésta y a otras pseudoterapias que pueden llegar a ser sumamente peligrosas.

¿Y si mezclamos imanes con caca?

Fecomagnetoterapia. En 2008, Fernando Cervera y Mariano Collantes comenzaron a promocionar en una web una nueva terapia alternativa mediante la cual eran capaces de curar toda clase de enfermedades utilizando imanes mezclados con caca: la feco-magneto-terapia. Según decían, el efecto combinado de la caca y de los campos magnéticos de los imanes actuaba sobre toda clase de dolencias. Además, la potencia del medicamento era inversamente proporcional a la cantidad de caca que tenía ¿les suena? Cuanta menos caca, más potente, pero era importante que tuviera algo de caca. Además se ofrecía en todos los formatos posibles para facilitar su consumo: comprimidos, cremas, inhaladores, etc. Incluso ambientadores que difundían en el ambiente la mezcla de imanes y caca para, mediante su inhalación en casa, curar enfermedades respiratorias. Se puede consultar información sobre el “fecomagnetismo médico” en http://fecomagnetismo.byethost7.com/.

En su web, daban toda clase de detalles sobre el origen de la terapia inventada por dos prestigiosos doctores americanos Leslie Laurie y Hugh Nielsen recogiendo la tradición de aborígenes argentinos que se frotaban caca para prevenir toda clase de enfermedades. Ellos habían unido a las ideas del biomagnetismo y la homeopatía para conseguir el medicamento alternativo definitivo, pues como no podía ser de otra manera, la fecomagnetoterapia funciona gracias a “un enfoque de la salud desde una perspectiva holística que contempla la enfermedad como un proceso natural que no se debe combatir, sino comprender, sustituyendo al anticuado paradigma sostenido por la medicina academicista”, esa que, por otro lado y añado yo, demuestra científicamente que funciona.

Todo fue una estafa, más bien una broma de dos veinteañeros que querían llamar la atención sobre lo fácil que era inventarse una terapia alternativa. El problema es que tuvieron éxito, recibieron ofertas para vender sus productos en webs especializadas, incluso dieron una conferencia ante numerosas personas en la Feria Esotérica de Atocha donde ningún “experto” en terapias alternativas cuestionó que dos jóvenes españoles fueran la máxima autoridad en terapia fecomagnética a nivel mundial. En ningún caso, nunca, nadie les pidió que demostraran lo que decían, que demostraran la eficacia de sus productos. Pueden ver la historia de la Fecomagnetoterapia en esta excelente charla TEDx de Mariano Collantes, uno de los creadores, que me ha servido como inspiración para esta aportación: https://youtu.be/V3e9sHsig_4

Aquellos que siguen esta columna de opinión, recordarán que hace unos meses contesté a las “puntualizaciones de un médico” en mi artículo “médico homeópata: un oxímoron”. En aquellas puntualizaciones se me decía que “de forma burda y grosera mete en la misma coctelera a todo aquello que le suena alternativo o no convencional”. Y es que si algo tienen en común todas las terapias alternativas es que no han demostrado su validez de forma objetiva pues si lo hubiesen hecho, no serían medicinas o terapias alternativas sino que serían simplemente medicinas o terapias, sin apellidos. Cualquiera puede ser terapeuta alternativo sin ninguna formación ni responsabilidad, crear una terapia, montar una web y venderla, tendrá un negocio redondo esperando a incautos que pongan en juego su salud.

Así les invito a que creen su propia terapia alternativa, sólo necesitan un nombre con gancho, que suene ecologuay o alternativo, natural también sirve. Si no tienen mucha imaginación, podrán crearlo en: http://www.generatorland.com/usergenerator.aspx?id=17386. Algunos ejemplos: alcoholpatía de la mente, aerofluorescencia oriental, sexología espiritual, hidrofluorescencia deportiva o salchichopoesía sinestésica.

Hasta que ha muerto un niño

Ya he comentado en otras ocasiones que estoy bastante cansado y aburrido de explicar por qué la homeopatía no puede funcionar y, por tanto, que es una estafa. Además, que estas pseudoterapias vestidas de buenrollismo, naturista en muchos casos cuando no “ecológico”, son muy peligrosas. Y a las pruebas me remito. Recientemente, conocíamos el caso de un niño italiano que moría por una simple otitis que los padres habían tratado con homeopatía, esto es, con pastillitas de azúcar sin ningún principio activo que hiciera nada para frenar la infección. Así, ésta se extendió por su cuerpo causándole la muerte. Terrible que en el siglo XXI muera un niño por no darle un simple antibiótico que, en cuestión de horas, habría garantizado la curación del menor.

En los últimos tiempos, por fin, las Organizaciones profesionales tanto de Médicos como algunas de Farmacéuticos, han dado un golpe encima de la mesa y han dicho basta, desvinculándose de esta pseudoterapia sin base científica que nunca debió entrar en sus estructuras. Aunque tarde, bienvenido sea pues hoy en día, en España, el 53% de la población piensa que la homeopatía funciona y confía en ese oxímoron (pareja de palabras con significados opuestos) que son los “médicos homeópatas”. Pero gracias a la acción de los científicos, y de grupos de escépticos, se les empieza a ver como charlatanes, embaucadores, vendedores de pastillitas de azúcar que no valen para nada.

Y ellos mismos lo han reconocido en un comunicado que la Asamblea Nacional de Homeopatía (ANH), sí esto existe, ha hecho en respuesta al caso italiano. En este comunicado indican que, atención que es literal: “la homeopatía […] no sustituye a otros tratamientos farmacológicos cuando éstos sean necesarios”, es decir, que la homeopatía no debe usarse cuando haga falta un tratamiento de verdad. Por tanto, que el supuesto producto homeopático (no voy a caer en el error de llamarlo “medicamento”) no es un fármaco real o válido que sólo debe usarse cuando no haga falta un tratamiento.

Curioso pues, ¿quién decide cuándo hace falta un tratamiento de verdad y no uno de azúcar? ¿Ellos? ¿Un médico de verdad? Lo mínimo que se le exige a un medicamento para ser considerado como tal es que sea efectivo, que funcione. Como alternativo, el producto homeopático debería ser capaz de sustituir a un tratamiento, llamémoslo convencional, esto es, que ha demostrado su eficacia científicamente, cosa que los propios homeópatas admiten abiertamente que no es así.

En su comunicado hacen referencia al Código Deontológico al cual se debe someter cualquier actuación de un médico, pero parece que no se lo han leído, pues éste dice en su artículo 26 que se “desaprueba a los facultativos que prescriban tratamientos sin evidencia científica demostrada”, cosa que en más de 200 años los homeópatas y su absurda memoria del agua no han conseguido. Pero claro, esto no es porque no sean válidos sino porque, según ellos, sus tratamientos no pueden ser revisados mediante el Método Científico. Es algo así como “si no da los resultados que yo quiero, entonces es que lo estás haciendo mal tú y no yo”. Así que blanco y en botella o en este caso, blanco y en paquetes de 1 kg, azúcar al módico precio de más 400€/kg.

No a las sillitas de bebé en el coche

En esta casi obsesión que confieso tener por denunciar y desenmascarar todas las chorradas pseudocientíficas que se difunden por ahí, vengo a hablar hoy de una sumamente peligrosa y sorprendente: el movimiento contra las sillas de seguridad de coche para bebés. Sí, aunque no te lo creas, existe un movimiento organizado que denuncia una conspiración de los fabricantes de sillas de seguridad de coches para enriquecerse y poner a nuestros hijos en peligro.

La idea de este texto me surgió ayer cuando bajé al garaje a instalar una nueva silla de seguridad a contramarcha para nuestra hija pequeña que, según todos los crash test de seguridad, son lo más seguro para un niño en caso de colisión. Un vecino, al verme atareado, me comentó que cuando él tuvo a sus hijos, éstos viajaban sueltos, incluso en el maletero y, muchas veces, él conducía habiendo tomado algunas copas de más “y no pasaba nada”. Pensé que seguramente habría un movimiento en Internet en contra de las sillas de bebé y voilá, existe.

Este movimiento anti sillas de bebé denuncia una conspiración que cuenta con el beneplácito de, cómo no, los científicos que, según ellos, manipulan los test de seguridad para que pensemos erróneamente que un niño viajará más seguro y protegido en una de esas “sillas diabólicas”. Denuncian que desde el gobierno y las autoridades competentes se aprueban leyes para que cada vez tengamos que gastar más y más dinero en sillas de bebé que, lejos de proteger a nuestros hijos, les ponen en serio peligro. Los fabricantes cuentan con un completo catálogo de sillas que se adaptan a la edad del bebé o a los diferentes tipos de coche, para que gastemos más y más: la silla del grupo O, la del grupo 1, la que vale para varios grupos, las isofix, etc. Años de investigación y desarrollo para ofrecer cada vez más y mejor protección. Y la realidad, según estos “Magufos” de libro, es que hace 30 años, viajábamos sin tan siquiera cinturón de seguridad y no pasaba nada.

Da igual que tú les digas que la Tecnología y la Ciencia avanzan para mejorar nuestra calidad de vida, para garantizar en caso de riesgo que realmente no pasará nada o al menos poder minimizar los daños. Da igual, cuentan con sus gurús, algunos incluso expertos, que encontrarán un argumento en contra de las sillas de bebé, aunque éste sea falso como suele ser lo habitual. Da igual que les digas que salvan vidas, que la seguridad del bebé no tiene precio, que son seguras, que son necesarias, da igual. Da igual que mueran niños por no usar una silla de bebé adecuada, da igual, pues contra este tipo de creencias, el Conocimiento tiene poco que hacer más que repetirse.

Ahora lee el texto y cambia “sillas de bebé” por “vacunas”.

Publicado en Diario Sanitario el 25 de mayo de 2017.

Capaces de cuestionar la existencia del SIDA

En este rincón de opinión que me brinda Diario Sanitario, he venido denunciando diferentes pseudoterapias, alguna sumamente peligrosa. Hoy no me centraré en una de ellas, sino en la manera en la que éstas encuentran espacios en Internet para promocionarse y, así, llegar al lector no preparado o crédulo que caerá en las garras de cuestionables “profesionales” de muchos ámbitos diferentes.

Si realizas en Google la siguiente búsqueda “antenas móviles salud”, el primer resultado te dirigirá a un conocido pseudodiario de salud, a un artículo titulado “Las antenas de telefonía móvil sí son peligrosas” (corrijo la falta de ortografía). En ese artículo se dice que las radiaciones electromagnéticas (se entiende que sólo hablan de las radiofrecuencias de antenas y móviles, seguramente también de las WiFi, pero no de la FM o la TV) pueden afectar gravemente a la salud por mucho que algunos nos empeñemos en negarlo y que sí está demostrada la causa por la que decenas de miles de personas han enfermado o muerto por culpa de ellas. En ese enlace se detallan casos y “numerosas investigaciones con datos concluyentes”, incluso relacionados con abortos, “estrés electromagnético” precursor de la hipersensibilidad electromagnética y un largo etcétera de patologías más o menos graves. El portal cuenta incluso con una sección específica titulada “El peligro de la radiaciones” donde recogen numerosas “publicaciones” sobre este tema que asustarán al más pintado. ¿Cuál es el objetivo? Pues está claro que no es el de informar pues con la evidencia científica disponible, no es posible confirmar lo que en ella se dice, más bien lo que sabemos a día de hoy, es lo contrario. No, las antenas de telefonía no producen cáncer ni alteran la salud de quienes viven a su alrededor, al menos en la manera que se indica en este pseudoartículo sumamente peligroso. ¿Qué están haciendo? Pues están irradiando miedo, generando miedo, difundiendo falsas creencias. ¿Por qué lo hacen? ¿Quién lo hace? ¿Cuál es el fin?

Este es sólo un apartado de una web que, entre otras cosas, también cuestiona la utilidad y seguridad de las vacunas, ofrece falsos y peligrosos tratamientos contra el cáncer, contra problemas cardiovasculares o gastrointestinales o cuestiona la existencia del virus del SIDA. Su consejo asesor está formado por médicos, biólogos, psiquiatras, bioquímicos, farmacéuticos, psicólogos, abogados, ingenieros, incluso un profesor de música, de numerosos y variados países, muchos de ellos españoles. Sus breves currículos incluyen formaciones y especialidades de lo más variado: homeopatía (cómo no), reiki (tampoco podía faltar), naturopatía (no podía faltar), quiroprácticos (mueve e esqueleto pero cuidado no te lo rompan), nutricionistas ortomoleculares (estos términos molan, dicen curar con un principio contrario al de la homeopatía), medicina antroposófica (con el mismo origen que la agricultura biodinámina o las escuelas Waldorf promovidas por el filósofo alemán Rudolph Steiner considerado precursor de la antroposofía, considerada una secta en algunos países y con cuestionables lazos con Triodos Bank), sintergética (una paja mental digna de estudio donde incluyen cosas como teoría de fractales, del caos y biocibernética), biorregulación (dicen controlar mentalmente las enfermedades, similar a la bioneuroemoción), electrólisis electrocelular (me he cansado de leer términos pseudocientíficos que no tienen ningún sentido), psicoanálisis (pseudoterapia que sigue gustando aunque, a pesar de Freud, tenga poca o nula base científica), acupuntura (dicen curar cualquier cosa poniendo agujas), terapia neural procaínica (dicen que eliminando recuerdos nocivos, curan cualquier enfermedad), uso de sarcodes y nosodes (me parto, homeopatía hecha con tejidos sanos y con tejidos enfermos, ni puta gracia), masaje tailandés (esto parece que sirve también para todo), terapias antihomotóxicas (pretenden recuperar la salud eliminando toxinas), auriculomedicina (acupuntura en la oreja), iridiología (dicen ser capaces de diagnosticar cualquier enfermedad mirando las diferencias de color del iris, me encantaría que estos pseudoterapeutas renunciaran a los análisis de sangre, la radiografía o la resonancia magnética en favor de esta tontá), bioelectromagnetismo (pretenden curar con imanes), medicina integrativa (la trampa ya clásica de tratar al paciente con medicina que funciona y, también, venderles pseudotratmientos alternativos, ahora llamados complementarios, que no funcionan, para cubrirse las espaldas), bioterapia (ofrecen tomar sustancias vivas o inmunoterapia, debe ser divertida una reunión de esta gente con los antivacunas), medicina holística (como si la Medicina no lo fuera), chamanismo (y curanderismo), medicina china (de dónde si no vienen ahora las cosas), etc. Es un completo catálogo de terapias pseudicientíficas y movimientos anticientíficos. Ante tal elenco de “profesionales”, ¿quién puede dudar de las cosas que se dicen en esta web? Además, entre ellos hay profesores titulares, catedráticos, doctores, directores y médicos de universidades públicas y hospitales públicos, “asesorando” a este portal de una manera más que cuestionable.
Insisto en dos de mis preguntas ¿por qué lo hacen? ¿cuál es el fin? No sé si será por dinero o por los enlaces con otras webs desde las que se ofrecen pseudotratamientos de este tipo, no lo sé. Lo que está claro es que sirven para alimentar los miedos y la ignorancia de la gente con textos pseudocientíficos, plagados de falsedades, para promover sus falsas terapias y enlazar con centros y “pofresionales” que se enriquecen de la manera más miserable y ruin posible: con el dolor del enfermo. Y, por desgracia, lo hacen bien, hasta el punto de que a veces es difícil saber si no se trata de “vulgares estafadores”.

Recientemente en una Jornada organizada por el Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Sanidad Ambiental denuncié este tipo de aval que algunos profesionales dan a estas páginas en las que parece increíble que un profesor de una Facultad de Medicina de una Universidad pública, avale la inexistencia del virus del SIDA, por ejemplo. En la línea de lo que José M. López Nicolas, autor de Scientia, denunciaba poco después en esta charla en la Universidad del País Vasco. Uno no sabe si por desconocimiento de lo que avalan o porque realmente se creen esta sarta de mentiras peligrosas, pero el caso es que alimentan a una audiencia irracional en unas creencias ridículas para, aprovechándose de su desconocimiento y sus miedos, enriquecerse. No me cabe otra hipótesis.

Esta web es una más de las muchas que existen en castellano. Ésta en particular enlaza y colabora con otras del grupo Silver Salud que también promueven y venden creencias anticientíficas y miedos irracionales para, según ellos, no obtener ningún beneficio pues se autodefinen como organizaciones sin ánimo de lucro, en lo que Rocío P. Benavente tituló “el círculo del miedo“. Curioso no tener ánimo de lucro pero vender cursos, tratamientos, mediciones, etc.

Por suerte, hace unas semanas, la Organización Médica Colegial creó un Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias que ya ha trasladado al Ministerio de Sanidad y al Defensor del Pueblo un listado de 90 webs que publican y promueven pseudoterapias peligrosas. Desconozco si éstas que comento están en el listado, pero deberían. Termino, ¿acaso no se debería actuar también contra esos científicos que sabiéndolo o no, colaboran con estos medios avalando las barbaridades que en ellos se dicen?

Publicado en Diario Sanitario el 3 de mayo de 2017.

Bioneuroemoción: marca registrada

Había oído hablar de esta pseudoterapia new age pero no sabía el grado de maldad, de perversión y de dolor al que se puede llegar mediante la difusión de pseudoterapias, hasta que el pasado febrero, participé en la Jornada de Terapias Peligrosas organizada por Fisioterapia Sin Red y la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC). En esta jornada pude conocer de boca de oncólogos y fisioterapeutas que contaban los casos de personas que habían abandonado sus tratamientos en favor de esta peligrosa pseudoterapia. Algunas de las pseudoterapias que he descrito en mis aportaciones en Diario Sanitario son nimiedades si las comparamos con los métodos pretendidamente sanadores basados en “el origen emocional de la enfermedad”, como la Bioneuroemoción, Biodescodificación, Psicobiodescodificación, Neurocoherencia y otros diferentes por el estilo que, como no podía ser de otra manera, no tienen ninguna evidencia científica que los avale o justifique, más bien si acaso, lo contrario por las muertes que está provocando».

El pseudofundamento de esta falsa terapia es, según sus promotores, que la enfermedad no existe sino que es una respuesta psicológica de tu propio cuerpo ante un conflicto. Así el enfermo es el propio causante de su enfermedad, ya sea un dolor de cabeza, una infección o un cáncer y para curarse deberá buscar la emoción inconsciente que le provoca su enfermedad, modificarla de forma consciente y, según estos miserables, curarse. La perversión por buscar la culpabilidad del mal que sufre el paciente, quien normalmente ya tiene bastante con su dolencia, es tal, que dicen incluso que un desequilibrio de un antepasado o el entorno de amigos o familiares, podría estar provocando la enfermedad.

Su origen es incierto pues se trata de la conjunción de una serie de ideas de muchas pseudoterapias pero que presenta parecidos con el psicoanálisis o la dianética. Así encontramos nombres como Jung, Groddeck o el Dr. Hamer quien en 1980, tras la muerte de su hijo, fue diagnosticado de un cáncer de testículo y llegó a la conclusión de que no podía ser una coincidencia, que la aparición de su enfermedad orgánica era fruto de un shock psíquico, ampliando el concepto de psicosomático. Es el precursor de la llamada “nueva medicina germánica”, movimiento oficialmente catalogado como secta destructiva por varios de los países europeos por los que rápidamente se extendió. Sobre esta base, personas como Sabbath o Flèche desarrollaron la “biodescodificación” o la “biología total” basadas en la idea de Hamer del paso desde el cerebro a la célula.

En España Enric Corbera, psicólogo catalán cuestionado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña por su falta de rigor y condenado por plagio, registró comercialmente la marca “Bioneuroemoción” y aparece con frecuencia contando su pseudoterapia incluso en Televisión Española y la difunde a través de su Enric Corbera Institute, que en 2015 facturó casi 3 millones de euros. Son numerosos los vídeos de sus charlas en YouTube que acumulan miles de visualizaciones en los que se puede escuchar a Corbera decir cosas como que “se mueren los gilipollas”, “la bioneuroemoción permite llegar a un estado de consciencia cuántica”, “la respuesta reside en nuestra programación inconsciente”, “si una cosa no sale, es que no está en frecuencia con el campo cuántico” o “aquí hay casos muy interesantes de personas que han comprendido que la sanación reside en ellos, no en los demás; han decidido sanarse a lo bestia”. La sucesión de mensajes inconexos, de ideas vagas, términos cuánticos y otras palabrotas, a modo de empanada mental es tal, que un mínimo análisis crítico de lo que dice nos llevará a pensar que este señor es un charlatán, pero el caso es que su mensaje y sus gracias calan, sobre todo en pacientes desahuciados, débiles y vulnerables.

El caso de sanación milagrosa más famoso de Enric y la Bioneuroemoción es el de Maribel Candelas, valenciana enferma de cáncer que colaboraba asiduamente en las charlas de Enric. En estas charlas contaba cómo había abandonado sus tratamientos médicos, que había sido sanada por el método de la Bioneuroemoción y que había superado su cáncer de hígado. El caso es que Maribel falleció en 2015 y la organización de Enric eliminó todos los vídeos en los que aparecía el relato de Maribel. El método fundamental que le costó la vida a Maribel, y que le está costando la vida a otra mucha gente, consiste en “la Cuarentena”. Según el cual, es la forma de renovar las conexiones neuronales para cambiar el campo cuántico que “nos” rodea. Esa cuarentena consiste en alejarse de la familia y amigos, en aislarse para que cualquier enfermedad, incluido el cáncer, fruto del conflicto emocional del entorno, pueda curarse por sí solo. Es terrorífico. Es tal el despropósito que en algunos vídeos el propio Enric sugiere el divorcio de una pareja en caso de cáncer de mama porque podría ser ésta la causa de la enfermedad.

Tal es el alcance de la Bioneuroemoción que desde la RedUNE (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad) han puesto en marcha una serie de herramientas de apoyo para ayudar a posibles afectados por esta peligrosa pseudoterapia: https://twitter.com/redunecontacto

Si, como decía al principio, puede haber algo tremendamente cruel, malvado y miserable que culpabiliza al enfermo de su enfermedad, a su familia y entorno, eso es, sin duda, la “bioneuroemoción”. Por suerte el pasado 24 de marzo, la Organización Médica Colegial, ha dado luz verde a la creación de un Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, que permita compartir y transmitir información contrastada, verificada y validada sobre este tipo de pseudoterapias. Así, en colaboración con la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC) y el Círculo Escéptico ofrece un formulario online de denuncia de este tipo de prácticas que está disponible en https://www.cgcom.es/formulario_denuncia.

Publicado en Diario Sanitario el 9 de abril de 2017.