La dieta del submarino

Publicado en DiarioAB el 14 de noviembre de 2013.

Aunque no estamos en fechas de dietas milagro, pues esto es algo más habitual de los meses previos al verano en el marco de la “operación bikini”, voy a aprovechar mi artículo quincenal para hablar de la única dieta, irrepetible y que de verdad funciona: “La dieta del submarino”.

¿En qué consiste? Pues es muy sencilla y promete adelgazar entre 75 y 100 toneladas en un breve espacio de tiempo. Sí, has leído bien entre 75 y 100 toneladas en aproximadamente 12 ó 24 meses. No hay dieta milagro comparable a ésta, y eso que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición tiene unas cuantas en su web. Pero es que esta dieta definitiva “del submarino” es incluso mejor que la dieta paleolítica o de Seignalet pues no hace falta volverse completamente gilipollas y dejar de comer cereales o leche ni dejar de cocinar los alimentos (sí, años de evolución y avances en seguridad alimentaria y culinaria, tirados a la mierda y con serios riesgos para la salud).

Antes de dar las claves de esta dieta, he de añadir que incluso promete ¡¡un crecimiento de hasta 7 metros!!! ¿Qué más se puede pedir? ¡Adelgazar y crecer! Pero claro, no he dicho que para poder llevarla a cabo debes ser un submarino de la clase S-80, ser un fiasco y una de las mayores estafas a las que haremos frente con nuestros impuestos.

El submarino S-81, que recibirá el nombre de “Isaac Peral”, fue aprobado por el gobierno español en 2004con un presupuesto inicial del programa de 2.135 millones de euros (más de 355.000 millones de pesetas) para adquirir 4 unidades al módico precio de 550 millones cada una. La primera de ellas, se suponía que sería entregada por Navantia en 2013, pero se han dado cuenta de que tiene un sobrepeso de unas 100 toneladas. Pues bien, sólo saber cómo reducir ese sobrepeso, que lo convertían en el submarino definitivo, ha costado la friolera de 14 millones de euros que no asume la empresa, sino el Estado Español y, por tanto, por todos nosotros. La dieta se calcula que costará 200 millones (incrementando el coste del “in-emergible” en un 40%… sí, en plena crisis… y retrasará su entrega entre 12 y 24 meses. Pero tranquilos, gastarán 30 millones más para alargar la vida del submarino “Tramontana” que debía darse de baja en 2016 y no quedarnos sin submarino esos años, no vaya a ser que lo necesitemos.

En definitiva, la empresa comete un error de cálculo y la solución, inicialmente de 200 millones, será asumida a costa de reducir en más  de 18.000 las becas de estudiosubir las matrículas de la Universidad,reducir pruebas diagnósticas, introducir el copago en hospitalesdespedir a miles de profesoresacabar con la investigación y un larguísimo etcétera… ¿quién dijo crisis?

No me llamen demagogo, es la realidad. Y es que hace unos sábados, la Cruz Roja recogía en los centros comerciales de Albacete, alimentos para poder dar de desayunar y merendar a los niños más necesitados de nuestra ciudad. Sí, la pobreza más cruda está muy cerca de nosotros y debido a los recortes insoportables en ayudas sociales, se ven obligados a pedir limosna mientras se despilfarran miles de millones de euros en armas y en otras cosas absurdas.

Esta noche volveré a cantarle a mi hijo aquellos versos de José Agustín Goytisolo, quebrando la voz al estilo inimitable de Paco Ibáñez:

Érase una vez

un lobito bueno,

al que maltrataban

todos los corderos. (bis)

Y había también

un príncipe malo

una bruja hermosa

y un pirata honrado. (bis)

Todas estas cosas

había una vez

cuando yo soñaba

un mundo al revés. (bis)